Splinter Cell es una de las franquicias más míticas de los videojuegos, conocida por su protagonista Sam Fisher, un espía de operaciones encubiertas que trabaja para la agencia ficticia "Third Echelon" bajo la NSA. Desde su debut en 2002 como un título exclusivo para Xbox, ha generado siete entregas principales y una legión de fans. En 2012, la noticia de una adaptación cinematográfica emocionó a todos aquellos que han sido aficionados a esta gran saga. Ese mismo año, Tom Hardy fue anunciado como el actor para interpretar a Fisher, y en 2014, Doug Liman Al filo del mañana fue confirmado como director. El proyecto, producido por Ubisoft y New Regency, prometía ser un thriller de acción clasificado como PG-13. Sin embargo, el sueño se ha truncado.
Sin embargo, tras múltiples retrasos y cambios creativos a lo largo de la década, el proyecto no ha logrado ni comenzar su producción. Basil Iwanyk, productor del filme desde 2013, ya había insinuado que la película está oficialmente cancelada.
Según sus declaraciones a The Direct, las dificultades para equilibrar guion, presupuesto y dirección creativa hicieron inviable el proyecto: "Esta película habría sido increíble... Simplemente no logramos acertar con el guion ni con el presupuesto. Tuvimos mil versiones, pero iba a ser algo espectacular y hardcore. Es una de esas oportunidades que se escaparon, lo cual es muy triste".
La saga sigue con el desarrollo de un juego y una serie en Netflix
Aunque esta noticia decepcionará a los fans, no todo está perdido. Ubisoft está trabajando en un remake del juego original, y Netflix tiene en desarrollo una serie animada titulada Splinter Cell: Deathwatch, con Liev Schreiber como la voz de Sam Fisher. Esta adaptación, programada para 2025, promete ofrecer una visión renovada del espionaje moderno en la era de la guerra híbrida.