En el mundo de los esports, la diferencia entre la victoria y la derrota puede estar en milisegundos, y cada periférico que utiliza el jugador y cada pieza de hardware cuenta. Mientras que a menudo se pone el foco en la precisión del ratón o la velocidad de respuesta del monitor, el audio se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales para obtener una ventaja a nivel táctico. Escuchar unos pasos a través de una pared o identificar la procedencia exacta de un disparo antes de ver al enemigo es información vital, algo que los jugadores de Counter-Strike 2, Valorant u otros shooters como el inminente Battlefield 6 sabéis de sobras.
Es precisamente en ese terreno donde Razer actualiza su propuesta con los Razer BlackShark V3 Pro, una revisión de sus auriculares para profesionales de los deportes electrónicos que busca refinar su fórmula. Sobre el papel, las promesas son claras: perfiles de audio afinados por jugadores profesionales para los FPS más populares, un micrófono de diadema con una buena claridad de voz y una autonomía maratoniana para olvidarnos de los cables durante días.
Estas últimas semanas los hemos puesto a prueba en nuestras sesiones de juego, escuchando música y trabajando para intentar responder a la pregunta clave: ¿nos convence esta nueva versión de los auriculares de Razer?
Especificaciones técnicas
- Respuesta de frecuencia: 12 Hz – 28 kHz
- Impedancia: 32 Hz a 1 kHz
- Sensibilidad: 108 dBSPL/mW a 1 kHz
- Transductores: Dinámicos de biocelulosa de 50 mm TriForce (2ª gen.)
- Diámetro del auricular: 66 x 45 mm
- Peso: 367 g
- Tipo de conexión: Inalámbrica 2,4 GHz / Bluetooth 5.3 / USB / 3,5 mm
- Almohadillas: Espuma viscoelástica Flowknit de doble capa
- Micrófono: Extraíble, de 12 mm, unidireccional, 20 Hz – 20 kHz,68 dB SNR
- Controles en auricular: Volumen, silencio (mute), ANC, SmartSwitch, balance juego/chat
- Latencia mínima: 10 ms a 2,4 GHz
- Batería: Hasta 70 horas (2,4 GHz), con carga rápida USB-C
- Códecs Bluetooth: AAC, SBC
- Compatibilidad: PC, consolas, móviles, Mac (dependiendo del modo)
- Audio espacial: THX Spatial Audio (activo en Windows 11 v23H2 o superior)
Diseño y comodidad de los auriculares 'pros' de Razer
Como siempre, empezamos por las primeras sensaciones tras abrir la caja, encontrándonos con los auriculares como protagonistas, acompañados de los accesorios justos y necesarios: un micrófono extraíble, el indispensable dongle USB para la conexión inalámbrica HyperSpeed, un cable de carga USB-A a USB-C trenzado que, agradecemos, cuenta con una longitud considerable para poder seguir jugando mientras recuperan energía y un cable USB-C a minijack.
Una vez los tenemos en las manos, la primera sensación es de robustez. Fieles a su inspiración en los auriculares de aviación, los BlackShark V3 Pro combinan un plástico mate de alta densidad, que evita las huellas dactilares, con una diadema reforzada en acero y unos finos alambres metálicos que ajustan la posición de los cascos. No hay crujidos ni holguras; transmiten la sensación de ser unos auriculares duraderos. A nivel de controles, Razer mantiene su apuesta por la funcionalidad: en el auricular izquierdo reside el botón de encendido, un botón para silenciar el micrófono, puerto USB-C, puerto minijack y, como gran protagonista, una enorme rueda para controlar el volumen. Su tamaño y tacto estriado son ya característicos de la marca y, gracias a un giro por pasos que ofrece una buena resistencia, permiten un ajuste de volumen preciso.
Los que ya conocéis al que os escribe sabéis que tenemos una cabeza de tamaño grande, lo que nos ha dado problemas con algunos modelos de auriculares. Por fortuna no ha sido el caso con este modelo de Razer, que hemos sentido cómodo en nuestra cabeza incluso durante largas sesiones de juego, así que, en líneas generales, estamos muy contentos con su ergonomía, peso y uso.
Precisión en la localización de audio quirúrgica para la competición
Llegamos al corazón de los Razer BlackShark V3 Pro. El pilar fundamental sobre el que descansa toda su propuesta de valor son sus drivers (o diafragmas) TriForce de titanio de 50 mm. Esta tecnología, patentada por Razer, busca dividir el diafragma en tres partes dedicadas a tratar de forma individual las frecuencias agudas, medias y graves. La promesa es un sonido más rico, claro y con una menor distorsión, algo que ponemos a prueba tanto dentro como fuera del terreno de juego virtual.
Como podéis imaginar, donde estos auriculares sacan a relucir su potencial es en el juego competitivo. Han sido diseñados y afinados en colaboración con jugadores profesionales de esports, y eso se materializa en los perfiles de audio FPS preconfigurados, accesibles directamente desde un botón en el propio auricular. Estos perfiles ajustan el ecualizador para resaltar los sonidos clave en juegos como Apex Legends, Call of Duty, CS2, Fortnite o Valorant. Si a esta ecualización por hardware le sumamos la compatibilidad con el sonido envolvente virtual de THX Spatial Audio a través del software Synapse, el resultado es un sistema diseñado con el objetivo de ofrecernos la información clave de la posición de los enemigos y de nuestros aliados.

