¡Atención! En este texto hay spoilers de Arcane, la nueva serie de animación de Netflix basada en el universo de League of Legends.
Arcane ha concluido su primera temporada y ha dejado el hype por las nubes de cara a su continuación, que no llegará, por desgracia, hasta dentro de mucho tiempo. Y es que a pesar de que la temporada 2 está ya en producción, hay que tener en cuenta que los primeros nueve episodios tardaron seis años en publicarse. Sin embargo, la temporada 1 ha dejado momentos que van a ser analizados durante mucho tiempo. Uno de ellos, por lo menos desde nuestro punto de vista, es su poderoso final, allá en el tercer acto.
En ese último compás de la historia, conocemos a la nueva Jinx, que tiene a Silco, Vi y Caitlyn capturados y los reúne en una larga mesa para asistir a la que se concibe como la última cena de los personajes. O por lo menos la última en lo que se refiere a conocerles como lo hemos hecho hasta ahora (sobre todo en el caso de Powder). Dicha secuencia rompe por completo con todo lo visto en la ficción hasta el momento, puesto que se concibe como una verdadera escena de terror, extraída de referentes de lo más clásicos como La Matanza de Texas de 1974. Sí, puede que no se busque el mismo efecto, pero desde luego los ingredientes están ahí.
Tobe Hooper, Rob Zombie o incluso la misma Capcom...
La escena se plantea con una iluminación muy baja, con un ambiente que parece una especie de circo macabro abandonado y hasta se ata a los comensales a la mesa con la finalidad de que se coman todo lo que se sirva, un concepto que articuló el mencionado Hooper en los setenta con los primeros compases del género slasher asentándose en el celuloide.
Jinx, siendo aquí ya en un monstruo debido a los experimentos que se han realizado con ella (ese mad doctor pseudosecuaz de Silco) y que le dan un toque frankensteiniano, remarcando su recta final hacia una evolución con parada directa a la locura y la demencia, sirve aquí como maestra de ceremonias de Vi. La otra protagonista de la historia, la cara B de Arcane convertida aquí en la final girl que solo puede ver cómo el mundo arde a su alrededor.
El desenlace de Arcane se decide todo a cara o cruz, pero todo orquestado por un escenario que bebe, como decíamos, del puro terror de serie B como La Matanza de Texas pero, también de La casa de los 1000 cadáveres (importantísima aquí en este tercer acto, se nota mucho la mano de Zombie en esa atmosfera malsana) o incluso la secuencia de la cena de Resident Evil 7. Sí, somos conscientes de que las dos últimas beben también del film de Leatherface, pero no dejan de ser ahora mismo símbolos para Arcane.
La suciedad, el desorden, el caos, la locura todo son elementos que forman parte de la coctelera de la escena de Hooper que ha ido evolucionando con los años y, poco a poco, ha ido sufriendo varias reinterpretaciones. La de Arcane, por ahora, se cuela entre las más destacadas. ¿Tendrá la temporada 2 más momentos de puro terror?
