Queda menos de un mes para que se estrene una de las series más esperadas de Max, La franquicia, una ficción que según acaban de revelar sus propios creadores, se basa en hechos reales. Tal y como han contado a The Hollywood Reporter, gran parte de la inspiración para su sátira del universo cinematográfico de superhéroes proviene de anécdotas reales compartidas por trabajadores de Marvel y DC. La comedia se adentra en el caos detrás de cámaras que ocurre en las grandes producciones de franquicias, donde los cambios de dirección creativa, la improvisación de guiones y los regrabados secretos son más comunes de lo que se cree. Según los productores, algunas de las situaciones en la serie, aunque parecen exageradas, están basadas en experiencias reales contadas por cineastas y técnicos que han trabajado en estas colosales producciones.
En concreto, Jon Brown, uno de los creadores de la serie, explicó que durante su investigación quedaron sorprendidos por el nivel de desorden en algunos de estos rodajes. "La gente piensa que estas películas están diseñadas en fases ordenadas para los próximos 10 años. Entonces escuchas sobre un set en el que, por la mañana, literalmente llega una limusina, se baja la ventana y reparten nuevas páginas de guión. También que los productores en el set tienen ocho versiones del mismo guión abiertas, y revisan cada guión, seleccionan las líneas que más les gustan, y luego hacen una escena de la nada; o el estudio envía a un actor al set por la mañana y básicamente reescriben toda la escena del día [para acomodar la incorporación del elenco de último momento]. Supondrías que todo esto se decidió hace dos años, pero ha sucedido mucho en las películas de Marvel y DC", explicó.
Seretos del rodaje de películas de superhéroes revelados por 'insiders'
Estos detalles fueron compartidos por insiders de Marvel y DC, quienes describieron escenarios en los que incluso se graban escenas completas sin los actores, solo para poder decidir más tarde si usarlas o no. Estas anécdotas formaron la base del guion de La Franquicia, aunque, irónicamente, en algunos casos decidieron suavizar las situaciones porque temían que la audiencia no creyera que realmente ocurren en la vida real.
La serie surgió de una conversación entre los creadores Sam Mendes y Armando Iannucci. Mendes, quien dirigió dos películas de James Bond, compartió con Iannucci las absurdas experiencias que vivió en esas producciones de alto presupuesto, lo que llevó a la idea de desarrollar una comedia sobre los bastidores de una película de superhéroes. "En Reino Unido, no puedes mudarte sin toparte con un actor que ha pasado los últimos 18 meses atrapado en una pequeña sala verde fingiendo luchar con extraterrestres y cobrando muy bien mientras se vuelve completamente loco", relató Iannucci. "Queríamos hacer un programa sobre artesanos que están atrapados dentro de una máquina disfuncional, en lugar de un equipo de fracasados que no pueden hacer nada bien", añadió.
La serie se centra en la producción de una película parte de una gran franquicia
La serie se centra en la producción de una ficticia película de superhéroes llamada Tecto, sobre un héroe que puede provocar terremotos. El elenco incluye a actores como Billy Magnussen, Daniel Brühl y Richard E. Grant, quienes interpretan a estrellas inseguras y arrogantes, mientras que el personaje central es un asistente de dirección interpretado por Himesh Patel, quien lucha por mantener todo bajo control en medio del caos. "Hay un embudo muy delgado por el que pasan las producciones [de Marvel], que es el cerebro de Kevin Feige", relataron. "Todas estas decisiones recaen en una sola persona. Estaba haciendo ocho episodios de un programa de televisión y eso fue suficiente para volverme casi loco. Imagina tener una lista de esas películas y programas de televisión en su cerebro constantemente mientras la gente por encima de usted le dice que las puntuaciones de Rotten Tomatoes están bajando, las taquillas están bajando, la participación ha bajado", añadieron.
Cine de capa caída
Los creadores también critican cómo los estudios actuales, especialmente Marvel, han perdido la audacia creativa que les caracterizó en sus inicios. Brown señaló que en películas como Iron Man de 2008, el equipo tenía una libertad creativa que ya no existe, pues ahora los estudios están demasiado preocupados por complacer a los fans y ajustarse a las expectativas del mercado. Este cambio en la relación con el público ha llevado a una toma de decisiones basada en el miedo, en lugar de la confianza creativa que antes hacía a estas películas únicas. "Me pareció más interesante porque las películas de franquicia parecen estar atravesando una crisis", sentenció Brown.