Cuando Bandai Namco anunció en marzo del año pasado un nuevo Budokai Tenkaichi, seguro que muchos os alegrasteis tanto o más que cuando llegan llegan las vacaciones. Los que comparten la afición por Dragon Ball y por los videojuegos tienen estos títulos de lucha 3D como un momento culmen de ambos entretenimientos. Pero no solo ellos: buena parte de los jugadores que crecieron durante la época de PS2, o incluso Wii, añoran los buenos momentos que les regaló, en solitario o especialmente con amigos, los juegos desarrollados por Spike. Para todos ellos, Dragon Ball: Sparking! Zero será un tsunami de nostalgia.
En la Gamescom 2024 hemos podido jugar al título de Spike Chunsoft. Sinceramente, no era la demo que esperábamos. Aunque en Vandal establecimos un primer contacto con estas peleas espectaculares hace unos meses, desde entonces se han anunciado cosas muy interesantes como un modo historia donde no solo podremos revivir los grandes momentos del manganime, sino también alterarlos de diferentes maneras. No estaba eso en la prueba, ni los modos torneos, ni nada que no fuera combatir una y otra vez contra Vegeta utilizando un plantel de personajes cada vez más abultado, que en esta versión contaba con muchos Gokus, varios Freezer, aún más Trunks, Broly y muchos más héroes y villanos.
Y a pesar de la sencillez de la demo, no hemos parado de pensar en el juego desde que soltamos el mando tras tres o cuatro combates. Bandai Namco tiene con Sparking! Zero un juego que va a ir más allá de los fans que tienen su habitación llenas de figuras de la obra de Akira Toriyama: esto va a ser un pelotazo capaz de elevar a Dragon Ball Principalmente por los siguientes motivos:
1. El Budokai Tenkaichi de siempre, más cómodo
La demo comenzaba dándonos a elegir entre dos métodos de control: el clásico, que replica casi al milímetro la disposición de los botones del DualShock 2, y el estándar, con ciertas alteraciones que son más que bienvenidas. Pasaron apenas unos segundos hasta que nos sentimos como en casa, a pesar de que llevamos más de tres lustros sin jugar a esta saga.
En nada estábamos teletransportándonos con Bu, aturdiendo a los oponentes para cortar sus habilidades, lanzando potentes rayos, recargando Ki, moviéndonos por los escenarios con total libertad a velocidades de vértigo, recordando muchos combates y muchos joystick izquierdos rotos.
2. Es mejor juego de lucha de lo que recuerdas
La época de Budokai Tenkaichi fue extraña para la lucha. Excepto por los Tekken, el género había dejado de estar en el mainstream, especialmente en el caso de la lucha 2D. La pasión por el aprendizaje y el dominio de los combos se quedó una generación atrás. Y después volvió, con Street Fighter 4 y muchos otros títulos que, mirando hacia atrás, nos pueden hacer pensar que Budokai Tenkaichi era extremadamente simple.
Evidentemente, no es el culmen de la profundidad, pero entendiendo el género como algo diferente a lo que los grandes nombres han definido, Sparking! Zero es un título más complejo de lo que esperáis si queréis sacarle punta: la gran variedad de habilidades, el puñado de combos de cada personaje y sobre todo el dominio del movimiento pueden generar una activa comunidad en línea dedicada a sacarle todo el rendimiento al título.
3. Un espectáculo
Da igual si no ves Dragon Ball desde hace dos décadas y si no sabes por qué Goku ahora tiene el pelo azul o rojo. Tanto en las páginas como en el televisor, siempre ha sido un espectáculo. Una sucesión de colores vibrantes, perspectivas imposibles y golpes grandilocuentes que por primera vez vemos en un juego anime exclusivo de la actual generación de consolas. Y eso se nota. Quizá lo único que se le puede acercar es FighterZ, que tiene un estilo muy diferente. Pero los fans de cualquier manganime van a quedarse boquiabiertos con los personajes, los efectos y la velocidad de Sparking! Zero.
