Existe una corriente que señala que las series de televisión contemporáneas son, en su mayoría, películas enmascaradas dentro de un formato seriado para poder pasarse directamente en streaming de una forma más dilatada en el tiempo. Obras en las que no ocurre nada hasta puntos clave o el final. En muchos casos eso se considera como una ventaja con respecto a aquellos que preparan largometrajes para la gran pantalla, pero lo cierto es que es un tanto más complejo la realización de un proyecto que se compone, como poco, de quizá 20 horas. Eric Kripke ha estallado ahora contra aquellos que señalan además que en las series no ocurre nada salvo en esos últimos compases. The Boys, por ejemplo, suele estar metida en ese grupo que abusa un poco de los cliffhangers.
"Como un tío de televisión que soy, que tiene que mantener el interés de la gente durante 22 horas al año, no entiendo cuál es el beneficio tras el típico: 'Espera no te preocupes. Los críticos te dirán que en el episodio 8 está lo bueno para los fans'. O los que dicen: 'Bueno, realmente estoy con una película de 10 horas'. ¡Que os den! No estás haciendo eso. Estás con una serie de televisión. Estás en el negocio del entretenimiento", exclama con fuerza para Vulture.
Las series de televisión acarrean mucho trabajo, sobre todo si son de largas tiradas
Dejando a un lado The Boys, hay que tener en cuenta que Kripke también estuvo trabajando en Supernatural, una serie compuesta por 15 temporadas que ha mantenido a la audiencia absolutamente enganchada a base de giros de guion imposibles. Mantener ese nivel de atención no es sencillo y es evidente que puede llevar mucho más trabajo que un largometraje, cosa que tampoco hay que tomar como norma general. The Boys está siendo a día de hoy un verdadero éxito, con una temporada 4 confirmada y un spin-off en marcha (que posiblemente sea el último). Ambas ficciones tienen incluso preparado un crossover en mente, ahora solo falta ver cómo se ejecuta eso.