En cuanto a la comunicación, se encomienda la tarea al micrófono extraíble HyperClear Super Wideband. Su nombre "superancho" hace referencia a que es capaz de capturar un rango de frecuencias de voz más amplio que el de los micrófonos que suelen venir con estos auriculares. El resultado cumple con su función, aunque tampoco es maravilloso, pero permite una comunicación fuerte y clara.
La conectividad inalámbrica se desdobla en dos vertientes: la principal, mediante la tecnología de baja latencia Razer HyperSpeed a 2,4 GHz para jugar en PC y consolas; y una secundaria vía Bluetooth 5.2, que aporta la versatilidad de poder usarlos con un móvil u otros dispositivos.
Como podéis imaginar, su bajísima latencia es otra de las armas clave de estos auriculares, que quieren ofrecernos una respuesta inmediata para que estemos al tanto de un peligro en cuanto se produzca. Es aquí donde estos auriculares inalámbricos brillan y donde podemos sacar la mayor ventaja competitiva.
Por otro lado, Razer ha decidido incluir cancelación de ruido activa en estos auriculares, lo que ayudará a que nos aislemos y concentremos mejor tanto si trabajamos como si jugamos. Se agradece la integración de esta tecnología en unos auriculares para jugar y creemos que hace un buen papel a la hora de aislarnos del ruido exterior, reduciendo bastante el volumen de los ruidos de fondo.

En cuanto a la calidad sonora, se nota que están especialmente diseñados para videojuegos, priorizando en esta ocasión las frecuencias más graves y medias, con un resultado en los agudos algo menos satisfactorio. Esto es algo que no notaréis a la hora de jugar, pero que sí se evidencia mientras escuchamos música o, al menos, sí lo notarán aquellos que tengan un buen oído.
Razer Synapse y una gran autonomía
Para exprimir todo el potencial y ajustar la experiencia a nuestro gusto, es casi obligatorio pasar por su centro de control de software, Razer Synapse, el programa de Razer para controlar sus dispositivos, que nos permite acceder a un ecualizador gráfico para afinar la firma de sonido, hasta activar y personalizar al detalle el audio espacial THX Spatial Audio, pasando por todo tipo de ajustes y perfiles que podemos cambiar al vuelo pulsando un solo botón. Todo ello se presenta, como es costumbre en la marca, en una interfaz visualmente limpia y sorprendentemente intuitiva para la cantidad de parámetros que maneja.

Si en el software encontramos un control absoluto, en la batería Razer promete hasta 70 horas de autonomía con una sola carga, una cifra que puede sonar optimista sobre el papel, pero que en la práctica resulta ser bastante realista, al menos en nuestra experiencia de uso (siendo la incógnita el largo plazo, como siempre). La gestión energética del dispositivo es sobresaliente, permitiéndonos olvidar por completo el cable de carga durante una semana de sesiones de juego y trabajo.
Conclusiones
Razer vuelve a la carga en el terreno de los auriculares para jugadores de esports profesionales con los Razer BlackShark V3 Pro, unos auriculares que son perfectos para competir y que están pensados específicamente para jugar y, sobre todo, para disfrutar de juegos competitivos en los que la latencia y la localización espacial del audio son dos factores clave.
Además, se agradece que incluyan cancelación de ruido activa, algo no tan común en los cascos para jugar de este tipo, y creemos que se trata de una de las mejores opciones que hay sobre la mesa para los profesionales de los esports ya que, debido a su precio de 269,99 € y prestaciones, es el público al que está claramente dirigido, mientras que los que somos jugadores más tradicionales podemos optar por otros modelos más económicos de la marca.
*Hemos realizado este análisis con unos auriculares cedidos por Razer.















