Cuando eres una figura pública y más, cuando trabajas en una gran producción, todo lo que pongas en Internet captará rápidamente la atención, a veces para bien y otras para mal. Gina Carano, conocida también por otras ficciones como Deadpool, probablemente no tenía ni idea de que un tuit le costaría tanto su papel como la mariscal de campo Cara Dune en la serie de Disney The Mandalorian como proyectos futuros. Después de tres años, la actriz ha decidido llevar a los tribunales su caso y enfrentarse a los dos titanes que son Disney y Lucasfilm.
Los acusa de discriminación y terminación indebida de su contrato. Una discriminación fundamentada en sus opiniones vertidas en su perfil en X (Twitter) donde comparaba el odio hacia los republicanos estadounidenses con el que pasaron los judíos durante el Holocausto. Carano busca una orden judicial que obligue a Lucasfilm a reincorporarla, además del pago de 75.000 dólares en concepto de daños, y lo más curioso de toda esta historia recae sobre quién financia la demanda.
Una demanda financiada por Elon Musk
Resulta que el magnate Elon Musk (y X) ha decidido cargar con los costes legales del caso de Carano "por la libertad de expresión", señala él mismo. "Hace un par de meses, Elon Musk tuiteó que si lo hubieran despedido del uso de la plataforma (X) por ejercer su derecho a la libertad de expresión, le gustaría ofrecerles a estas personas representación legal", explica Carano en su publicación. "Para mi sorpresa, hace unos meses recibí un correo electrónico de un abogado que había sido contratado por X para investigar mi historia y muchas otras. Resulta que después de enviarles toda la información que pude recopilar estos últimos meses, mis abogados y X creen de todo corazón en mi caso y están siguiendo adelante. Me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento y agradecimiento a Elon Musk y a X por darme la oportunidad de sacar a la luz mi caso", continúa la actriz.
En 2021 Lucasfilm anunció que Carano no volvería a la aclamada serie tras sus publicaciones en redes. Estas acciones, según la compañía, eran inaceptables y denigraban a las personas basándose en su identidad cultural y religiosa. Carano, por su parte, refuta estas acusaciones, alegando que sus palabras fueron manipuladas y que fue víctima de acoso y difamación por no alinearse con las posturas de Disney y Lucasfilm sobre diversos temas sociales y políticos.
Un despido fulminante
"Después de 20 años construyendo mi carrera desde abajo, y durante el régimen del ex director ejecutivo de Disney, Bob Chapek, Lucasfilm lanzó este comunicado en Twitter, despidiéndome de The Mandalorian: ‘Actualmente Gina Carano no trabaja para Lucasfilm y no hay planes para que lo haga en el futuro. Sin embargo, sus publicaciones en las redes sociales denigrando a las personas por su identidad culturales y religiosas son aborrecibles e inaceptables’. Nada más lejos de la verdad", señala ella misma en un comunicado en X, subrayando que se sintió "perseguida".
"Porque no estaba en línea con la narrativa aceptada entonces. Mis palabras eran consistentemente retorcidas para demonizarme y deshumanizarme como si fuera una extremista de la derecha. Fue una campaña de difamación intimidatoria destinada a silenciarme, destruirme y convertirme en un ejemplo", añade en el documento. Carano se defiende aludiendo a un tono de respeto y casi de comedia como si fuera memes de internet. Niega haber realizado la comparativa de la que se le acusó, subraya no ser racista ni tránsfoba, destacando que con su comentarios sobre el confinamiento, las vacunas y las mascarillas solo trataba de "ir más allá y exponer los hechos ante la luz".
Libertad de expresión de la que sí gozaron sus compañeros de reparto, según Carano
Incluso ha reservado un dardo para la industria entera, a la que acusa de defender de forma hipócrita y falsa a las mujeres, cuando la realidad, según señala, es que mientras sus compañeros de reparto gozaban de libertad de expresión a la hora de materializar sus opiniones, ella no tuvo esa oportunidad. "Entonces, ¿por qué a mis compañeros de reparto masculinos se les permitió hablar sin acoso, cursos de reeducación o despido, pero a mí no se me concedió el mismo derecho a ejercer mi libertad de expresión? Los artistas no renunciamos a nuestros derechos como ciudadanos estadounidenses cuando empezamos a trabajar", explica en el comunicado. De hecho, señala a una publicación de Pedro Pascal de 2017 comparando al expresidente Donald Trump con Hitler.
Una demanda plagada de referencias a Star Wars
La demanda civil de 59 páginas , presentada en un tribunal federal de California, expone acusaciones de despido injustificado y represalias en una narrativa cargada de referencias a Star Wars, según señala la BBC. "Hace poco tiempo, en una galaxia no tan lejana, los demandados dejaron claro que sólo una ortodoxia en pensamiento, discurso o acción era aceptable en su imperio, y que aquellos que se atrevieran a cuestionar o no cumplieran plenamente no serían tolerados", comienza la denuncia.
Carano afirma en la misma que fue despedida "porque se atrevió a expresar sus propias opiniones... y se enfrentó a la turba de matones en línea que exigían que ella cumpliera con su ideología progresista extrema". Según la denuncia, Disney y Lucasfilm acosaron y difamaron a Carano por negarse a conformarse con sus puntos de vista sobre cuestiones relacionadas con Black Lives Matter, preferir pronombres y afirmaciones refutadas de interferencia electoral, según destaca The Hollywood Reporter.
El tuit de la discordia
En el controvertido tuit de Carano se podía leer: "Los judíos eran apaleados en las calles, no por los soldados nazis sino por sus vecinos... incluso por niños. Como la historia está editada, la mayoría de la gente no se da cuenta de que para llegar al punto en el que los soldados nazis podían atrapar a miles de judíos, el gobierno primero hizo que sus propios vecinos los odiaran simplemente por ser judíos. ¿Cómo es esto diferente a odiar a alguien por sus ideas políticas?", un texto que fue borrado al poco de ser publicado aunque no fue suficiente, ya que cientos de usuarios lo habían guardado y siguió corriendo por las redes sociales viralizándose.
Desde su despido de la serie de Disney, Carano se ha asociado con el sitio de derecha de Ben Shapiro, con The Daily Wire (una empresa de medios conservadores estadounidenses), e incluso ha hecho un western de terror 'Tensión en Montana'. También protagonizó junto a Laurence Fox My Son Hunter, un drama distribuido por Breitbart sobre Hunter Biden. Una producción vinculada a los escándalos a causa de algunas publicaciones de Fox en las que acusaba a Crystal de RuPaul's Drag Race de pedofilia y por las que fue demandado.
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— Elon Musk (@elonmusk) February 6, 2024
