En una comunicación que ha tenido lugar en la American Academy of Pediatrics National Conference los investigadores Patrick O'Toole, Robert Miller, y John Flynn han presentado un estudio en el que se apunta a que los niños se hacen más lesiones que las niñas jugando con videojuegos de detección de movimiento.
Sin embargo, el estudio aporta también otros datos interesantes.
Llevado a cabo durante cuatro años (de 2004 a 2009) a partir de los registros de la división de traumatología y ortopedia del Hospital Infantil de Philadelphia, se han dado 696 casos de lesiones con videojuegos; curiosamente, sólo 92 de esas lesiones estaban vinculadas a juegos con detección de movimiento, y sólo 76 con Wii. Por tanto, 604 lesiones -no especificadas- estaban vinculadas a videojuegos tradicionales.
De las 92 lesiones con juegos por detección de movimiento, 49 fueron sufridas por niños, y 43 por niñas. La diferencia por sexo en realidad no es estadísticamente significativa, aunque esto no se apunta en la comunicación.
Lo que sí señala el estudio es que, en los juegos de detección de movimiento, las lesiones más comunes son en hombros, tobillos y pies, comúnmente contusiones o torceduras. Las lesiones en personas que estén en el entorno de la zona de juego son más frecuentes en jugadores de menos de 10 años, y se recomienda específicamente que a esos niños se les supervise mientras juegan para evitar daños a otros niños que estén jugando junto a ellos.