En 2004 Wolfgang Petersen se ponía tras las cámaras de un relato mitológico que nadie jamás había representado con unas magnitudes tan gigantescas. La historia de Troya, de Aquiles y de la princesa Helena, que fue el detonante de una de las batallas más brutales que la ficción antigua ha contemplado. No obstante, aunque el largometraje en sí fuera digno de ser recordado (con ese combate legendario entre Brad Pitt y Eric Bana), Diane Kruger (quien afirmó que Tarantino no quería que estuviera en Malditos Bastardos) ha explicado ahora que no tuvo precisamente una buena experiencia pasando el casting del proyecto.
Una desagradable experiencia
Según ha revelado la actriz para Variety, su prueba la hizo completamente en solitario únicamente con un atuendo de la época como único vestuario. Kruger se reunió con un alto ejecutivo del estudio para poder hacer ese prueba para entrar en la película y ha asegurado que se sintió como un pedazo de carne, puesto que únicamente la miraban de arriba a abajo y le hacían preguntas un tanto redundantes:
Han pasado dieciocho años desde el estreno de Troya en salas de cine, y Kruger está claro que quedó traumatizada por esa actitud propia de Harvey Weinstein. La actriz, por otro lado, no ha querido revelar el nombre de esa persona que le hizo la audición para la película, por lo que probablemente esto solo se quede como un recuerdo que sería mejor borrar de la cabeza. "Creo que cuando empecé, me sentía como, esto es lo que es. Así es Hollywood", decía la actriz para rematar.
