Mark Hamill es, y siempre será, Luke Skywalker. Hoy día cuesta pensar en otro actor para dar vida al Jedi más famoso de la Galaxia. No obstante, en sus inicios, cuando la franquicia Star Wars apenas estaba despegando, Hamill estuvo apunto de perder la vida, y George Lucas no habría tenido reparos en sustituirlo por otra estrella. Por suerte, esto al final no sucedió, sino que además provocó el origen de una de las escenas más icónicas y recordadas de esa obra maestra llamada 'El imperio contraataca'. ¿No conoces la historia? Ponte cómodo, que te la contamos.
Así fue el grave accidente de coche de Mark Hamill que inspiró a George Lucas para 'El imperio contraataca'
Corría el año 1977 y la primera película de Star Wars, hoy conocida como el 'Episodio IV Una nueva esperanza', llegaba a los cines de todo el mundo para cambiar para siempre la industria de Hollywood y alzar al estrellato más fulminante a un joven Mark Hamill. El largometraje largamente ideado por George Lucas fue un absoluto éxito de masas y cimentó las bases enseguida para una saga que se expandiría con otras dos películas más, en las cuales volveríamos a ver más aventuras de Luke Skywalker y compañía.
Sin embargo, en el periodo de tiempo que precedió al 'Episodio V El imperio contraataca', y justo poco antes del estreno de la primera película, nuestro héroe, Mark Hamill, sufrió un terrible accidente automovilístico. Perdió el control del coche en el que viajaba por ir demasiado deprisa y acabó saliéndose de la carretera. Por suerte, el "único" precio que pagó por esto fue una fractura de la nariz y de su pómulo izquierdo, un mal menor teniendo en cuenta que el accidente podría haberle costado la vida.
Eso sí, el incidente, en el que no hubo más involucrados ni heridos, fue una pesadilla para Hamill ya que durante un tiempo él llegó a pensar que su carrera estaba terminada. Y es que, de hecho, las heridas provocadas en su rostro podrían haber influido en sus próximos trabajos hasta el punto de apartarlo de la actuación.
Pero no fue así. Su rostro terminaría cicatrizando y recuperando la normalidad, aunque cambiaría un tanto en el proceso, lo que levantó sospechas y habladurías entre la gente -las malas lenguas decían que se había sometido a cirugía plástica-.
Hamill había pasado de tener una cara juvenil a una más curtida por sus heridas. El cambio fue suficientemente perceptible para todos como para que George Lucas sintiese que debía justificarlo de alguna manera en la siguiente película de Star Wars.
Así, durante el verano del 77, el director comenzó a formular las primeras ideas para la secuela en sus borradores de guion, y entre estas se sabe que había alusiones al Emperador, a la hermana perdida de Luke, y a una escena que explicaría las lesiones de Hamill.
La escena en cuestión terminó convirtiéndose en una secuencia que ha quedado inmortalizada para la posteridad en el metraje final de 'El imperio contraataca', y se trata de la escena del ataque del Wampa que sufre Luke en el planeta helado de Hoth a pocos minutos del inicio del filme, mientras está siguiendo el rastro de una sonda hasta una base rebelde.
Como recordaréis si habéis visto la escena (la tenéis encima de estas líneas), en ella Luke es sorprendido por un Wampa encolerizado que lo ataca sin apenas darle tiempo a defenderse, rasgándole la cara con sus enormes zarpas. Más adelante, el Jedi aparece colgado boca abajo en la caverna de la criatura, con graves heridas en su rostro. Cerca de convertirse en la próxima comida del Wampa, Luke logra usar la Fuerza a tiempo para atraer su sable de luz y librarse de una muerte segura, cortándole un brazo a la bestia y escapando del lugar para continuar con su misión personal.
Sin duda, un ejemplo de cómo la vida personal de los actores puede influir en las historias de las películas y una anécdota extraordinaria que al final no truncó la carrera del querido por todos Mark Hamill.
