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Análisis ASUS ROG Ally X, la versión mejorada del mini PC portátil de ASUS: ¿derrocará a la Steam Deck?

Durante las últimas semanas hemos tenido la oportunidad de probar a fondo la nueva propuesta de la marca taiwanesa que demuestra que este tipo de ordenadores para jugar tienen mucho futuro.

Ya hablamos hace poco más de 1 año de todo lo que la primera ROG Ally ofrecía por aquel entonces. Surgida como respuesta al segmento popularizado inicialmente por la Steam Deck, el de los mini PC consolizados, esta alternativa ha ido ganando tracción con el tiempo no sólo por su remarcable rendimiento sino por todo el trabajo que ASUS ha ido implementado en ella. De hecho, si en algún momento habéis dejado de hacerle seguimiento, te resumiremos su estado en pocas palabras: las múltiples opciones de personalización, añadidas a través de actualizaciones de forma constante, han elevado muchísimo la experiencia con ella.

Pues bien, desde el pasado 22 de julio se encuentra a la venta en nuestro país esta nueva iteración más ergonómica y disponible en negro, en lugar de blanco. Una puesta al día mediante la cual se le han metido ajustes tanto en hardware como en software que han corregido errores detectados al tiempo que se ha optimizado su propuesta general y, lo más importante, se ha mejorado notablemente su eficiencia energética.

Y eso que la X, en el momento de realizar este análisis, no tenía el software de AMD (Adrenalin) disponible con la misma versión que la Ally de primera generación. Aun así, el significativo cambio en el desempeño en potencia que hemos apreciado en la X hace que cuestiones como si merece la pena el cambio, o cuán mejor es que su predecesora, busquen respuestas contundentes. Si sigues leyendo, te las vamos a dar.

ROG Ally vs. ROG Ally X: cambios externos

Entramos a enumerar las diferencias estéticas más destacables que hemos observado en ambos modelos. Así todo, echa un vistazo a las fotos que incluimos para complementar lo que te comentamos en las siguientes líneas.

Las dos unidades mantienen unas proporciones físicas muy similares entre ellas, salvo en grosor y en peso. Con respecto a lo último, hay una diferencia de 70 gramos a favor de la nueva máquina. ¿Se notan? No lo suficiente como para que los hayamos percibido como una molestia real. Si algo nos gusta de la propuesta de ASUS es lo compacta y manejable que es (en ambas versiones).

Sobre el grosor, la cifra ha aumentado y los responsables son, por un lado, las zonas de agarre de ambos lados -con 4,5 mm de aumento- y, por otro, el cuerpo principal de la ROG Ally X, unos milímetros más fornido. Apoyadas las dos sobre una mesa, se aprecia cómo la máquina negra sobresale por encima de la blanca. Gracias a ello, la X es más agradable de sujetar entre las manos que la versión original, favoreciendo la ergonomía total y acercándola mucho a la que ofrece la Steam Deck, para nosotros el dispositivo con mayor puntuación en este apartado.

Mirándolas frontalmente, mientras las mantenemos agarradas por separado, advertimos algunas divergencias interesantes. Empezando por los joysticks asimétricos sin efecto Hall (aunque se pueden cambiar fácilmente si aparece el temido drift). Ambos se han recolocado en la Ally X y se notan más robustos. De hecho, teóricamente, se ha duplicado su número de ciclos de rotación hasta los 5 millones. Pero también se han movido. El de la izquierda ha bajado su posición unos cuantos milímetros y se ha desplazado más a la izquierda, quedando a ras del cambio de ángulo en la carcasa. El joystick de la derecha también ha sufrido un leve desplazamiento vertical, pero uno horizontal más pronunciado acercándolo más al borde derecho de la pantalla. Además, se ha puesto un reborde a su zona convexa para evitar que los pulgares se deslicen hacia fuera con facilidad. El resultado es, combinado con las zonas de sujeción mucho más grandes, un mejor acomodamiento de las manos al manipular la ROG Ally X. La primera iteración nos obligaba a retraer los pulgares hacia atrás, haciendo que su manejo -durante largas sesiones- se volviera acusadamente molesto. Incluso, en algunos casos, las manos o una parte de ellas podía quedar adormecida. Pero eso sabemos que depende mucho de cada caso particular.

Los botones de acción ABXY, con forma de cúpula plana, sobresalen unos milímetros más en la Ally X que en la Ally original. Aparte del recorrido más largo, ASUS también los ha reposicionado bajándolos un poco en vertical, pero manteniendo su alineación horizontal. Otro detalle, entendemos, del diverso ‘feedback’ que ha ido recibiendo de los usuarios para que cada mano se pueda mover más fácilmente entre ellos.

¿Y la cruceta? En la primera Ally no podemos negar que se nos antojaba un poco más "plasticosa" de lo que nos hubiera gustado. En su sucesora, el material del que está hecha da la sensación de ser de mejor calidad, con zonas mate, aunque lo más importante que valoramos sobre este elemento de control es que ha aumentado de tamaño sobre un 20% aproximadamente. Estas modificaciones y la rueda de 8 ejes se traducen en, para nosotros, un control más preciso y agradable.

