Ayer, en la zona reservada de Microsoft, tuvimos oportunidad de ver Rise of Nations: Rise of Legends, el nuevo juego de estrategia en tiempo real que prepara Big Huge Games para Microsoft, el estudio de Bryan Reynolds, uno de los creadores de Age of Empires.
Se trata de la secuela de Rise of Nations, lanzado en 2003 para PC, pero esta vez abandona el realismo para sumergirnos en un mundo imaginario, donde la tecnología y la magia se combina con "catastróficas consecuencias". El juego es realmente uno de los más bonitos a nivel visual que hemos visto recientemente, combinando todo tipo de imagineria, desde los mechas de los mangas hasta los robots aparatosos de la ciencia ficción del siglo XIX, pasando por diseños de Leonardo Da Vinci combinados con visiones de Las Mil y Una Noches. Esto, como es de esperar, le da al juego un aspecto tremendamente original.
El juego nos permite escoger a cuatro naciones, cada una de ellas inspirada en una imaginería concreta (en la demo vimos los Vinci, inspirados en los dibujos de Leonardo, y la civilización inspirada en las Mil y una Noches), que tendrán como es de esperar la misión de expandirse y acabar con las demás. Rise of Legends cuenta con un sólido sistema de construcción de ciudades, que se irán conformando dinámicamente. Si ponemos un cuartel al lado del ayuntamiento, estos se combinarán con pasarelas y otros elementos gráficos para dar una impresión de cohesión.
Los mapas eran enormes, y nos mostraban multitud de unidades en pantallas, muchas de ellas difíciles de clasificar. Las ciudades, al ser bombardeadas, se iban destruyendo en tiempo real, y también podían ser conquistadas, como en el anterior Rise of Nations.
El juego contará con otras novedades con respecto a Rise of Nations, aparte de la nueva ambientación y el motor 3D. Habrá unidades especiales "héroes" que tendrán poderes sobre el resto de unidades, y el árbol tecnológico nos permitirá usar en algunas ocasiones poderes de "dominación"; uno de ellos nos permitía, por ejemplo, construir unidades mucho más rápido.
La demo concluyó con Reynolds mostrándonos un asedio a una ciudad, en el que una "superunidad casi indestructible", una especie de araña robótica que recuerda a la que se ve en la película Wild Wild West, ponía en graves apuros a la ciudad sitiada. Reynolds invocaba a la respectiva "superunidad casi indestructible" de la civilización, un dragón de cristal, cuyo cuerpo de hecho transparentaba la luz, y a través de sus alas se podía ver el escenario. Ambas libraban un feroz combate, muy espectacular a nivel gráfico y muy "bizarro", por llamarlo de alguna manera, debido a lo extraño de la confrontación.
Con un aspecto muy prometedor, estará en las tiendas a principios del año 2006.
