¡Cuidado spoilers! En este texto hablaremos libremente sobre Ant-Man y la Avispa: Quantumanía y sobre Mundo Extraño.
El pasado 25 de noviembre de 2022 se estrenó en salas de cine un largometraje que pinchó en crítica y en recaudación: Mundo Extraño. Dirigida por Don Hall y Qui Nguyen, la obra en cuestión nos pone en la perspectiva de una familia que se ve obligada a explorar un mundo desconocido para salvar su tierra. Una extraña enfermedad está destrozando sus cosechas y pronto la vida terminará si no consigue remediarlo. En ese mundo inexplorado por el hombre, los Clades se enfrentan a todo tipo de peligros: desde criaturas monstruosas hasta territorios inestables que son complicados de atravesar. Conocen a lugareños, crean nuevas amistades y hacen frente al terrible mal que asola su esperanza de vida.
Mundo Extraño ha sido el principal referente de Ant-Man y la Avispa: Quantumanía
Ese mundo extraño, valga la redundancia, posee una paleta de colores excelente y unos apartados artísticos que pocas veces habíamos visto en otras películas de Disney. Mundo Extraño fue terriblemente maltratada por la inclusión que mostraba. Sin embargo, si nos fijamos en su rico escenario fantástico nos daremos cuenta del trabajazo que hizo la Casa del Ratón en lo que se refiere a imaginar de cero un mundo tan vivo (nunca mejor dicho). Aunque Ant-Man y la Avispa: Quantumanía ha arrasado en recaudación, la crítica no ha estado del todo de acuerdo y ha vapuleado, en parte, el trabajo de Peyton Reed y su equipo. Uno de los apartados más criticados, incluso por nosotros en nuestro análisis, ha sido el exceso de CGI que luce el filme.
La tercera entrega de Ant-Man desprende chorros ingentes de efectos digitales, y eso termina sobrecargando demasiado la totalidad del proyecto, convirtiéndolo en una fiesta de CGI en la que los actores deambulan constantemente frente a pantallas verdes para dar vida a sus personajes. Ahora bien, ese Reino Cuántico sobrecargado que habíamos visto en anteriores ocasiones, luce un parecido inmenso con el paraje de Mundo Extraño: sus colores, sus criaturas, su fauna y su flora... Es evidente que en Ant-Man 3 se ha reciclado parte de los apartados artísticos de Mundo Extraño, la única diferencia es que en la última mencionada todo quedaba justificado, mientras que en la primera no.
El filme de Peyton Reed representa a criaturas que nos recuerdan a bacterias, organismos pequeños y componentes que podríamos encontrar en nuestro propio cuerpo si lo analizásemos con un microscopio. En Mundo Extraño eso quedaba justificado, puesto que los protagonistas estaban dentro de un ser con aspecto de tortuga gigante, y se termina descubriendo que todos los elementos que vemos en la cinta con partes de su cuerpo. En Ant-Man y la Avispa: Quantumania, eso no es tanto así. Lo que busca la cinta de Reed es replicar lo que vemos en otras obras de ciencia ficción para que el público se sienta familiarizado con este mundo de género.
Lo que más llama la atención es ese reciclaje de universo que se ha hecho en Ant-Man en base a un proyecto de Disney que no tuvo ningún tipo de salida, ni en cines ni en streaming. Probablemente, la compañía quería darle provecho a ese mundo de algún modo, puesto que a decir verdad, Mundo Extraño es una de las películas de animación más potentes visualmente de los últimos años. Solo hay que ver su paleta de colores para darse cuenta de ello. Casi cada escena podría exponerse en un museo, y eso no se suele ver demasiadas veces. ¿Se ha quedado Marvel sin ideas y está estirando de otros proyectos para crear sus mundos?
