Warren Spector, de Junction Point, responsable de Epic Mickey, y de clásicos como Deus Ex, se ha mostrado especialmente contrario a la violencia en los videojuegos y cree que la representación excesiva y extremada de la misma puede acabar dando problemas a la industria.
Para Spector "tenemos que dejar de adorar la ultraviolencia. No creo que los que defienden que puede tener efectos negativos, pero sí creo que estamos haciendo de la violencia un fetiche". No solo eso: "en algunos casos, estamos mezclándola con una visión adolescente de la sexualidad. Creo que es de mal gusto y al final nos va a causar problemas".
"Dejé Eidos en 2004 porque en el E3 vi ese nuevo juego, Hitman, en el que matabas a alguien con un gancho de carne, y 25 to Life, el juego en el que niños mataban a policías, y Crash & Burn, el juego de carreras donde había que crear la explosión más brutal y alucinante y no ganar la carrera... Miré alrededor y me di cuenta de que yo tenía una de esas cosas que no se parecía en nada a las demás. Entonces ya pensaba que la situación era mala, y ahora creo que está más allá de lo malo".
Eso no significa que esté contra la representación de la violencia o lo sangriento, si esto está justificado. Lo ejemplifica con su Deus Ex en el que, explica, "llenarlo de sangre tras matar a un perro inocente" tenía una intención clara: "perturbar al jugador" tras apretar el gatillo.
"Hemos ido demasiado lejos. Las salpicaduras de sangre a cámara lenta, los empalamientos de asesinos mortales, los codazos al cuello...", explica. "Deus Ex tenía sus momentos de violencia, pero estaban creados (tanto si tuvimos éxito con ello como no) para que te sintieras incómodo, y no veo que ahora eso sea así".
"Creo que estamos intentando gustarle a mentes adolescentes y lo llamamos maduro. Hay que parar. Estoy a gusto trabajando para una compañía como Disney, donde no solo es algo que no se incita, sino que ni siquiera puedes hacerlo, y me gusta", concluye Spector.