Es el turno de los gatillos y botones superiores. Tanto LT/RT como LB/RB han sido notablemente rediseñados, con un aumento considerable de su tamaño, pero manteniendo dos cosas: la tecnología de pulsación con efecto Hall (anti-drift )y la proporción de las zonas con textura antideslizamiento. Una vez más, otros elementos que se han repensado para aumentar la ergonomía total de la ROG Ally X.

La serigrafía de los botones de Vista, Centro de Comandos, Menú y Armoury Crate es más suave que en el modelo blanco, y en la negra X cuesta advertir cuál es cada uno, sobre todo con poca luz. Menos mal que sus particulares formas, y que los tenemos aprendidos de memoria, nos ayudaron a identificarlos correctamente, pero para un nuevo usuario del dispositivo de ASUS esto podría convertirse en un pequeño problema inicial.

Otro profundo cambio: los botones Macro traseros. Aparte de ser mucho más pequeños que en la Ally que salió el año pasado, están situados más hacia adentro de la parte posterior del dispositivo, apartándolos de las zonas de agarre. Una rectificación, bajo nuestro criterio, muy acertada ya que inducen a menos errores de pulsación por accidente mientras estamos en los momentos de más tensión en una partida.

Aunque si hay un área que ha experimentado la mayor de las reformas es la superior. Todos los elementos de ella han sido recolocados o incluso eliminados. Vamos con este último grupo. Por ejemplo, en la Ally X ha desaparecido la interfaz ROG XG Mobile, que permitía conectar una tarjeta gráfica externa de la marca. Los botones de volumen, el de encendido/apagado con lector de huella dactilar integrado, los LED de estado de batería y funcionamiento, la ranura para tarjetas microSD UHS-II, la toma de audio combinada y el puerto USB-C 3.2 Gen 2 multi función de entrada, se han redistribuido de una forma completamente dispareja a la primera Ally. Esto no afecta a su manejo, desde luego, pero suponemos que tiene que ver -entre otros- con los problemas que aparecieron de calentamiento en las tarjetas microSD. Como complementos importantes a esa parte superior, encontramos una nueva rejilla de ventilación justo en la mitad, pero, sobre todo, otro puerto USB-C, pero de tipo 4, compatible con Thunderbolt 4, Display Port 1.4 y Power Delivery 3.0. Es decir, la ROG Ally X es mucho más versátil y te permitirá conectar accesorios más sofisticados que requieran un ancho de banda de hasta 40 Gbps.

El resto de las diferencias que podríamos listar está relacionado con evoluciones menores en las que tampoco vamos a entrar. Para nosotros, todos estos ajustes físicos convierten a la nueva iteración de la propuesta de ASUS en una máquina inmensamente más ergonómica y polivalente.

Más FPS a un menor coste energético

Como punto de partida, sería conveniente reseñar que en la nueva Ally hemos apreciado cómo sus distintos TDP (potencia de diseño térmico) han modificado su valor para los diferentes modos. Recordemos que estamos hablando de una máquina cuyo SO sigue albergando Windows 11 Home en sus entrañas. Luego entraremos más en detalle sobre esos TDP y los resultados que hemos obtenido con diversos juegos.

Por las nuevas características técnicas de este dispositivo, donde brillan sus 8 GB más de RAM que en su anterior iteración hasta un total de 24 GB (y casi un 20% más rápida), algún comportamiento diferente teníamos que observar. Y así fue. En general, según la propia ASUS, la ROG Ally X tiene un 15% más de rendimiento que el modelo previo. Por todo lo probado, estamos más que de acuerdo con esa afirmación. Es más, añadimos que también es más rápida desde el primer momento que aprietas el botón de encendido: de estar totalmente apagada, arranca en menos segundos y es más solvente a la hora de abrir las apps del SO.

Para que tengas una referencia rápida de los números o ‘stats’ que arroja la ROG Ally X sin estar enchufada, y con diferentes tipos de juegos, te mostramos algunas capturas que hemos realizado de títulos tan diversos como Call Of Duty Warfare III, Gears 5, Prince of Persia The Lost Crown y Hollow Knight, todos ellos funcionando a 1080p:

Son algunos de los muchos videojuegos que presentan mejor optimización en la actualidad con la nueva máquina de ASUS. De hecho, no hemos tocado ninguna configuración y lo que ves son los datos que se obtienen nada más sacarla de la caja y completar la configuración, actualizaciones disponibles incluidas. Otros, como Helldivers II o Ghost Of Tsushima Director’s Cut necesitaban algunos parches adicionales, así como trastear con la resolución y el reescalado para obtener un ratio aceptable de FPS/consumo.

Aguanta más tiempo encendida

Una de las áreas que más críticas se ha llevado, desde su nacimiento, el primer intento de ASUS dentro del segmento de los mini PC consolizados, es su autonomía. Por eso la batería de la X dispone del doble de capacidad, hasta los 80 Wh y 5150 mAh, que refuerzan su vertiente más portátil. Podemos decir, alto y claro, que con la nueva versión hemos sufrido menos por tener localizado un enchufe a menudo y así seguir disfrutando de energía en ella. A ver, evidentemente no llega a los números globales de autonomía de la Steam Deck OLED, pero es que tampoco pueden hablar de tú a tú en cuanto a musculatura computacional.

