El medio Bloomberg ha tenido acceso a un equipo conformado por más de una docena de personas anónimas que estuvieron involucradas en el desarrollo de Redfall, el vapuleado shooter con vampiros de Arkane Austin. Además de haber revelado que durante la concepción del juego nunca hubo una dirección "clara" y que el equipo sufrió numerosas bajas desde que el proyecto arrancó en 2018, los desarrolladores han comentado que muchos miembros de Arkane pensaron que Microsoft iba a reiniciar o incluso cancelar el desarrollo de Redfall después de la compra de Zenimax.
Los trabajadores desearon que Phil Spencer, jefe de Xbox, cambiase el enfoque del juego para convertirlo en un simulador inmersivo para un solo jugador, aunque finalmente no fue así. Cuando Redfall se presentó en el Xbox & Bethesda Games Showcase 2021, el personal "no daba abasto", motivo por el cual el título se retrasó numerosas veces: de Halloween de 2022 a principios de 2023 y, finalmente, al 2 de mayo de 2023.
El codirector Harvey Smith y otros jefes de Arkane Austin aseguraron que la cosa mejoraría "exponencialmente una vez que se implementara el arte final y se corrigieran los errores". De hecho, en un momento dado del desarrollo se llegó a usar el término "magia Arkane", la cual debería haberse manifestado "en el último minuto" de la misma manera que "había ocurrido con videojuegos anteriores" del estudio.
Redfall nunca llegó a cambiar de rumbo
Todos aquellos privilegiados que pudieron tener acceso al título en 2021 se quedaron "impactados al ver lo poco que cambió finalmente". Además, se ha revelado que Smith presionó "desde el principio" en contra de tener una tienda dentro del juego, aunque los que trabajaron en el título dijeron que un "plan de microtransacciones significativo" estuvo sobre la mesa durante los tres primeros años. Sin embargo, cuando la polémica alrededor de los juegos como servicio comenzó a crecer, Arkane lo descartó en 2021.
