Quentin Tarantino es una figura de caos dentro de la industria del cine norteamericano actual. El realizador, que ya contempla su jubilación, ha estado hablando de la novelización y la obra de teatro de Érase una vez en Hollywood, de lo que hemos hablado largo y tendido en Vandal Random. Aunque su último film hasta la fecha ha sido alabado por crítica y público, hay un elemento controvertido que sigue despertando críticas a día de hoy: su versión de Bruce Lee. Harto de que le pregunten por el actor y experto en luchas marciales, ha contestado en Entertainment Weekly qué le parecen este tipo de comentarios negativos.
"Si no te gusta chúpame la polla"
Empecemos por el principio. La escena de Érase una vez en Hollywood es poco favorecedora y enfrenta a la estrella de las artes marciales con Cliff, el especialista de cine y chico para todo que trabaja junto al personaje de Leonardo DiCaprio y al que interpreta Brad Pitt. Tras un intercambio de insultos y vaciles variados, ambos entran a pelear y Cliff lo tumba.
Tarantino afirma que se ha inspirado en el personaje de verdad, en su manera de hablar y presentarse a los trabajadores de la industria, y que ese tipo de anécdota ficcionada es una representación de todo ello. Por eso está harto de las críticas. "Puedo entender que su hija tenga problemas con ello. Es su jodido padre, y lo entiendo", explicaba Tarantino en una entrevista con Joe Rogan. "Pero el resto del mundo me puede chupar la polla", matizaba.
"Si Cliff se hubiera enfrentado a Bruce Lee en un torneo de artes marciales en el Madison Square Garden, no habría tenido ninguna oportunidad. Pero Cliff es un asesino que ha matado gente en la jungla, y no dudaría en matar a Bruce Lee", continúa sobre el hecho de que su personaje tumbe al Lee. En relación a Bruce Lee, continúa dejando caer que no era muy apreciado por sus compañeros de rodaje, y menos entre los especialistas. "Los especialistas de El avispón verde le odiaban", explica en relación a la biografía escrita por Matthew Polly y que añade varias capas de profundidad a la figura del actor. "No sentía ningún respeto por los especialistas estadounidenses. Seguramente, su actitud era 'no son lo bastante buenos. Son unos maricas. Quiero que esto parezca real'. Pero los especialistas no hacen eso. No es profesional", dejaba caer el director de Pulp Fiction.
"Al igual que en el caso de Charles Manson, todo ese rollo de maestro espiritual era puro teatro. De la misma manera que Charles Manson quería ser una estrella del rock, Bruce Lee quería ser una estrella de cine", concluía.