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Hijos de la Anarquía, Easy Rider, Mad Max y otras películas de moteros a las que rinde homenaje Bikeriders de Tom Hardy

Chaquetas de cuero, olor a carburante y el asfalto como únicos acompañantes de un viaje a ninguna parte.

El cine de moteros ha sido una parte icónica de la cultura cinematográfica, explorando la rebelión, la libertad y la hermandad sobre dos ruedas. Los moteros han simbolizado el sueño americano, la libertad buscada en la adolescencia, incluso una evolución de los club de caballeros del XIX al macarrismo. Este viernes se estrena Bikeriders. La ley del asfalto recuperando esta esencia que en el cine estuvo tan de moda en los 70.

Inspirada en el libro de Danny Lyon, la película de Jeff Nichols protagonizada por Tom Hardy, Austin Butler y Jodie Comer se adentra en la vida de un club de motociclistas de los años 60 en el Medio Oeste de Estados Unidos. Esta obra destaca por su enfoque en la camaradería y los desafíos internos del grupo, capturando la esencia de lo que significa ser un motero en una época de cambios sociales.

Salvaje (1953)

Antes de Easy Rider, Marlon Brando dejó una marca imborrable con The Wild One, conocida en español como Salvaje. En esta película, Brando interpreta a Johnny Strabler, el líder de una pandilla de motociclistas que llega a una pequeña ciudad, causando caos y desafiando las normas establecidas. Esta es una de las primeras películas en capturar la inquietud juvenil y el deseo de rebelión que definieron a muchas generaciones posteriores.

Easy Rider (1969)

Uno de los clásicos indiscutibles del cine de moteros es Easy Rider, dirigida por Dennis Hopper y protagonizada por él mismo junto a Peter Fonda. Esta película se ha convertido en un emblema de la contracultura de los años 60, retratando un viaje a través de Estados Unidos que revela tanto la belleza del paisaje como las tensiones sociales de la época. Este filme no solo es una exploración de la libertad individual, sino también una crítica a la rigidez del sueño americano.

Quadrophenia (1979)

Quadrophenia, aunque centrada en la subcultura mod, también merece mención por su conexión con el mundo de las motocicletas y los conflictos de identidad juvenil. Basada en el álbum homónimo de The Who, la película sigue a Jimmy, un joven mod que encuentra su identidad a través de su scooter y su afiliación con otros mods, mientras lidia con la alienación y el descontento mientras se parte la cara con los rockers, moteros clásicos que rozan lo que hoy calificaríamos como rockabilly.

Dos duros sobre ruedas (1991)

Dos duros sobre ruedas, protagonizada por Mickey Rourke y Don Johnson, ofrece una visión más moderna y estilizada del cine de moteros. La película sigue a dos amigos, Harley Davidson y Marlboro Man, que intentan salvar el bar de un amigo de ser demolido por una corporación. Aunque la trama puede parecer simple, la película es un testimonio de la lealtad y el espíritu libre característico de los motociclistas.

Moteros el musical: Cry-Baby (1990)

Cry-Baby es una película musical de comedia dirigida por John Waters y estrenada en 1990. Ambientada en la década de 1950, la película es una parodia del género de películas adolescentes de esa época y se centra en Wade "Cry-Baby" Walker, interpretado por Johnny Depp. Cry-Baby es el líder carismático de una pandilla de "drapes", jóvenes rebeldes y marginados que se oponen a los "squares", los chicos buenos y conformistas.

La trama principal gira en torno al romance entre Cry-Baby y Allison Vernon-Williams, una "square" que se siente atraída por el mundo de los drapes. La película destaca por su estilo extravagante y su humor irreverente, característico de Waters. Las actuaciones exageradas y las situaciones absurdas se combinan con números musicales vibrantes que rinden homenaje a los estilos de rock and roll y rockabilly de los años 50.

El fenómeno 'Sons of Anarchy' (2008-2014)

La serie Sons of Anarchy o Hijos de la anarquía en España, rejuveneció el interés por las historias de moteros en la televisión moderna. Creada por Kurt Sutter, la serie sigue a un club de motociclistas en California que se enfrenta a problemas internos y externos, desde traiciones dentro del grupo hasta conflictos con la ley y otros grupos delictivos. La serie es conocida por su intensidad dramática y sus complejos personajes, explorando temas de lealtad, familia y justicia. Incluso tuvo un spinoff, Mayans M.C.

Mad Max y otras películas que para amar las motos

Mad Max(1979) de George Miller, aunque más conocida por su contexto post-apocalíptico, tiene raíces profundas en la cultura de las motos. La película sigue a Max Rockatansky, un policía que se enfrenta a pandillas de moteros en un futuro distópico. Con su acción intensa, persecuciones en moto y su estética única, ha dejado una marca indeleble en el género.

