Hemos tenido que esperar cuatro años, pero el próximo 29 de febrero por fin podremos continuar el viaje de Cloud, Aeris, Tifa y compañía en Final Fantasy VII Rebirth, la segunda parte de uno de los remakes más especiales, atípicos, acertados y únicos que se han hecho nunca. Y lo mejor de todo es que esta secuela apunta a ser una aventura enorme que pretende superar en todo a su predecesor, convirtiéndose así de manera automático en uno de los juegos más deseados y prometedores de 2024.
La ambiciosa y prometedora secuela del juego que redefinió la palabra remake
De este modo, retomaremos la historia en el punto en el que la dejó Final Fantasy VII Remake, justo cuando este inolvidable grupo de héroes abandona Midgar. Al igual que en el original, esto significa que saldremos al mundo exterior y exploraremos el planeta en su totalidad, lo que traducido en lo jugable equivaldrá a mapas gigantescos por los que nos podremos mover con total libertad para ir de un sitio a otro mientras combatimos, realizamos multitud de actividades secundarias y montamos en Chocobo, rompiendo así la extrema linealidad y el diseño de niveles pasillero del título anterior en favor de algo mucho más abierto y con muchas más cosas por hacer.
A nivel argumental la trama llegará hasta los sucesos que tienen lugar en la Capital Olvidada, donde tiene lugar uno de los momentos más inolvidables y míticos de toda la historia de los videojuegos. Eso sí, desde Square Enix aseguran que habrá una gran sorpresa en esta recta final, así que no descartaríamos que se hayan producido cambios importantes, ya que como bien sabréis si habéis jugado a Final Fantasy VII Remake, aunque el desarrollo del guion seguirá de forma más o menos fiel lo que ocurría en el clásico de 1997, habrá cambios y novedades muy destacables, como ya nos adelantaron con el inesperado regreso de Zack Fair, un personaje que tendrá un papel muy importante en Rebirth. A pesar de ello, gran parte del juego seguirá fielmente los sucesos del original, por lo que no faltarán ninguno de los momentos, ciudades, mazmorras y subtramas que ya estaban presentes en la versión de 32 bits, aunque el orden en el que visitaremos las localizaciones cambiará.
Por supuesto, el sistema de combate continuará lo visto en Remake, una espectacular mezcla entre acción y turnos que nos enamoró por completo y que ahora promete ser incluso mejor gracias a la inclusión de nuevos personajes como Red XIII o Cait Sith, nuevas técnicas combinadas entre dos miembros del grupo, nuevas materias y, por supuesto, nuevas invocaciones, por lo que todo apunta a que ahora los enfrentamientos serán más tácticos y profundos al aumentar nuestras posibilidades de acción y dar una mayor importancia a la formación de nuestro grupo.
Y si os gustan los desafíos, os alegrará saber que se añadirá un nuevo modo de dificultad llamado Proporcional que hará que los enemigos se hagan más fuertes a medida que subamos de nivel para así evitar que nos hagamos extremadamente poderosos haciendo actividades secundarias y que los combates dejen de plantear un reto.
Ya que hablamos de actividades secundarias, comentar que The Witcher 3: Wild Hunt ha sido el juego en el que más se han inspirado para diseñar su mundo abierto, lo que podría ser un muy buen indicativo de lo que en él nos espera si han aprendido las cosas adecuadas de la sobresaliente obra de CD Projekt. Eso sí, probablemente uno de los lugares donde vamos a invertir más horas sea el Gold Saucer, un parque de atracciones que en el original estaba repleto de adictivos minijuegos, algo que aquí parece que se ha potenciado todavía más si cabe con muchas más cosas por hacer, sin olvidarse de clásicos como las carreras de Chocobos. Todo ello dará forma a una aventura que nos han prometido que durará más de 100 horas a poco que queramos verlo todo y completarla en su totalidad, por lo que parece que llegará bien nutrida de contenidos para tenernos disfrutando durante semanas.
Final Fantasy VII Rebirth no podría pintar mejor. La séptima Fantasía Final es uno de los juegos más importantes, icónicos y queridos de la industria y la primera parte de su remake nos dejó deseando el lanzamiento de su continuación para seguir reviviendo todos esos momentos que tenemos grabados a fuego en nuestra memoria y descubrir qué es lo que va a ocurrir exactamente con su historia y hasta dónde llegarán los cambios. Esta secuela tiene la dificilísima tarea de seguir haciendo justicia a una de las mayores leyendas de la historia de los videojuegos, pero si el resultado final cumple con lo que promete, pocas dudas nos quedan de que podría convertirse en uno de los grandes imprescindibles de este año que acaba de empezar.
