Brinkley Warren, co-fundador de Megabots, llega al escenario con gran energía y con muchas ganas de hablar de lo que llevan preparando durante los últimos dos años, el primer robot de combate pilotable al que han bautizado como MK.II .
Esta empresa, fundada en 2014 por un grupo de amigos ingenieros, se ha propuesto cumplir uno de los sueños que tienen desde jóvenes debido al cine, la animación y los videojuegos, crear un robot manejable desde el interior de 3,5 metros de altura. Desde Oakland trabajaron durante un año completo para pasar desde los planos a la creación real de la criatura de acero de más de 5 toneladas de peso, capaz de lanzar proyectiles a más de 200 kilómetros por hora.
La idea de Brinkley mas allá de pasarlo bien creando un robot gigante es convertirlo en el nuevo deporte del futuro. Él y sus colaboradores, como geeks que son, han pensado que fusionar una licencia poderosa que sea capaz de general contenido de entretenimiento como videojuegos, películas y series con los deportes con contenido mecánico como podrían ser las carreras de coches daría como resultado una licencia millonaria.
En un futuro perfecto un chico podría jugar a videojuegos con figuras de sus Megabots favoritos y participar en concursos para crear al próximo Megabot, mientras va con su padre a ver en directo el último combate en una arena llena de robots destruyéndose entre sí.
Una vez terminado el MK.II , y el presupuesto de ellos en el proceso, hicieron varias presentaciones, pasaron por los estudios de Hollywood para intentar llegar a un acuerdo, pero ninguna de estas iniciativas les dio un resultado lo suficientemente interesante para atraer inversores, hasta que descubrieron que realmente no eran el primer robot gigante del mundo.
Al mismo tiempo, en el otro extremo del globo, un equipo de ingenieros japoneses habían creado el Kuratas, otro robot de combate pilotable desde el interior. Fue ahí donde se les encendió definitivamente la bombilla: retar a los japoneses a un combate a muerte entre las dos criaturas, un Japón contra Estados Unidos.
Tras colgar un video en Youtube donde lanzan su reto a los japoneses el video se convirtió en un éxito viral, la gente empezaba a conocer realmente al MK.II sin tener que invertir ni un solo dólar en publicidad, y no sólo eso, los japoneses aceptaron el reto.
Desde ahí en adelante Megabots ha creado un Kickstarter que resultó exitoso con un millón de dólares listo para mejorar a su MK.II lo suficiente como para derrotar al Kuratas. Warren comenta que el robot japonés está muy orientado al cuerpo a cuerpo y distancia y el suyo sólo preparado para disparar, quizás unas motosierras serían el complemento perfecto.
Con el reto en marcha, importantes ingenieros americanos, marcas de componentes hidráulicos o la misma NASA se han unido al proyecto para echarles un cable en crear el mejor robot de combate posible para un combate que se desarrollará el próximo 2017, aún por confirmar fecha exacta. Lo que sí dice conocer Warren es el lugar dónde ocurrirá, pero no lo puede comentar aún porque será una gran sorpresa por su situación especial.
Brinkley está encantado con la dirección del proyecto, espera que se convierta en un futuro éxito y nos invita a todos a que conozcamos a fondo todo lo que ocurre alrededor y los futuros anuncios en su página web: megabots.com
