Steve Perlman, director de OnLive, ha explicado las razones por las que su empresa ha sido finalmente comprada tras afrontar incluso la posibilidad de tener que declararse en bancarrota. Frente a algunas especulaciones, Perlman no cree que haya sido cuestión del modelo de negocio de ofrecer juegos en la nube, sino de fallos en las previsiones de cuántos servidores harían falta y el volumen de trabajadores, excesivo en su opinión.
No solo el coste técnico, sino también el humano, jugó en su contra, según Perlman. "Expandimos dramáticamente el número de trabajadores", señala.
"Hemos superado la recesión sin desconexiones ni despidos", evalúa, pero al mismo tiempo cree que el coste de los salarios estaba por encima de lo que podían afrontar.
Sigue sin desvelarse quién ha comprado la empresa
Perlman ha mantenido en secreto la identidad de la compañía que ha comprado OnLive y se ha limitado a decir que el comprador "es un tío extraordinario" que cuenta con "mucha experiencia y es conocido en los fondos de inversión", por lo que parece que ha sido la compra de un inversor particular y no una compañía o fondo colectivo.
Es un hombre "con una gran fortuna" que cree que OnLive "es el futuro de todo", ha explicado Perlman. Esa fortuna no ha impedido, sin embargo, que al final se despida entre 150 y 200 trabajadores, pese al comunicado de OnLive que negó despidos masivos en un primer momento.