El debate en torno a la inteligencia artificial (IA) y la posibilidad de que escape de nuestro control no es un tema reciente. La idea de que la IA alcanza autonomía completa, un momento bautizado como singularidad, ha sido una fuente de inquietud sobre el futuro de la tecnología y su impacto en la humanidad. Incluso algunos documentos de OpenAI, creadores de ChatGPT, alertan sobre esto.
Ahora, un científico especializado en inteligencia artificial, Ben Goertzel, CEO de SingularityNET, pronosticó que la singularidad podría materializarse en 2031, según avanza PopularMechanic, marcando un nuevo capítulo en la relación entre humanos e inteligencia artificial. Goertzel sugiere que para entonces, las inversiones en IA habrán sido tan exitosas que la tecnología operará de forma independiente, sin necesidad de intervención humana.
Escepticismo
Este escenario plantea tanto riesgos como beneficios potenciales. Sin embargo, la falta de una base científica sólida para predecir con precisión cuándo ocurrirá la singularidad lleva a cuestionamientos sobre la validez de estas afirmaciones, con algunos expertos sugiriendo que podrían estar motivadas por intereses económicos. De hecho, las afirmaciones de este científico no están exentas de escepticismo.
Mientras algunos científicos y expertos consideran que la IA general y singular está lejos de ser una realidad, otros, como Elon Musk, apoyan la idea de una IA avanzada. Goertzel argumenta que la creciente inversión en IA acelerará su desarrollo, llevándola a la singularidad antes de lo previsto. A pesar de esto, es crucial reconocer que Goertzel tiene intereses económicos, dado que su empresa se enfoca en alcanzar la Inteligencia Artificial General (AGI).
Reflexionar sobre la evolución de la IA es contemplar un camino fascinante y a veces desconcertante. Desde la idea de robots humanoides autoconscientes hasta comparaciones de la IA con bombas atómicas por figuras como Bill Gates, la percepción de esta tecnología oscila entre promesa y amenaza. La posibilidad de que la IA adquiera autonomía plantea dilemas éticos, de seguridad y control que aún estamos aprendiendo a manejar.