Es posible que el nombre de Suchir Balaji no os diga nada, pero era una persona muy relevante en el campo de la IA. El desarrollo de la inteligencia artifcial ha llevado a que incluso Elon Musk ofrezca la suya de forma gratuita. Y aunque Google quiere normalizar el uso de IA para crear juegos, lo cierto es que suele encontrarse con el rechazo de los jugadores y dudas sobre su uso ético y las posibles violaciones de derechos de autor... que es en lo que estaba metido Balaji como testigo antes de que lo encontrasen sin vida la semana pasada.
Balaji ha sido hallado en su domicilio de San Francisco. El joven de 26 años dedicó varios años a su trabajo en ChatGPT y la tecnología de IA de OpenAI. En los últimos meses se convirtió en una figura clave en las demandas contra la compañía al respecto de cómo se usaba material con derechos de autor y las implicaciones éticas en cuanto a su uso a la hora de acabar con el trabajo de creadores de contenido.
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Fallece Suchir Balaji, figura clave en las demandas sobre el uso ético de la inteligencia artificial
Balaji, durante su tiempo en la investigación en el campo de la IA; entre otras cosas se dedicó a recopilar y organizar información para entrenar modelos (un modelo es como se refieren a las distintas IAs como ChatGPT, Grok...) de IA. Es decir, que si alguien podía hablar con propiedad sobre cómo se conseguían esos datos y cómo se usaban... desde luego era él.
Balaji estaba implicado hasta cierto punto en la denuncia que el New York Times interpuso a OpenAI por usar sus artículos para entrenar a ChatGPT sin permiso. Se trataba de una de las personas más relevantes en ese caso, que aunque no ha implicado la muerte de alguien por intervención de IA, sí que ha supuesto un golpe para el periódico. Especialmente después de que OpenAI borrase "accidentalmente" un montón de información que habría sido clave para la demanda, según el Times
El joven programador planteó en varias ocasiones serias dudas sobre el uso ético de la IA generativa, las infracciones de derechos de autor denunciadas por montones de creadores de contenido y sus implicaciones en cuanto a eliminar sus fuentes de ingresos.
La muerte de Balaji ha sido dictaminada como suicidio por las autoridades competentes. Si bien no se descarta que la presión de la situación en la que se había visto envuelto jugara un papel determinante en la decisión de quitarse la vida, se ha descartado de manera categórica que alguien haya podido asesinarle. Algo que no ha impedido a los fanáticos de las conspiraciones elucubrar teorías al respecto, obviamente.
