Las pesetas, moneda oficial de España durante 133 años, forman parte de la historia económica y social del país. A pesar de haber dejado de estar en circulación en 2002, estas monedas todavía tienen un valor significativo para los coleccionistas y expertos en numismática. En el contexto actual, donde el mercado de coleccionismo de monedas antiguas está en auge, estas monedas pueden representar una fuente inesperada de ingresos, siempre y cuando cumplan con ciertos criterios como baja tirada, rareza o errores de acuñación.
Una moneda de Francisco Franco con un defecto de fabricación
El interés por las pesetas se ha revitalizado debido a su valor histórico y económico. A pesar de no ser canjeables por euros, algunas de estas monedas han alcanzado precios muy elevados en el mercado de coleccionistas.
Por ejemplo, una peseta de 1946, diseñada por el escultor Mariano Benlliure y que lleva la imagen del caudillo Francisco Franco, ha sido valorada en subastas por más de 7.000 euros. Solo existen 139 unidades conocidas de esta moneda, lo que aumenta su rareza y, por ende, su valor.
Una de las historias más interesantes alrededor de la peseta de 1946 es su diseño y distribución. Inicialmente, Francisco Franco ordenó detener su producción debido a un defecto en la acuñación que mostraba un bulto en la parte posterior de su cabeza. Este defecto llevó a que muchas de las monedas de esa serie fueran retiradas, pero algunas lograron circular y llegar a manos de clientes del Banco de Sabadell en Barcelona, convirtiéndose en objetos de gran valor numismático.
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En el mercado actual, estas pesetas pueden alcanzar diferentes valores según su estado de conservación. Aunque el precio de salida en subastas puede ser de unos 2.000 euros, algunos ejemplares han sido vendidos por más de 6.500 euros en portales de coleccionistas como Todo Colección. Estas ventas reflejan no solo el valor material de la moneda, sino también su importancia histórica y el interés de los coleccionistas por piezas únicas. Lo curioso es que esta moneda apareció en el remake de Resident Evil 4 de Capcom.
El fenómeno de la revalorización de las pesetas no es aislado. Otras monedas antiguas españolas también han visto incrementado su valor con el tiempo, especialmente aquellas con características únicas o conmemorativas. Este resurgimiento del interés por las monedas antiguas demuestra cómo objetos que alguna vez fueron comunes pueden transformarse en valiosos tesoros históricos y económicos, subrayando la importancia de conservar y valorar nuestras herencias numismáticas. Ahora solo queda buscar por los cajones de casa de los abuelos y desear muy fuerte que alguna de estas monedas de Franco se hayan quedado allí guardadas como calderilla cualquiera.
