Barack Obama, presidente de los EE.UU., ha criticado el uso excesivo de los videojuegos (en concreto, de Xbox 360 y PlayStation ) y otros sistemas de ocio, como el iPod de Apple, debido a que, según señala, afectan al proceso educativo de los jóvenes.
Hablando en la Universidad de Hampton, Obama ha afirmado que los videojuegos son una "distracción" de la educación.
Los sitúa, así, junto a otras distracciones que afectan a los estudiantes durante todo el día, y no sólo a través de vías de ocio, sino también por el bombardeo informativo.
Obama, que ha admitido que "no sé hacer funcionar las consolas de Sony y Microsoft" (no ha hecho referencia a Nintendo), ni tampoco "iPod ni iPads", considera que constituyen "una distracción, una diversión, una forma de entretenimiento, en vez de una herramienta de capacitación, o de emancipación."
De este modo, Obama ha advertido a los asistentes, principalmente estudiantes universitarios, que este contexto "no sólo pone nuevas presiones sobre vosotros; pone nuevas presiones sobre nuestro país y nuestra democracia."