Netflix ha cerrado el grifo. La plataforma ha considerado que, tras arrojar más de 60.000 millones de dólares en series y películas, es momento de aflojar el ritmo y reducir presupuestos. El portal se ha caracterizado por invertir enormes cantidades de dinero en contratar a directores de alto perfil o películas con estrellas de Hollywood, pero esa tendencia, tras los desafíos técnicos que se avecinan y las numerosas cancelaciones en divisiones como la animación, se ha terminado. Paris Paramount, un filme con una enorme cantidad de figuras de primer nivel del Séptimo Arte, ha pagado los platos rotos: se acabó el gastar dinero tontamente y no verá la luz del día
Netflix recorta el presupuesto de una de sus películas más esperadas, la cancela sin remisión y tiene una razón: hay que rentabilizar las inversiones
Tras las auténticas barbaridades gastadas en 2020, 2021 y 2022 en producir y promocionar películas como El agente invisible, Alerta Roja, El proyecto Adam o El irlandés, Netflix ha decidido poner pie en pared y reducir el presupuesto de la última comedia de la prestigiosa directora Nancy Meyers, Paris Paramount, que cuenta con un reparto encabezado por Scarlett Johansson, Owen Wilson, Penélope Cruz y Michael Fassbender. Al parecer, según relatan en Deadline (vía ComicBook) las preocupaciones presupuestarias de la directora estarían en el centro de los desacuerdos, hasta tal punto que el proyecto se ha cancelado.
La directora quería contar con 160 millones de dólares para producir el filme, una cantidad mucho más alta que los 100-130 millones presupuestados en un principio para el inicio del rodaje. Eso, unido a que se podrían haber elevado los costes actuales en términos de localizaciones y equipos, han llevado a Netflix a intentar renegociar con la cineasta para evitar desencuentros mayores. Sin embargo, la reunión no habría salido bien, ninguna de las partes cedió, y la película se cancelará.
Sin ningún tipo de término medio. Ahora Meyers se ha encontrado con un problema grave, ya que deberá buscar una nueva plataforma o estudio para su película, la primera desde 2015.
¿A qué se debe este cambio de tendencia? A dos motivos: el primero, Netflix necesita producir menos contenido y de mayor calidad. Invertir enormes cantidades de dinero en películas que no gozan del suficiente impacto cultural o relevancia entre los espectadores no tiene demasiado sentido cuando hablamos de un momento de incertidumbre económica. El segundo, está relacionado directamente con la competencia. La estrategia de otras plataformas pasa por seleccionar mejor los proyectos que reciben luz verde, dotarlos de una promoción más acorde y de luchar por los circuitos de exhibición tradicionales en busca de prestigio. Netflix lo ha entendido, Sin novedad en el frente es una buena muestra -galardonada en los Premios Óscar- por lo que no sería de extrañar que la estrategia cambie en los próximos meses y años.