Ya hace demasiados años que las aventuras gráficas se convirtieron en un género muy minoritario, y es gracias a la escena independiente donde los aficionados a este tipo de juegos pueden encontrar cada año algunas propuestas muy interesantes. En este The Drifter ha sobresalido por encima de todos, y ha conseguido colarse en nuestra lista de los mejores juegos de 2025, algo que hacía mucho que no ocurría con una aventura gráfica, o no al menos una con un planteamiento tan clásico como esta.
Tanto por lo estético como por lo jugable, evoca los mejores años del género, los de finales de los 80 y principios de los 90, cuando Sierra y LucasArts gracias a un gran número de joyas nos hicieron que nos enamoramos del género para siempre. Y si algo hace especialmente bien The Drifter es traer de vueltas esas sensaciones ya casi olvidadas para muchos, y recordarnos por qué nos gustaban tanto las aventuras gráficas.
Una preciosa y divertidísima aventura gráfica como las de antes
The Drifter es un juego simplemente redondo, por su historia, su gameplay y su apartado audiovisual. Se trata de un thriller con elementos de ciencia ficción que engancha desde el primer minuto gracias a un guion intenso, personajes con carisma y un ritmo que rara vez se encuentra en las aventuras gráficas, poniendo la guinda el humor habitual de este tipo de juegos en su época dorada.
La premisa, un hombre común atrapado en una espiral de violencia, misterio y elementos sobrenaturales, se desarrolla con una sorprendente solidez, y el giro inicial que introduce la mecánica de "morir y retroceder en el tiempo" añade profundidad tanto a la historia como al diseño jugable.
En lo mecánico, Powerhoof consigue una aventura gráfica variada, ágil y muy bien diseñada, que combina puzles lógicos, divertidas situaciones de vida o muerte y secciones con fuerte carga narrativa sin que ninguna de ellas lastre el ritmo, todo está sorprendentemente bien equilibrado. Cada desafío está planteado con coherencia, evitando bloqueos arbitrarios y manteniendo siempre la tensión gracias a escenas que requieren observación, precisión y toma de decisiones bajo presión. El resultado es un juego accesible, pero nunca demasiado fácil, que utiliza sus ideas con inteligencia y sin relleno.
A todo esto se suman unos gráficos sobresalientes, gracias a un pixel art que es una auténtica una delicia capaz de evocar la estética clásica del género, mientras ofrece una iluminación, unas animaciones y un nivel de detalle propios de producciones modernas. La lograda música sintetizada y las buenas interpretaciones de voz ponen la guinda a un apartado audiovisual simplemente perfecto.
Una aventura gráfica casi perfecta
En definitiva, The Drifter en una experiencia casi perfecta: breve, directa, perfectamente medida y, sobre todo, memorable. Si sois, o fuisteis alguna vez, aficionados al género, no deberíais dejar de pasar The Drifter, posiblemente una de las mejores aventuras gráficas de la última década, y que nos ha hecho recordar por qué nos gustaban tanto este tipo de juegos.
Su única pega es que se lanzó exclusivamente con textos en inglés, pero tenéis que saber que hay traducción disponible al español hecha por fans que, sin ser perfecta, es lo suficientemente buena para que podáis disfrutar de esta joya.
