Cuando compramos un juego en Steam, Nintendo eShop, PlayStation Store, Tienda Microsoft o cualquier otro escaparate digital realmente adquirimos una licencia para hacer uso del mismo, un acuerdo limitado que deja a la editora del videojuego en cuestión con la potestad de retirarnos el acceso al mismo por una variedad de circunstancias, algo que se explica en la letra pequeña, en esos términos de uso del servicio que prácticamente nadie lee. Para promover que las editoras aseguren la preservación de esos títulos, el Estado estadounidense de California ha aprobado una ley que evitará que las tiendas digitales puedan seguir usando el término "comprar" cuando lo que los clientes adquieren es una licencia, informan desde GameFile.
La ley AB 2426 de protección a los consumidores y sobre la publicidad engañosa aprobada en California y que entrará en vigor el 1 de enero de 2025 afecta también a películas, libros, música y cualquier otro contenido digital. Las tiendas digitales que usen términos como "comprar" o "adquirir" deben advertir a sus clientes de la potencial discontinuidad de la licencia por la que se está pagando. En este Estado norteamericano se adquieren aproximadamente el 11 % de los juegos de todo Estados Unidos, según la firma de análisis del mercado Circana.
En declaraciones a GameFile, la legisladora Jacqui Irwin explica que comenzó a preocuparse por este tema cuando Sony anunció a finales de 2023 que eliminaría todo el contenido de Discovery TV que los usuarios adquirieron en PlayStation Store, una decisión que posteriormente fue revertida. Después de que Irwin presentara la ley en febrero, vio su preocupación reafirmada cuando Ubisoft eliminó las licencias de The Crew, que no tenía modo sin conexión a internet y sus servidores cerraron.
Así, cualquier videojuego que requiera una conexión a internet, debe mostrar una advertencia "clara y llamativa", dice la legislación, que "diga en lenguaje llano que 'comprar' o 'adquirir' el bien digital" lo que otorga es una licencia para su uso. Quedan excluidos los videojuegos gratuitos, los que se ofrecen en suscripciones temporales o los que tienen algún modo offline que les permitan funcionar, aunque sea parcialmente, si se cierran los servidores.
La ley trata de promover que las licencias sean más duraderas
Las editoras que no cumplan con esto podrían afrontar multas de hasta 2500 dólares por cada producto listado que infrinja la ley y por cada venta, e incluso pueden ser declaradas culpables de infringir la Ley de Competencia Desleal de California. La intención de Irwin es que las compañías traten de alargar las licencias de sus obras digitales o negociar los contenidos licenciados (por ejemplo, los coches en un título de conducción) durante más tiempo; o, incluso, que los clientes busquen otras alternativas, como el alquiler o suscripciones más baratas, frente a lo que califica como "pagar un precio más alto por una falsa propiedad".