¡Atención! Este texto contiene spoilers del capítulo 80 de Dragon Ball Super, por lo que si no has leído ese tomo no continúes leyendo.
Dragon Ball Super está atravesando ahora mismo una fase un tanto extraña. Por un lado, hemos podido disfrutar de una nueva transformación de Vegeta en su estado más puro, el Mega Instinto, luciendo unos poderes que hasta ponen en jaque lo visto hasta la fecha con Son Goku. Ha sido una faceta de este arco de Granolah la mar de interesante, porque ha permitido conocer en más detalle los pensamientos internos del personaje, cómo se siente y cómo enfoque él los combates. Pero, por otro lado, tenemos un problema: el mismo Granolah es como una montaña rusa.
El villano tiene momentos álgidos y momentos en los que dan ganas de no continuar leyendo o viendo más contenido. Empero, el capítulo 80 del manga de Dragon Ball Super nos ha cambiado un poco esa visión y ha ofrecido un equilibrio la mar de entretenido, con un Granolah muy poderoso que ha sacado a relucir nuevos movimientos que podrían marcar un antes y un después para muchos fanáticos.
Golpes y más golpes
Granolah está empezando a mostrar demasiado sus movimientos típicos en sus combates contra Gas. Y eso hace que, por extensión, Heeter aprenda todos los movimientos y el primero quede como un simple luchador inexperto. Ahora bien, Granolah está sacando su arsenal con una serie de golpes que, ojo, pueden ser relevantes para el futuro. Sobre todo para nuestros queridos protagonistas.
Gas tiene ya por la mano cómo se mueve Granolah, pero la cosa cambia totalmente cuando este último demuestra que puede multiplicarse sin pestañear, realizar transmisión instantánea, crear cortinas de humo para generar confusión... Granolah todavía tiene mucho potencial que explotar y aún no hemos visto apenas nada de todo su potencial. Solo la punta del iceberg, y eso realmente es lo que nos preocupa.
¿Es Granolah mucho más fuerte de lo que creíamos? ¿Puede ser que el personaje esté guardando, como Freezer, sus mejores dotes para el final? Eso quiere decir que estamos frente a un personaje con un potencial impresionante por delante. Y la cosa no ha hecho más que empezar.
