Indiana Jones and the Fate of Atlantis, la aventura gráfica que hizo historia y marcó a toda una generación en PC
A las puertas de Indiana Jones y el Gran Círculo, el nuevo juego de MachineGames basado en la saga del arqueólogo Indiana Jones, uno de los juegos más esperados del año y que puede revivir una saga un tanto tocada después del gran fracaso de taquilla de Indiana Jones y El dial del destino con Harrison Ford, volvemos la vista atrás para repasar la importancia de Indiana Jones and the Fate of Atlantis, el mejor título basado en la saga cinematográfica de George Lucas y Steven Spielberg, así como uno de los grandes videojuegos de la historia.
Una aventura colosal que hizo justicia al personaje de Harrison Ford: Indiana Jones and the Fate of Atlantis fue un juego icónico
Volvamos la vista atrás. Centrémonos en el año 1992. En aquellos años, la industria del videojuego vivió un auge marcado por la llegada de títulos icónicos y avances tecnológicos, con la era de las aventuras gráficas en su apogeo, y LucasArts liderando gracias a grandes títulos que marcaron el potencial narrativo y técnico de los ordenadores.
Las consolas de 16 bits, como Super Nintendo y MegaDrive, dominaban el mercado, ofreciendo gráficos y sonidos revolucionarios en las salas de estar y dormitorios de medio planeta, mientras que en la informática, el lanzamiento de Windows 3.1 popularizó las interfaces gráficas, con procesadores como el Intel 486 impulsando el rendimiento de los PC, potenciando la tecnología de consumo hasta límites insospechados.
En este contexto, LucasArts lanzó Indiana Jones and the Fate of Atlantis, un videojuego que se convertiría en un clásico del género de aventuras gráficas y que marcaría a toda una generación de aficionados y que podéis jugar desde Steam. Basado en las peripecias del icónico arqueólogo creado por George Lucas y Steven Spielberg, el juego no solo extendió el legado de Indiana Jones más allá del cine, sino que también redefinió el estándar de las narrativas interactivas para siempre. ¿Por qué? Porque, básicamente, Fate of Atlantis presentaba una mezcla magistral de historia, jugabilidad y estilo artístico, unos ingredientes que lo consolidaron como uno de los videojuegos más recordados de su época y, a la postre, como una obra maestra absoluta del medio.
Tras el éxito de Indiana Jones and the Last Crusade: The Graphic Adventure en 1989, LucasArts decidió crear una historia original que capturara la esencia de las películas, pero sin estar atada a ellas, pues había mucho espacio para que el arqueólogo al que daba vida Ford en la pantalla grande, viviera nuevas aventuras descubriendo artefactos del pasado y luchando contra las tropas del Tercer Reich. La dirección del proyecto recayó en Hal Barwood, guionista y productor, quien buscó elaborar un guion sólido y maduro, que evocara las mejores tradiciones del cine de aventuras y el género pulp, inspiraciones del propio Lucas. El resultado fue un relato centrado en la Atlántida, la legendaria ciudad perdida.
El equipo de desarrollo implementó el motor SCUMM, el mismo usado en otros clásicos de LucasArts como The Secret of Monkey Island, pero lo cierto es que se realizaron profundas mejoras que permitieron una mayor fluidez en la interacción y una mayor cantidad de capas en la jugabilidad. Ahora nos puede parecer algo simple, pero el diseño del juego destacó por encima de las innumerables aventuras gráficas de la época por su enfoque en los detalles históricos, mezclando elementos reales con ficción para crear un universo inmersivo, que hacía que nos sintiéramos parte de la trama. Por primera vez, nos sentíamos los protagonistas. En otras palabras: éramos el mismísimo Dr. Jones.
En Fate of Atlantis, los jugadores toman el control de Indiana Jones mientras investiga el paradero de la Atlántida y su conexión con un poderoso metal llamado oricalco. Acompañado por la astuta Sophia Hapgood, una exarqueóloga convertida en una suerte de mística, Indiana se enfrenta a las tropas nazis, quienes también buscan la ciudad perdida para obtener un arma definitiva. El juego ofrecía tres rutas narrativas, que presentaban ajustes jugables, siendo, el camino del intelecto, el camino de la acción y el camino del trabajo en equipo las escogidas por LucasArts para ajustar el juego a cada tipo de usuario.
Cada una de estas rutas permitía resolver los puzles y avanzar en la historia de formas distintas, dando al jugador un nivel inédito de libertad y rejugabilidad. Fate of Atlantis y su estructura narrativa no solo aumentaba la inmersión, sino que también fomentaba la exploración y el descubrimiento a grandes rasgos. No obstante, la innovadora -para la época- jugabilidad de Fate of Atlantis se basaba la interacción con objetos, personajes y escenarios, presentando una amplia variedad de rompecabezas que oscilaban entre lo lógico y lo desafiante en el plano creativo, ya que, siendo honestos, había algunos momentos especialmente difíciles. La narrativa no lineal, junto con los diálogos ramificados, contribuyeron a la sazón a crear un sistema de juego que premiaba la curiosidad y la experimentación.
En cuanto a los gráficos de Fate of Atlantis, el juego utilizó un estilo pixel art que capturaba con maestría los escenarios de la Atlántida, las ruinas antiguas y las bases nazis, con una gran variedad de localizaciones. En su día, era una auténtica locura visual. Y es que a pesar de las limitaciones tecnológicas de la época, el diseño artístico logró transmitir una atmósfera rica y evocadora, muy en la línea de las películas, con personajes que estaban muy bien animados y que presentaban una gran fluidez en pantalla, y los escenarios, intrincados y únicos, ofrecían una innumerable cantidad de detalles que enriquecían la experiencia inmersiva.
Un juego que debería estar en un museo: Fate of Atlantis es una obra maestra y la mejor historia de Indiana Jones tras la trilogía de películas original
Fate of Atlantis fue un éxito inmediato tanto en crítica como en ventas, con más de 1 millón de copias vendidas a lo largo de toda su vida comercial. La prensa especializada alabó la profundidad de su narrativa, la calidad de los diálogos y la inteligencia con la que se diseñaron muchos de sus puzles. Revistas como PC Gamer y Computer Gaming World lo calificaron como uno de los mejores juegos de su tiempo, destacando su capacidad para capturar el espíritu de Indiana Jones. La misión de LucasArts había dado sus frutos.
Aunque Fate of Atlantis nunca fue adaptado al cine -pese a los muchos rumores-, muchos fans consideran que esta historia está a la altura de las mejores entregas cinematográficas y que es la verdadera cuarta entrega de la saga, ignorando la muy posterior Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal o la reciente quinta parte. Lo que sí está claro es que el juego contribuyó a expandir el universo de Indiana Jones, demostrando que el personaje podía triunfar en medios distintos al cine. Considerado una obra maestra, su impacto en la industria del videojuego y su legado son incuestionables, siendo el principal motor e inspiración de los estudios que se encargan de continuar con las historias de este célebre personaje de ficción. Para muchos, y siguiendo la pasión del Dr. Jones, se trata de un verdadero tesoro digital que debería exponerse en un museo.