La llamada Edad de Piedra (en cuyo equivalente ya han entrado algunos animales) recibe su nombre porque fabricábamos herramientas con piedras. Terminó hace unos 40.000 años y es una de las tres edades del Hombre (Edad de Piedra, de Bronce y de Hierro) que conforman lo que generalmente se interpreta como la prehistoria del ser humano, posterior a la época de los dinosaurios. Ahora, el descubrimiento de la fortaleza más antigua del mundo podría cambiar notablemente lo que sabemos del ser humano en esta época tan remota.
Para poder empezar a explicarlo hay que aclarar que la última fase de la prehistoria, en la que se incluye la terrible Edad de Hielo que pudo acabar con la vida; fue el Neolítico, la última época de la Edad de Piedra.
Tuvo lugar hace entre 10.000 y 8.000 años. En ella, el ser humano se componía de grupos de cazadores-recolectores nómadas y sin conflictos, algo que se contradice con el nuevo descubrimiento hecho en Siberia.
Una fortaleza descubierta en Siberia podría cambiar lo que sabemos de la prehistoria
El descubrimiento, que tuvo lugar el año pasado en Siberia, llevó a una serie de estudios y análisis del emplazamiento hasta determinar que tiene algo más de 8000 años de antigüedad, lo que contradice que no hubiera conflictos durante esta época. La teoría hasta ahora es que hace entre 14000 y 9000 años, los cazadores-recolectores empezaron a pasar a cuidar cultivos favoreciendo la creación de asentamientos que no necesitaban de protecciones contra otros grupos organizados.
Sin embargo, el estudio revela que habría lo que hoy llamaríamos "intereses económicos" (esa economía que está siempre al borde del colapso y en la que nos encontramos atrapados en la "carrera de la rata"). Resulta que en la zona de esta fortaleza habría estado una importante zona pesquera que proveía de alimento a sus habitantes. Así, la conclusión es que lo que se ha descrito como "fortificaciones complejas" en el yacimiento servía para proteger la zona contra posibles intrusos que quisieran tomar el punto pesquero.
Obviamente, esto contradice toda la teoría de la ausencia de conflictos en esta época. Si era necesario defender una zona pesquera, es evidente que debía ser contra otros humanos y no contra simples bestias a las que dar caza. No es la primera vez que un descubrimiento obliga a cambiar teorías asentadas sobre nuestro pasado, e incluso lugares como Stonehenge siguen ocultando información que se revela a medida que avanzamos en su estudio.