Aunque este es el E3 donde se ha desvelado la próxima generación de consolas, muy pocos juegos de ésta están en versión jugable en el E3, solamente los de Xbox 360 y en muy reducida cantidad. Uno de ellos es este Full Auto de Sega, juego de conducción y disparos a caballo entre Wreckless, Burnout y Twisted Metal. A falta de comprobar qué más es capaz de hacer Xbox 360, la sensación que nos ha dejado es inmejorable.
Full Auto nos introduce en carreras callejeras con tráfico a toda velocidad, en una ciudad muy viva, llena de coches y objetos, todos ellos destruibles al estilo de Wreckless, pero obviamente con un nivel gráfico nunca visto hasta ahora en una consola. Además de una conducción con estilo arcade, el juego cuenta con un avanzadísimo sistema de daños en tiempo real para los coches, y una vez estos haya perdido parte de la carrocería y tengan al descubierto una pieza inflamable, explotarán al menor contacto.
Porque contacto, lo que se dice contacto, hay en grandes cantidades. Nuestros coches van armados "de serie" con una ametralladora con la que podremos castigar constantemente a nuestros rivales, pero también con un lanzamisiles de gran capacidad destructiva, que podremos apuntar con el stick analógico derecho.
Durante nuestra prueba abatimos a varios de nuestros rivales, viendo como explotaban a cámara lenta al estilo Burnout, y fuimos también destruidos en alguna ocasión, aunque, extrañamente, existe una opción de marcha atrás en el tiempo al estilo Prince of Persia para evitar que eso ocurra.
A nivel jugable el juego era muy divertido pero, obviamente, Full Auto entra por los ojos, ya que sus gráficos superan ampliamente a los últimos juegos de conducción vistos en consola, y la masiva cantidad de objetos llenos de detalle se movía a unos perfectos 60 fotogramas por segundo, sin un ápice de ralentizaciones. Será uno de los primeros títulos de lanzamiento para la consola.
