El universo genera más ruido del que creemos. Hace unas semanas os contábamos cómo use grababan unas señales de alta frecuencia procedentes de una posible acumulación de materia oscura y es habitual que nuestras sondas capten zumbidos en la inmensidad del espacio. Pero como nos explican desde The Astrophysical Journal, los astrónomos están desconcertados con la señal de radio que están captando proveniente del centro de la Vía Láctea. Hasta la fecha, han sido incapaces de discernir qué objeto celeste puede estar provocándolas.
Hay algo que emite señales en el centro de la Vía Láctea
Como nos explican desde Gizmodo, el objeto que produce la señal ha sido bautizado como ASKAP J173608.2-321635 y su descubrimiento puede marcar un antes y un después en la astronomía. "Puede representar una nueva clase de objetos que se están empezando a descubrir a través del análisis de ondas de radio", explican en su análisis. Al parecer, la señal ha estado emitiendo una serie ondas de radio sin seguir ningún patrón específico durante varias semanas seguidas. Misteriosamente, se pararon en seco hace unos días. La señal que han captado estos científicos era una muy polarizada, es decir, la orientación de la oscilación de la onda electromagnética estaba torcida, tanto lineal como circularmente.
Entre abril del pasado 2019 y agosto de 2020, los astrónomos detectaron la señal un total de 13 ocasiones, pero no fueron capaces de catalogarla ni encontrar si origen con rayos X o infrarrojos. Lo primero que podemos pensar, es que se trata de un objeto extraterrestre o de procedencia alienígena. Bueno, es una posibilidad. Pero existen varios tipos de estrella que podrían coincidir con esta descripción, como los magnetares, las estrellas binarias y otros cuerpos celestes, pero al no aparecer en el rastreo realizado por infrarrojos y rayos X, podríamos decir que quedan descartadas. Los púlsares son otra opción, son relativamente comunes, pero hay aspectos que no parecen cuadrar con la descripción de los científicos.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que ASKAP J173608.2-321635 compartía ciertas propiedades con otras señales detectadas y provenientes del centro de nuestra galaxia a comienzos del año 2000 y que todavía siguen siendo un misterio y cuyo origen es completamente desconocido. "Aumentar la cadencia de la investigación y comparar los resultados de esta búsqueda con otras regiones nos ayudará a comprender cómo de verdaderamente único es el objeto ASKAP J173608.2-321635 y si está relacionado con el plano galáctico, lo que en última instancia debería ayudarnos a explicar su naturaleza", han explicado los autores del descubrimiento, que está causando cierto revuelo en la comunidad científica y de la que se han hecho eco varios medios especializados.
