No hay vuelta atrás: los premios Oscar han dejado de interesar a los espectadores. La 93ª edición de entrega de los premios fue la menos seguida de la historia desde que se registran los datos de audiencia.Según confirman en Variety la gala, que fue emitida por ABC el pasado domingo 25 de abril, apenas congregó a 9,85 millones de telespectadores. Se trata de un desplome evidente.
¿Por qué no interesan los Oscar?
Hablamos de un descenso bastante grande. La cifra nos muestra una caída del 58,4 por ciento con respecto a la ceremonia de 2020, una gala que fue seguida por 23,64 millones de personas y que de hecho, ya había sido la gala menos vista de los Oscar hasta la fecha. La agencia de medición y análisis Nielsen va más a allá en sus conclusiones en el informe, y remarca que el rango del público objetivo, el de la edad comprendida entre los adultos de entre 18 y 49 años, se situó en un rating de 1,9 en contraste del 5,3 del pasado año. Hay varios factores a tener en cuenta.
Por un lado, dado que los premios de este año han estado plagados de limitaciones de producción y por los efectos generales de las medidas sanitarias de la COVID-19, entendemos que no han sido bonitos de ver por la televisión. Además, no es algo de esta edición en concreto: los Oscar cada vez interesan menos y eso se ha ido viendo las métricas de audiencia e interés general. Hollywood lo sabe, y preocupada por las tendencias de consumo de entretenimiento, estaría explorando nuevas fórmulas. Hace unos años, este tipo de galas generaban un gran interés entre los espectadores y los anunciantes que aprovechaban los cortes de la emisión para mostrar sus mejores anuncios y productos, así como tráilers.
Muchos han criticado también la manera en la que se presentó el show, que no fue para nada atractivo de cara al espectador. Hablamos de una ceremonia sin clips de las películas nominadas, sin humor, sin ningún tipo de actuación musical y sin apenas ritmo. Solo teníamos los discursos de los ganadores y las intervenciones de los distintos actores y actrices que los presentaban. El formato no es divertido, y con la diatriba de la pandemia encima de sus hombres, menos todavía. Pero como informan en Variety, no es un caso aislado: este año los premios de las distintas industrias del entretenimiento se han dado de bruces con la realidad. Por ejemplo, la audiencia de los Grammy decayó en un 51 por ciento, los Globos de Oro bajó hasta un 62 por ciento, y los premios del sindicato de actores un 52 por ciento.