En la misma línea, The Loveless (1981), dirigida por Kathryn Bigelow y Monty Montgomery, presenta a Willem Dafoe en su debut cinematográfico como el líder de una pandilla de moteros. La película es un homenaje a las primeras películas de moteros y ofrece una mirada estilizada a la vida rebelde en las carreteras estadounidenses.

Un filme similar es Hells Angels on Wheels (1967), protagonizada por Jack Nicholson, ofrece una visión directa del mundo de los clubes de motociclistas, siguiendo a un joven que se une a los Hells Angels. La película captura la atmósfera de la época y la cultura de los moteros con un enfoque casi documental, ofreciendo una visión sin filtros de la vida en la carretera.

Otras películas como Electra Glide in Blue (1973) también han contribuido al género, aunque desde una perspectiva diferente. Esta película sigue a un policía motorizado en Arizona que se ve envuelto en una investigación de asesinato. Similar a Stone (1974), una película australiana de culto que sigue a un policía encubierto que se infiltra en una pandilla de motociclistas para investigar una serie de asesinatos.

Moteros sin moto: Rebelde sin causa (1955)

Rebelde sin causa es un drama dirigido por Nicholas Ray y estrenado en 1955, que se ha convertido en una piedra angular del cine estadounidense y un símbolo de la juventud descontenta de la década de 1950. Protagonizada por James Dean en el papel icónico de Jim Stark, la película explora la vida de un adolescente problemático que se muda a una nueva ciudad y lucha por encajar y encontrar su identidad. Jim se enfrenta a problemas familiares y sociales que lo empujan hacia una vida de rebeldía y confrontación. Su relación con sus padres es tensa y distante, y su necesidad de pertenencia lo lleva a involucrarse con un grupo de adolescentes igualmente desilusionados. Aunque las carreras no sean de motos sino de coches, tanto la promoción como la inspiración fueron las motos y de hecho, Bikeriders rinde un homenaje a esta película con el personaje de Austin Butler.

Los moteros también en los videojuegos

Además del cine y las series, los videojuegos han contribuido significativamente a la representación de los moteros, ampliando el alcance de este subgénero y ofreciendo nuevas formas de explorar su fascinante mundo. Uno de los más destacados es Days Gone (2019), desarrollado por Bend Studio. Ambientado en un mundo post-apocalíptico, el juego sigue a Deacon St. John, un ex motero que navega por un paisaje devastado en su motocicleta, enfrentándose a hordas de infectados y buscando supervivientes. El título destaca por su narrativa emocional y su enfoque en la mecánica de conducción, capturando la esencia de la libertad y la camaradería del estilo de vida motero.

El juego Ride to Hell: Retribution (2013), aunque recibió críticas malas, es otro ejemplo de cómo los videojuegos han intentado capturar la vida de los moteros. El juego sigue a Jake Conway, un motero que busca vengar la muerte de su hermano a manos de una pandilla rival. A pesar de sus fallas en la ejecución, intenta explorar los aspectos más oscuros y violentos del submundo motero, ofreciendo a los jugadores una visión de la venganza y la justicia en un entorno caótico.

Road Rash es otro videojuego clásico que merece mención. Lanzado inicialmente en 1991, este juego de carreras de motos se diferencia por permitir a los jugadores participar en combates mientras conducen. Los jugadores pueden usar armas y puños para derribar a sus oponentes, capturando la adrenalina y la rebeldía asociadas con las carreras ilegales de motos.

Moteros en Grand Theft Auto

El DLC The Lost and Damned para Grand Theft Auto IV, lanzado en febrero de 2009, es uno de los DLCs más memorables de la franquicia. Transcurre en el oscuro y turbulento mundo de los moteros en Liberty City. Este contenido descargable se centra en Johnny Klebitz, un miembro de alto rango del club de motociclistas "The Lost MC". La trama sigue a Johnny mientras lidia con conflictos internos del club, luchas de poder y la rivalidad con otras pandillas motorizadas, todo ello en un contexto de traición, violencia y decadencia.

Ofrece una jugabilidad única al incorporar nuevas misiones centradas en las motocicletas, carreras de motos y modos multijugador exclusivos. Además, introduce una variedad de nuevas armas, vehículos y música que enriquecen la experiencia inmersiva del juego. El GTA V Online tuvo una expansión continuista respecto a esta jugabilidad. Lanzado en octubre de 2016, amplía significativamente el universo de GTA V al introducir a los jugadores en el peligroso mundo de los clubes de moteros. Este contenido descargable permite a los jugadores formar y liderar su propio club, completando una variedad de misiones y actividades específicas del estilo de vida motero.

Si este fin de semana sales flipado del cine tras ver Bikeriders, con lo citado hasta ahora tienes más que de sobra para continuar sumergiéndote en la subcultura de las motos y los clubes de moteros.