La película de aventuras de 1995, La Isla de las Cabezas Cortadas, bajo la dirección de Renny Harlin y con Geena Davis en el papel principal, fue una cinta que nació como una gran y ambiciosa apuesta que tuvo la mayor caída de la historia. De hecho, es considerado el mayor fracaso comercial de la historia del cine. Costó más de 115 millones de dólares y obtuvo apenas 18,5 millones a nivel mundial, un tropiezo tan mayúsculo que se llevó por delante la carrera de su protagonista y la empresa que la produjo.
La película empezó con mal pie, Carolco Pictures, la reconocida productora detrás de éxitos como Terminator 2, Rambo y Desafío Total, lo invirtió todo en este proyecto en un esfuerzo por mantenerse a flote. El fracaso fue tan catastrófico que no solo devastó económicamente al estudio, sino que se llevó por delante a sus dos protagonistas principales. Como señala Tim Robey, un crítico británico, en su libro Box Office Poison, este filme no solo fue un error de cálculo, sino un catalizador de quiebras y caídas en el estrellato.
Michael Douglas se bajó del barco a tiempo
Su producción estuvo repleta de dificultades logísticas y creativas. Michael Douglas, que inicialmente iba a ser el compañero de Davis, dejó el proyecto cuando la trama se centró más en el personaje femenino, dejando un hueco que se intentó cubrir sin éxito con otras estrellas famosas del momento. Finalmente, Matthew Modine fue seleccionado, un nombre de menor tirón comercial que acabó enfrentando una experiencia caótica en el rodaje, repleto de todo tipo de lesiones y enfrentamientos con el director, quien estaba más preocupado de las explosiones y las escenas de acción que del bienestar de los actores.
Davis, en su papel como la pirata Morgan Adams, asumió un reto que, en retrospectiva, resultó ser "suicida", como Harlin reconoció años más tarde. El filme, cuyo objetivo era revivir la época dorada de las cintas de piratas como El capitán Blood (1935), se topó con desafíos insuperables en su desarrollo. Desde un guion que nunca acabó de cuajar, hasta una producción desorganizada con dimisión de parte del equipo y todo tipo de descontentos en el set.
Apostaron por la película de piratas en vez de por 'Crusade' de Arnold Schwarzenegger
La decisión fatal de dar prioridad a La isla de las cabezas cortadas en lugar de Crusade, una ambiciosa película con Arnold Schwarzenegger y Paul Verhoeven, selló el destino de Carolco. Esta última, una historia que prometía épica medieval y un elenco de lujo, se dejó de lado por temor a que sobrepasara el presupuesto. Verhoeven, en un gesto de sinceridad, afirmó que no podía garantiozar el coste final del filme "Las garantías no existen". Lo que impulsó a la productora a jugárselo todo a la cartav de la historia de piratas.
Se estrenó a la vez que 'Toy Story' y 'Jumanji'
El resultado fue un estreno en diciembre de 1995 que coincidió con pesos pesados como Toy Story y Jumanji, quedando así el filme fuera de la competición desde el minuto uno. Sin la promoción ni el apoyo económico requerido después del derrumbe de Carolco, la cinta se hundió en la taquilla de Estados Unidos. La crítica fue despiadada, y el público, indiferente, prefirió alternativas más prometedoras.
El director invirtió dinero de su bolsillo en la película
Pese a los gigantes esfuerzos de Harlin, que incluso destinó un millón de dólares de su propio dinero para reescribir el guion, y los espectaculares escenarios de rodaje en Malta y Tailandia, el proyecto naufragó tanto comercial como creativamente. Las detalladas réplicas de embarcaciones y las escenas impresionantes no consiguieron salvar a un film cuyo guion y reparto no consiguieron convencer público de aquel tiempo.