La segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los anillos de poder ha concluido por todo lo alto. La ficción de Prime Video, que ha arrasado en audiencias y ha superado a The Boys, nos ha presentado una conclusión a la altura de su relato basado en Los Apéndices de J.R.R. Tolkien. Con grandes revelaciones y momentos como la verdadera identidad de El Extraño, el destino de Moria, la batalla de Eregion o la obsesión de Sauron por los anillos de poder, en el último episodio nos hemos encontrado con un emotivo momento relacionado con Narsil, la célebre espada de El Señor de los Anillos, que ha hecho acto de aparición y nos ha permitido vislumbrar el destino de Númenor, de Gondor y de Andor, así como el de toda la Tierra Media en una secuencia que atesora una gran simbología. ¿Por qué la espada de Narsil es tan importante y cuál será su papel en Los anillos de poder?
Narsil, la espada que un día derrotará a Sauron, emerge en Los anillos de poder y tiene una historia fascinante
Como nos explicaban Robert Aramayo (Elrond) y Ben Walker (Gil-Galad) en nuestra entrevista, Los anillos de poder recoge muchos elementos de las fuentes de Tolkien en sus guiones, aunque se apuesten por narrativas y adaptaciones distintas en las historias que se ven en pantalla. En una de las secuencias del último episodio de la segunda temporada, Míriel (Cynthia Addai-Robinson) regala a Elendil (Lloyd Owen) la espada Narsil, un objeto que no es como otras armas. Esa espada, en un futuro, marcará el destino de la Tierra Media. Originalmente, Narsil fue forjada por el herrero enano Telchar de Nogrod, un maestro artesano famoso por su habilidad. El nombre "Narsil", que en quenya quiere decir Llama roja y blanca, es uno de los artefactos más emblemáticos del legendarium de J.R.R. Tolkien.
No obstante, la historia de este objeto está fuertemente entrelazada con los destinos de los grandes héroes de la Tierra Media y simboliza, de manera evidente, la lucha contra la oscuridad y el poder del bien incluso en los peores momentos. Y de la esperanza, claro está. No es ninguna sorpresa destacar que Tolkien, un apasionado estudioso de la historia y las leyendas europeas, estuvo inspirado por los mitos y personajes históricos y que, una de las influencias notables para el nombre original de Narsil provino de El Cid, el héroe épico español. Sí, como estáis leyendo.
El Profesor llegó a considera la idea de darle a la espada un nombre muy diferente, influenciado por la legendaria espada del Cid, Tizona, o su otra espada famosa, Colada. La idea del linaje, del símbolo de la resistencia de los Fieles -facción que se opone a la tiranía de Ar-Pharazôn en Númenor y defensores de las antiguas costumbres-, está imbuida en el corazón de este arma que será vital en la Segunda Edad.
¿Cómo se usará en Los anillos de poder? Digamos que se puede convertir en un símbolo del poder legítimo, La historia de Narsil se puede trazar a lo largo y ancho de la Segunda Edad, teniendo su momento más álgido cuando fue empuñada por el rey Elendil de Númenor durante la Guerra de la Última Alianza contra Sauron. Elendil, junto con Gil-galad, el rey de los Elfos, se unió en una coalición para derrotar al Señor Oscuro y liberar a la Tierra Media de su tiranía y control tras la forja de los anillos de poder y el Único. En la batalla culminante en los campos de Dagorlad, Narsil se convirtió en un símbolo de la resistencia de los Hombres, que fundaron los reinos en el exilio, Gondor y Andor, tras la caída de Númenor.
Desgraciadamente, durante el combate, Elendil fue derribado y su espada se quebró al caer sobre ella. A pesar de esta pérdida, Isildur, en un golpe certero, logró cumplir su destino y el de su padre, demostrando y desempeñando su papel en el transcurso de los acontecimientos. Le cortó los dedos al Señor Oscuro con los fragmentos de la espada, arrebatándole el Único y poniendo fin a su larga tiranía desde Mordor, ya que el discípulo de Morgoth perdió casi todo su poder -tras la caída de Númenor no pudo recomponerse del todo- y deambuló durante largo tiempo como un espectro.
Pronto, el arma se convirtió en un símbolo de esperanza entre todos los Hombres. El hijo de Elendil, Isildur, sentenció a toda la Tierra Media con su decisión posterior. El otrora hijo de Númenor, incapaz de resistir el poder del Anillo, que reclamó para sí, se convirtió en una víctima de su propia ambición y finalmente murió en una emboscada de los orcos en el río Anduin, en lo que fue conocida como la Batalla de los Campos Gladios, perdiéndose el anillo en sus profundidades y quedando oculto durante largo tiempo. Narsil, custodiada con recelo, pasó entonces a ser un recuerdo de un tiempo heroico pasado y de la lucha contra el mal.
Estos fragmentos sobrevivieron la citada batalla, siendo llevados a Rivendel por Ohtar, el escudero del propio Isildur, siendo custodiados por el Príncipe Valandil, el hijo más joven de Isildur y pupilo de Elrond Peredhil. Desgraciadamente, Valandil no reclamó su herencia, y los fragmentos de la espada se mantendrían a salvo en la casa de Elrond, como símbolo de su soberanía sobre Arnor. Durante el reinado de sus descendientes, primero como Reyes del Norte y más tarde como los Montaraces del Norte, estos fragmentos seguirían representando la legitimidad de su linaje.
La historia de Narsil continúa en la Tercera Edad, siendo vital en los hechos narrados en El Señor de los Anillos. En este tiempo, el descendiente de Isildur, Aragorn, hereda el legado de Narsil y la espada, nuevamente, se convierte en un símbolo de la esperanza de los hombres y la restauración del linaje de los reyes en una Tierra Media muy distinta aunque de nuevo bajo la amenaza de la Sombra de Sauron y sus legiones.
Durante la celebración del Concilio de Elrond, la espada es reforjada a su forma original, convirtiéndose desde entonces en Andúril, la Llama del Oeste, siendo el epítome de la unión de los Pueblos Libres de la Tierra Media contra Sauron y la promesa de un futuro mejor, así como el mejor testigo del resurgir de los Hombres, largo tiempo olvidados. Nacerá de las cenizas otro fuego, y una luz florecerá de entre las sombras; será la espada rota de nuevo forjada, y al rey le será devuelta la corona, explicaba el propio Tolkien en el Poema de Aragorn en La comunidad del anillo.
Narsil/Andúril simboliza no solo la conexión con el pasado, sino también el poder de la esperanza en tiempos oscuros. La historia de la espada es una representación del viaje del héroe, donde la restauración de la espada refleja la restauración del propio Aragorn como rey legítimo, que acepta su destino como futuro de los Hombres y heredero al trono de Gondor. Es más que una simple espada; es un símbolo de la lucha entre la luz y la oscuridad, el sacrificio y la esperanza, siendo este último uno de los temas capitales de la obra de Tolkien. Esperemos que la serie de J.D. Payne y Patrick McKay sepa recoger este aspecto en la próximas temporadas.