Una de las empresas que está teniendo más problemas para superar 2023 es Embracer. Uno de sus directivos más importantes, el director de operaciones Egil Strunke, acaba de anunciar que la semana pasada dejó el gigante sueco y, según reconoce en el texto publicado en Linkedin, "el último año ha sido duro, en línea con los cambios del mercado y la consolidación de la industria, estoy seguro de que Embracer saldrá fortalecida y con un futuro largo y brillante por delante".
Dos etapas en Embracer
Strunke ha vivido dos etapas en Embracer, la primera entre 2011 y 2014, cuando la empresa comenzó a crecer con la compra de los activos de Jowood y THQ y otra entre 2019 y 2023 en los que Embracer se ha hecho con decenas de estudios en todo el mundo, así como la productora Deep Silver. Describe estos últimos 4 años como "una experiencia y una aventura increíbles" e informa de que ahora va a crear una empresa propia, la consultora de videojuegos Strunke Games.
Fracaso de una gran operación económica
En mayo de este año el gigante sueco anunció que había fracasado una operación clave valorada en 2.000 millones de dólares (unos 1.850 millones de euros), lo que supuso un desplome de más del 40 % en sus acciones. No ha habido información oficial sobre con quién era ese trato pero, aunque inicialmente se habló del desarrollo de un juego basado en El Señor de los Anillos las últimas teorías apuntan a un acuerdo fallido de financiación con Arabia Saudí.
Una reestructuración con despidos y cancelaciones
Poco después, Embracer anunció una reestructuración con despidos y cancelaciones de juegos que durará hasta marzo de 2024 y que, de momento ha afectado con el cierre de Volition y Campfire Cabal y despidos en estudios como Crystal Dynamics (Tomb Raider), Zen Studios (Pinball FX) y Cryptic Studios (Neverwinter, Star Trek Online) y la empresa se plantea la venta de Gearbox Studios (Borderlands).
