La gran noticia del E3 sobre Castlevania es la existencia de una versión Xbox de Curse of Darkness, pero la nueva entrega de la saga de vampiros de Konami estaba jugable en el E3, aunque, como era de esperar, tan solo en versión PlayStation 2.
Las primeras impresiones que nos hemos llevado no son tan buenas como esperábamos; Curse of Darkness, por el momento, resulta un juego algo lento en el movimiento y adolece de unos considerables problemas de cámara que el botón de poner la cámara detrás de nuestro personaje soluciona de vez en cuando, aunque no siempre.
En la "trial versión" íbamos acompañados en todo momento de un espíritu amigo, cuyo comportamiento a la hora de atacar podíamos determinar con la cruceta digital, y que de hecho resultaba de gran ayuda para acabar con los enemigos. El ser que nos acompañaba (una especie de águila mitológica) tenía varios ataques, algunos de los cuales podíamos accionar nosotros mismos y, al igual que nuestro personaje, recibía daños de los enemigos e intentaba subsanarlos recogiendo corazones de energía con su pico.
El sistema de combate, como ya hemos dicho, adolece de cierta falta de ritmo, especialmente al mover al personaje, y los combos son un tanto limitados, con pocos movimientos. El juego, eso sí, luce bastante bien en el diseño de nuestro personaje y de los enemigos, aunque no tanto en los escenarios, y cuenta con un sistema de experiencia que puede deparar muchas cosas a medida que avancemos.
Aunque aún es pronto para hacerse una idea de Curse of Darkness, mucho tiene que mejorarlo Konami para que cumpla las altas expectativas que ha generado. La respuesta la tendremos hacia finales de año.
