El actor Denzel Washington ha dejado caer una confesión que está causando un gran revuelo en redes sociales a un día del estreno de Gladiator 2. Según ha explicado, Ridley Scott eliminó una escena de su personaje. Esto es algo habitual en postproducción, ya que sino, además de no existir las versiones extendidas de Zack Snyder, las películas durarían 5 o 6 horas. Sin embargo, en este caso la controversia está en el tipo de escena, cuya eliminación parece completamente deliberada, tal y como apunta el propio actor.
Un 'beso de la muerte' entre dos hombres
En la escena, su personaje Macrino (o Macrinus) se da un beso con otro individuo. En una reciente conversación con Gayety, según recoge Variety, el oscarizado actor comentó que este momento fue filmado pero luego se cortó durante el montaje final y se atrevió a afirmar: “creo que se acobardaron”.
En un tono ameno y destacando su habilidad para sorprender, Washington explicó que no se trataba de un beso común; según sus propias palabras, fue "el beso de la muerte", dado que poco después su personaje concluía con la vida de su desdichado adversario. "Besé a un tipo en los labios y supongo que aún no estaban listos para eso. Lo maté unos cinco minutos después. Es 'Gladiator'. Es el beso de la muerte", comentó el actor.
Tampoco verás en pantalla el beso entre Paul Mescal y Pedro Pascal
Este beso no es el único momento homoerótico que se quedó en la sala de montaje de Gladiator 2. Paul Mescal y Pedro Pascal, que encarnan a Lucio Vero y Marco Acacio en la película, también filmaron una escena donde Mescal improvisó un beso en el rostro de Pascal. No obstante, este acto espontáneo también fue excluido del filme final, aunque no sin antes obtener una reacción favorable del director Ridley Scott. A pesar de estas eliminaciones, el cineasta ha expresado en entrevistas recientes que el personaje de Macrino conserva una "esencia" de bisexualidad en la pantalla, lo que indica que, a pesar de que la película se abstenga de indagar estas relaciones de manera franca, el subtexto sigue presente.
Las críticas iniciales de la película ya indican que posee un tono "camp" y un enfoque visual que intenta reflejar la decadencia de la Roma antigua. La crítica insiste en que la interpretación de Denzel Washington en uno de sus roles más fascinantes hasta ahora, lo que ha provocado rumores acerca de una potencial candidatura al Óscar. Para Washington, que ha expresado en múltiples entrevistas su deseo de seleccionar meticulosamente sus próximos papeles, colaborar con Ridley Scott en esta película fue una elección motivada por la reputación y la visión del director de cine.