Si hay algo que podemos afirmar con rotundidad tras echarle un vistazo al calendario de lanzamientos de 2024 es que el comienzo de año promete ser potentísimo. Una buena prueba de ello la tenemos en que este mismo mes de enero vamos a poder disfrutar del regreso de Prince of Persia tras más de una década de ausencia, una de las sagas más icónicas, importantes e influyentes de la industria del videojuego.
Una nueva y acertada reinvención de una saga mítica
Sin embargo, esta vez Ubisoft Montpellier no se va a limitar a hacer lo mismo que en el pasado y The Lost Crown supondrá una nueva reinvención en forma de metroidvania 2D de esta mítica serie. Sí, el ajustado plataformeo marca de la casa, la acción y la alta movilidad de nuestro personaje siguen estando aquí y son los pilares sobre los que se sustenta toda la aventura, pero ahora tendremos que explorar un gigantesco mapa interconectado repleto de zonas, rutas y secretos a los que solo podremos acceder tras obtener la habilidad correspondiente.
Por lo que pudimos comprobar tras jugar sus tres primeras horas, uno de los grandes puntos fuertes del título lo tendremos en sus controles, los principales culpables de convertir la experiencia de juego en algo extremadamente placentero y satisfactorio a los mandos. Sargon, el nuevo protagonista, puede realizar todo tipo de acrobacias y encadenar muchísimos movimientos distintos, algo que deberemos aprovechar en nuestro favor para superar secciones de plataformas muy exigentes en las que deberemos calcular cuidadosamente cada uno de nuestros saltos mientras realizamos impulsos aéreos, rebotamos contra las paredes, ponemos en práctica nuestros poderes para manipular el tiempo, activamos mecanismos y aprovechamos el escenario en nuestro favor.
Por suerte, el plataformeo no es lo único que parece que se ha cuidado, ya que la acción también promete estar a un gran nivel gracias a un sistema de combate que bajo una aparente sencillez esconde muchísima profundidad, algo que acaba traduciéndose en unas batallas que nos permiten ser muy expresivos y creativos tanto a la hora de adaptarnos a lo que sucede durante cada enfrentamiento como a la de decidir como afrontamos a cada enemigo. Por supuesto, esto también significa que podemos "inventarnos" todo tipo de elaborados y vistosos combos con los que no dar cuartel a nuestros rivales, por no hablar de la importancia que tienen mecánicas defensivas como la esquiva o los bloqueos perfectos.
Esto se ve reforzado por un bestiario que en sus primeros compases nos ha dado la sensación de ser variadísimo y con multitud de monstruos diferentes, y por unos duelos contra jefes muy intensos, desafiantes, espectaculares y con numerosas fases que nos van a obligar a afinar nuestros reflejos y a aprendernos bien sus patrones.
Por si todo esto no fuese suficiente para convertirse en uno de nuestros juegos más esperados de 2024, también debemos añadir que el diseño de niveles apunta a ser sensacional: el mapa está repleto de secretos y no deja de invitar a la exploración, el backtracking está muy bien estudiado, los atajos se abren de forma orgánica y natural y nunca dejan de sorprendernos con nuevas situaciones o mecánicas únicas que dan carácter y personalidad a cada lugar.
Si bien a nivel gráfico dista de ser de lo más potente que podemos encontrar, sabe compensarlo con un rendimiento inmejorable a 60 imágenes por segundo en todas las plataformas (incluyendo Nintendo Switch), unas animaciones increíbles y muy numerosas y una dirección de arte muy bien llevada. Para rematar, en lo sonoro promete deleitarnos con una banda sonora maravillosa y un doblaje al español realmente bueno.
Ya solo nos quedan unos pocos días para poder comprobar por nosotros mismos si Prince of Persia: The Lost Crown mantiene el nivel durante toda la aventura y cumple sus aspiraciones de convertirse en uno de los nuevos referentes de su género, pues su lanzamiento está previsto para este mismo 18 de enero en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC y Nintendo Switch. ¿Será este el regreso triunfal que la saga necesitaba? Muy pronto lo descubriremos.