Ya hemos visto cómo los deepfake pueden jugarnos una mala pasada si no estamos muy atentos, con actores y actrices que no son reales y se pavonean ante nuestros ojos. Pero la inteligencia artificial puede hacer mucho más. Los grandes desarrolladores confirman que la IA será la gran revolución tecnológica, con países como China alertando de su peligro. En esta cronología del progreso, los investigadores de Disney han revelado una nueva herramienta de envejecimiento y reducción de edad que hará que los actores y actrices parezcan más mayores o más jóvenes sin necesidad de complejos efectos especiales de alto presupuesto.
Disney va a engañarnos con sus nuevos efectos especiales y rejuvenecerá a los actores y actrices de forma automática
Marvel, desde Civil War y Ant-Man, lleva probando formas y técnicas de rejuvenecer a sus actores y actrices más veteranos. Lo hizo con Robert Downey Jr., lo hizo con Michael Douglas y Michelle Pfeiffer y lo ha hecho en series como The Mandalorian. Pero para obtener resultados de gran calidad como los que se ven en la película, los artistas de efectos digitales, profesión en la que los trabajadores están sometidos al crunch y a las explotaciones de las grandes majors, tuvieron que pasar semanas borrando las arrugas y otros signos de la edad del rostro de las figuras escogidas. Otra de las técnicas se apoyaron en la sustitución completa del rostro y la cabeza de los actores y actrices por modelados en 3D, aún más costoso y complicado de presentar en pantalla.
Disney, buscando hacer la tecnología más cómoda, barata y fácil de usar, ha estado trabajando durante años en un sistema de sustitución de rostro a través de la inteligencia artificial que permita a los creadores la posibilidad de rejuvenecer o envejecer el rostro de una persona de la mejor manera. Automatizando esta herramienta, así como licenciándola, los de la empresa del ratón han encontrado la forma de facilitarse el trabajo de cara a sus futuras producciones cinematográficas y un nuevo campo de monetización al permitir que otros creativos puedan acceder a ella. Hace dos años, Disney Research Studios desarrolló herramientas impulsadas por IA que podían generar videos de intercambio de rostros y ahora han vuelto a dar en el clavo.
Gracias al uso de redes neuronales y del aprendizaje automático, podemos reducir la edad de una persona con un simple clic. Sin embargo, la tecnología únicamente funcionaba en fotografías o planos fijos, siendo muy difícil obtener resultados fotorrealistas en vídeos en movimiento. Se producían artefactos, problemas de sincronización o incluso aberraciones visuales muy terroríficas. Disney trabajó en estos problemas durante años, construyendo una herramienta que parece haber solventado todos los errores vistos hasta la fecha.
¿En qué se basa y cómo funciona la nueva tecnología de envejecimiento y rejuvenecimiento de Disney?
Es sencillo. Disney, como explican ellos mismos en un post, primero se dispuso a crear una enorme base de datos con miles de rostros sintéticos generados de manera aleatoria. En ellos se aplicó una herramienta de envejecimiento de aprendizaje automático ya comercializada, siempre intentando envejecer y reducir la edad de estos miles de sujetos de prueba fake. Una vez obtenidos miles de resultados, construyeron una nueva red neuronal llamada FRAN (face re-aging network), a la que entrenaron para actuar de forma automática con los mejores resultados.
De esta manera, cuando FRAN recibe una foto, en lugar de generar una foto de rostro alterada simple y retocada, es capaz de predecir qué partes de la cara se podrían alterar con la edad, añadiendo o eliminando arrugas, superponiendo estos resultados sobre la cara original y construyendo una especie de capa o malla virtual que se ajusta a la forma facial del sujeto. Gracias a esta aproximación, se preserva la apariencia del actor o actriz, manteniendo su identidad e incluso en circunstancias complejas, como escenas con movimiento y efectos externos en forma de lluvia, sol o nieve. Es tal el nivel de precisión de FRAN que es capaz de adaptarse a cualquier circunstancia audiovisual, ofreciendo versatilidad y poco trabajo a los encargados de los efectos especiales que únicamente tendrán que trabajar en la integración general de la escena y el rostro.
