La reciente decisión de Bruselas de imponer hasta un 38% de aranceles adicionales a los coches eléctricos chinos ha generado una considerable fricción geopolítica y comercial entre China y la Unión Europea. En respuesta, Pekín ha iniciado una investigación antidumping contra la importación de carne de cerdo europea, lo que afecta de manera particular a España. Esta rápida represalia pone de manifiesto las crecientes tensiones entre los dos bloques y la dificultad de mantener un equilibrio en un escenario internacional cada vez más complejo.
Mientras Europa impone un arancel del 38% Estados Unidos aplica un 100%
La medida de la Comisión Europea es parte de un patrón común en países que buscan protegerse de la competencia china en el sector de vehículos eléctricos. Sin embargo, la estrategia europea es más medida en comparación con la adoptada por Estados Unidos, que impuso un arancel del 100%. Los aranceles europeos se aplican de manera individualizada a cada fabricante, lo que significa que el impacto puede variar significativamente entre ellos. Por ejemplo, BYD podría verse menos afectado debido a su menor arancel y su fábrica en la UE, mientras que SAIC, que depende en gran medida del mercado europeo y no tiene planes de localización de producción, se enfrentará a mayores desafíos.
China contraataca con la carne de cerdo
Parece que el enfrentamiento entre China y la UE está en marcha, pero el desenlace es incierto. La Comisión Europea aún debe confirmar las medidas temporales con el Consejo a finales de año, y existe una división interna dentro de la UE sobre la imposición de estos aranceles. Países como Alemania se oponen debido a sus fuertes lazos comerciales con China, mientras que España y Francia están a favor. La investigación antidumping de China sobre la carne de cerdo europea parece un ataque directo a los intereses de estos últimos países, lo que añade un nivel adicional de incertidumbre.
Afectaría sobre todo a España
La relación comercial entre China y la UE es asimétrica, especialmente para países como España. Según el Boletín de Comercio Internacional del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, China es uno de los principales socios comerciales de España fuera de la UE, siendo el origen del 10,4% de sus exportaciones. Esta relación desequilibrada, con un alto déficit comercial para España, complica cada movimiento estratégico en la disputa. España se juega mucho en cada paso, y la imposición de aranceles por parte de Bruselas podría tener repercusiones significativas en su economía.
Europa necesita proteger su industria y mantener la competitividad frente a los subsidios estatales chinos, pero también teme una escalada proteccionista que dañe sus exportaciones y acceso al mercado chino. Además del sector automovilístico, esta pugna tiene implicaciones en otros frentes como el porcino, las renovables, los semiconductores y las materias primas. De hecho China advierte a la Unión Europea de que la medida puede frenar los planes de ser una Europa más verde.
