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Neil Gaiman, creador de 'Sandman' y 'Good Omens', se enfrenta a nuevas y graves acusaciones de agresión sexual

Después de las primeras acusaciones, casi una docena de mujeres acusan al escritor.
Neil Gaiman, creador de 'Sandman' y 'Good Omens', se enfrenta a nuevas y graves acusaciones de agresión sexual
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Actualizado: 9:04 14/1/2025

El aclamado autor de bestsellers como Coraline y Sandman, Neil Gaiman, está actualmente envuelto en una tormenta de acusaciones de agresión sexual que han salido a la luz a través de múltiples reportajes mediáticos. Ocho mujeres han presentado relatos escalofriantes de coacción, cruces de límites y abuso, conformando la base de un reportaje de portada de New York Magazine titulado 'No Hay Palabra Segura'. Estas acusaciones pintan un contraste notable con la imagen pública de Gaiman como feminista y defensor de los derechos de las mujeres.

Las primeras revelaciones comenzaron en julio con el podcast de seis episodios 'Master' de Tortoise Media, que detalló las primeras denuncias de cinco mujeres que acusaban a Gaiman de conducta sexual inapropiada. El podcast generó cierta repercusión, pero no logró una atención generalizada hasta que el reciente reportaje en profundidad de New York Magazine ha llevado las acusaciones a la conciencia pública. Las denunciantes, muchas de ellas en sus veintes cuando conocieron a Gaiman, describen encuentros profundamente perturbadores que implican coacción, degradación y falta de consentimiento claro.

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Agresiones delante de su propio hijo

Uno de los relatos más detallados proviene de Scarlett Pavlovich, quien alega que sus interacciones con Gaiman comenzaron cuando fue contratada como niñera de su hijo con su exesposa Amanda Palmer. Pavlovich afirma que lo que comenzó como una relación profesional rápidamente tomó un giro oscuro. Asegura que Gaiman la agredió en una bañera con patas en su propiedad, forzándola a realizar actos sexuales perturbadores sin discusión previa ni consentimiento.

Los representantes de Gaiman han emitido declaraciones negando vehementemente las acusaciones.

El relato de Pavlovich incluye instancias en las que Gaiman participó en actividades sexuales mientras su hijo estaba presente en la habitación, lo que describe como profundamente impactante. A pesar de la incomodidad y el trauma que relata, la mujer supuestamente continuó comunicándose con Gaiman e incluso firmó un acuerdo de confidencialidad (NDA) tras recibir pagos que totalizaron 9.200 dólares. Su historia destaca las complejas dinámicas de poder en juego y las dificultades que enfrentan las sobrevivientes para liberarse de estas situaciones.

Otra denunciante, conocida solo como Caroline, también compartió una experiencia profundamente inquietante con Gaiman. Trabajaba en la propiedad de Gaiman y desarrolló una relación con él después de que su esposo la dejara. Según ella, Gaiman una vez se metió en la cama con ella y su hijo, colocando la mano de Caroline en sus entrepierna mientras el niño estaba entre ambos. Su relato subraya un tema recurrente en las acusaciones: una inquietante difuminación de los límites y una falta de consideración por la presencia de niños.

El artículo de New York Magazine, según se hace eco Variety, también incluye el testimonio de Kendra Stout, quien conoció a Gaiman en una firma de libros cuando tenía 18 años. Su relación supuestamente se volvió física unos años después, culminando en un incidente en el que Stout afirma que Gaiman la violó a pesar de sus protestas debido a una grave infección del tracto urinario. El relato de Stout, como otros, apunta a un patrón de coacción y una inquietante falta de respeto por el consentimiento.

Los representantes de Gaiman niegan las acusaciones

Los representantes de Gaiman han emitido declaraciones negando vehementemente las acusaciones, afirmando que todas las interacciones fueron consensuadas y parte de prácticas de BDSM. Argumentan que dentro de la comunidad BDSM, el consentimiento es primordial y que las actividades descritas por las mujeres estaban dentro de los límites del juego de roles consensuado. Sin embargo, las denunciantes argumentan que faltó el elemento crucial de acuerdo previo, lo que convierte estos actos en abusivos en lugar de consensuados.

Las consecuencias de estas acusaciones ya están afectando los proyectos profesionales de Gaiman. Good Omens, de Amazon Prime Video, que Gaiman co-creó, ha visto su tercera temporada reducida a un solo episodio de 90 minutos, supuestamente debido a la controversia en curso. Disney ha pausado la producción de la adaptación cinematográfica de la novela de Gaiman El Libro del Cementerio, y Netflix aún no ha comentado sobre el futuro de Sandman, que se prepara para su segunda temporada.

La investigación en curso sobre estas acusaciones sugiere que esta historia está lejos de terminar. A medida que más mujeres se presenten y los medios de comunicación continúen descubriendo nuevos detalles, los efectos en la carrera y el legado de Gaiman probablemente serán significativos.

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