El primer 'videojuego' se inventó en España en 1912 y fue todo un avance para la inteligencia artificial

'El Ajedrecista', del inventor Leonardo Torres Quevedo, es considerado como el primer juego de ordenador de la historia, un precursor de la inteligencia artificial. Os contamos su increíble historia.
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Seguro que os habéis preguntado alguna vez cuál es el primer videojuego de la historia, y hay una respuesta bastante unánime, de que se trata de Tennis for Two, creado por el físico William Higinbotham en 1958, que simulaba un partido de tenis en una pantalla de osciloscopio. Aunque quizá la respuesta no sea tan sencilla.

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Qué os parece si os decimos que en 1912 ya hubo algo muy parecido a un videojuego, y que encima se creó en España. Hoy vamos a hablaros de la interesante historia de El Ajedrecista, que podría ser considerado el primer juego de ordenador de la historia.

El primer autómata capaz de jugar ajedrez lo inventó un español en 1912

Leonardo Torres Quevedo fue un ingeniero de caminos, matemático e inventor español que nació en Cantabria en 1852 y murió en Madrid en 1936, conocido por sus innovaciones en varios campos de la tecnología, la ingeniería y la informática. Entre sus muchos logros, inventó el Telekino, el primer dispositivo de radiocontrol del mundo, que permitía controlar a distancia un vehículo mediante ondas de radio, y el transbordador aéreo, siendo el más famoso el que aún opera en las cataratas del Niágara entre Canadá y Estados Unidos.

Pero el invento que hoy nos trae aquí es El Ajedrecista, que presentó al público en 1914 en París y que generó un gran interés por su capacidad para jugar al ajedrez de manera autónoma. El autómata estaba diseñado para jugar contra un oponente humano en una situación específica del ajedrez, donde el humano controla un rey y la máquina controla un rey y una torre.

El primer Ajedrecista de 1912, presentado como un modelo experimental en París en 1914.
El primer Ajedrecista de 1912, presentado como un modelo experimental en París en 1914.

La máquina utilizaba un sistema de relés electromecánicos y circuitos para mover las piezas en un tablero de ajedrez. Cada movimiento del oponente era registrado por la máquina, que luego calculaba y ejecutaba su propio movimiento en respuesta. Torres Quevedo diseñó el dispositivo para que siempre ganara o forzara tablas, demostrando una comprensión avanzada de los principios de la automatización y el juego estratégico.

El Ajedrecista fue significativo no solo por su capacidad de jugar al ajedrez, sino también porque representa uno de los primeros intentos exitosos de crear una máquina que pudiera "pensar" o tomar decisiones lógicas. Esto lo convierte en un precursor de la inteligencia artificial y la robótica.

En 1920, Torres Quevedo mejoró su diseño y presentó una versión más avanzada de El Ajedrecista, esta vez más robusto y preciso. La máquina utilizaba un tablero electromagnético que permitía el movimiento automático de las piezas, lo que aumentaba su precisión y fiabilidad. Incluso detectaba jugada erróneas por parte del adversario y las anunciaba en un letrero luminoso. A la tercera jugada errónea detenía la partida y era necesario empezar de nuevo; vamos, algo muy parecido a un videojuego.

El impacto de El Ajedrecista en el campo de la computación y la inteligencia artificial fue profundo. La idea de una máquina que puede jugar juegos estratégicos inspiró a futuros investigadores y contribuyó al desarrollo de las primeras computadoras y programas de ajedrez. Aunque hoy en día las computadoras de ajedrez son extremadamente avanzadas, el trabajo de Leonardo Torres Quevedo sigue siendo recordado como un hito en la historia de la tecnología.

La segunda versión de 'El Ajedrecista', con sorprendentes innovaciones técnicas.
La segunda versión de 'El Ajedrecista', con sorprendentes innovaciones técnicas.

Evidentemente, muchos seguro que estaréis pensando que esto no es un videojuego, ya que falta lo más importante, y que forma parte de la propia palabra: no había "vídeo", no había imagénes. Es cierto, pero fue un avance significativo en la creación de máquinas capaces de jugar y resolver problemas, allanando el camino para futuros desarrollos en la computación y los videojuegos.

Si estáis conociendo esta historia por primera vez muchos os estaréis preguntando, ¿y por qué no conocía a Leonardo Torres Quevedo? Siendo un visionario cuyas innovaciones sentaron las bases para futuros desarrollos en la robótica, la inteligencia artificial y las telecomunicaciones.

Leonardo Torres y Quevedo (1917), por Joaquín Sorolla.
Leonardo Torres y Quevedo (1917), por Joaquín Sorolla.

Pues por muchos motivos, la principal, que realizó muchas de sus innovaciones en España, un país que en esa época no tenía la misma influencia tecnológica y científica que otros países como Estados Unidos, Alemania o el Reino Unido. La falta de promoción y reconocimiento internacional de sus trabajos y patentes limitó su alcance y conocimiento en todo el mundo. Los españoles nunca hemos sabido vendernos demasiado bien en cuanto a nuestros logros, y mucho menos en tecnología e informática.

Si os ha gustado esta historia, os animamos a que leáis más sobre Leonardo Torres Quevedo, una figura fascinante y no todo lo conocida que se merece.

Jorge Cano
Redactor

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