Después de que se anunciase Shogun con un tráiler espectacular a través de Disney+, Netflix estrena su nueva apuesta por la industria del videojuego adaptando, de forma un tanto libre, Onimusha y la historia de Miyamoto Musashi. Mediante una animación CGI que seguro que no entusiasmará a los más puristas del anime, la compañía también a cargo del live-action de One Piece saca a relucir su obsesión por los samuráis y la mitología japonesa con un producto muy recomendable e ideal para introducirse en la fantasía repleta de monstruos firmada por Capcom.
Takashi Miike, director de Ichi the Killer y La espada del inmortal, se encargad el ambicioso proyecto de Netflix junto a Shin'ya Sugai
¿Qué nos cuenta Onimusha? La serie de Netflix, que como decíamos va un poco por libre en lo que respecta a la saga de juegos de Capcom, relata la siguiente historia: "Con un arma demoníaca que devora almas en la mano, un legendario espadachín y una hermandad de samuráis luchan por derrotar a un sanguinario levantamiento zombi. Basada en la franquicia de videojuegos de Capcom, el protagonista, Miyamoto Musashi, cuenta con los rasgos del actor Toshiro Mifune". Tras la alocada Captain Laserhawk: Un remix de Blood Dragon, con un Rayman desatado, y la aplaudida Cyberpunk: Edgerunners, la gigante del streaming busca de nuevo el éxito.
El punto fuerte de Onimusha y donde mejor funciona, cuando se mueve mejor, es cuando saca a pasear las katanas y Miyamoto Musashi puede sacar a relucir sus mejores habilidades. Netflix se ha distanciado un poco del producto original del que viene permitiendo que nuevas audiencias puedan sumarse a su querida saga de acción.
Más que una serie se puede ver Onimusha como una película un tanto extensa gracias a sus grandes capacidades narrativas, donde se nota un montón la mano de Miike de igual forma que en los combates. El avezado director asiático, habitual del festival de Sitges, tiene gran mano para generar tensión y hacer que los enfrentamientos entre personajes sean únicos, lo que le da un toque distintivo al producto.
La animación de Sublimation le sienta como un tiro al producto, aunque hay momentos donde se pueden ver las costuras y la calidad pierde algo de fuelle. Pero, en líneas generales, Onimusha es un producto directo, rápido y fresco que vale como complemento de los videojuegos y como introducción para los neófitos.