El 4 de julio está al caer en Estados Unidos. Es la fiesta del país, el Día de la Independencia, y muchos actores, actrices y personalidades aprovechan para sacar su lado más patriótico con frases, discursos y comentarios profundos sobre lo que significa ser estadounidense. Pero en términos cinematográficos hay una persona que está por encima de todo: Bill Pullman. El actor, protagonista de Independence Day y artífice de su éxito, encarnó al presidente Withmore en la película sobre invasiones extraterrestres de Roland Emmerich y pasó a la historia como uno de los líderes de ficción más emblemáticos y carismáticos gracias a un discurso que ha sido usado hasta por políticos como Donald Trump. Ahora lo recupera para luchar contra el coronavirus y pedir fondos para seguir vacunando a la población.
Todo el mundo le pide que haga el discurso y ahora lo ha hecho por una buena causa
Han pasado muchos años desde la cinta de 1996, e Independence Day ha tenido hasta una secuela por el camino -puede que incluso una más-, y no han sido poco los intentos de intentar que Bill Pullman se aproximara a su épico alegato. El actor ha accedido finalmente a reinterpretarlo para un spot de la marca de cervezas Budweiser, una de las que mayor presencia tiene en Estados Unidos, y que se ha asociado con la ONG Direct Relief en su campaña de cara a fomentar la vacunación contra el coronavirus. "Durante todos estos años, me han dicho: '¿Quieres hacer el discurso? Tenemos una versión muy graciosa y podrías hacerla", explica Pullman, que nunca se había atrevido a reinterpretar el parlamento, pues temía diluirlo o profanarlo. Décadas después, Pullman confiesa que siente un gran respeto por las palabras que le escribió Dean Devlin.
"Al principio, querían que el concepto original fuera algo así como 'hemos sobrevivido a la Covid, vámonos de fiesta', y yo pensé: 'esto no está bien'", argumenta. De hecho, el actor ha querido hacer las cosas bien. Su salario ha sido donado íntegramente a la campaña de vacunación COVAX, y durante semanas, mientras estudiaban la propuesta del actor de reformar el guion y el discurso, creyó que no le harían caso y todo quedaría en saco roto. "Fue en el último minuto y no pensaba que fuesen a hacerlo, pero al final abrazaron la idea", concluye. Eso sí, es la segunda vez que lo reinterpreta si nos ponemos quisquillosos, la primera tuvo lugar en la pasada Super Bowl de 2016 como parte de la promoción de Independence Day: Contraataque. Con el visto bueno de Roland Emmerich y Dean Devlin, decidió donar los 100.000 dólares de su salario a obras benéficas. Os dejamos con el discurso original porque no viene de más recordarlo.