En títulos poco exigentes -de corte indie- hemos podido estar alrededor de las 7-9 horas sin parar de jugar. Insistiremos aquí en que para este tipo de videojuegos es muy recomendable desactivar la funcionalidad "Mejora CPU" dentro de los menús del Armoury Crate SE (la utilidad de ASUS para el control de los juegos). Esta opción se encuentra activada por defecto y hace que la batería se drene más rápidamente. Lo malo es que sólo es necesaria para aquellos videojuegos o aplicaciones con alto rendimiento que requieran ciertamente un aumento de la CPU. Por tanto, para un juego como el Hollow Knight, nosotros la mantuvimos desactivada todo el tiempo y así estiramos el aguante de la batería hasta obtener unas fabulosas 7 horas en modo Silencio (13W). Si nos vamos a títulos más exigentes, como el Doom Eternal o el Gears 5, esa cantidad de horas se reducen a unas 2, aproximadamente, en modo Turbo con TDP de 25W y 1080p de resolución.

En nuestras pruebas intentamos, como es lógico, una configuración técnica prácticamente idéntica en ambas consolas, con nivel de brillo similar y demás. Déjanos decirte, una vez más, lo bien y fluidos que se ejecutan este tipo de juegos con la alternativa de ASUS sin apenas tocar nada de sus ajustes. Al menos con esos dos juegos que te hemos mencionado, nuestra experiencia global poco distó de la que tuvimos con sus versiones de consola. Es lo más cerca que hemos estado nunca de gozar de grandes juegos AAA en un dispositivo portátil y mantener unas condiciones multimedia casi perfectas. Al mismo tiempo, una buena parte de esta fluidez se debe a los esfuerzos de la marca taiwanesa en actualizar los drivers de AMD e integrar los avances de reescalado (FSR 3), por citar uno de los más significativos, en su máquina.

Volviendo al apartado que nos ocupa, y a modo de recapitulación, la autonomía que brinda la nueva versión Ally X es casi el doble de la primera. Sus prestaciones en eficiencia energética son muy remarcables. Aquí también es esencial que pienses que todo depende de los parámetros que elijas para jugar, la temperatura ambiente, etc. Pero creemos que con todo lo que te hemos contado te puedes hacer una idea bastante fiel de lo que encontrarás a nivel de consumo en este nuevo modelo. Eso sí, lo que no entendemos muy bien es la decisión de ASUS de incluir un cargador de 65W cuando la X es capaz de alimentarse a 100W, reduciendo el tiempo total para llenar la batería.

¿Mejor refrigerada?

Es posible que aquí esperes una afirmación por nuestra parte que confirme tus sospechas sobre mantener el dispositivo bien acondicionado térmicamente para no sufrir problemas de sobrecalentamiento. Pues estás en lo cierto. Teóricamente, ASUS dice haber optimizado su tecnología Zero Gravity consiguiendo temperaturas en un rango de 5-10 grados más bajo que en la primera Ally y a costa de una cantidad menor de energía. Para ello se han aumentado el número de rejillas de ventilación (tanto de entrada como de salida de aire), tubos de cobre hueco (heatpipes) más anchos, etc. Nuestras pruebas tanto con uno como con otro modelo son similares en este aspecto. Desde luego, estamos inclinados a pensar que en la Ally X se genera más calor que en su predecesora, pero tenemos cero dudas -en base a nuestras horas con ella- de que disipa aún mejor ese calor interno. Dicho esto, también nos gustaría compartir con vosotros que, como regla general, tanto en un modelo como en el otro, el usuario no se "entera" de esos grados de más porque no afecta a sus zonas de agarre. Sin embargo, en nuestro caso hemos sentido ligeramente una subida de temperatura en el lado izquierdo de la ROG Ally X después de varias horas de juego seguidas con ella. Es una percepción algo sutil, pero que está ahí. No sabemos si esto se corregirá en una actualización posterior o es un comportamiento normal de este nuevo modelo. En todo caso, quede por escrito nuestra inspección puntual.

Armoury Crate SE se actualiza

Por fin ha llegado la nueva versión de este software propio de ASUS que incluye en sus portátiles gaming para gestionar de manera unificada, entre otros, sus ajustes, perfiles de juego, iluminación RGB de los joysticks, actualizaciones de drivers de los componentes, los diferentes launchers de Windows, la biblioteca... En esta ocasión, se ha sometido a un rediseño completo de la interfaz, con secciones más comprensibles a la par que prácticas y con fondos/secuencias de arranque personalizables que ahora se pueden encontrar en una especie de Marketplace, que irá creciendo en los próximos meses. A pesar de ser un gran avance, seguimos pensando que ASUS debe continuar invirtiendo esfuerzos en una puesta a punto constante de lo que consideramos el epicentro de la experiencia de usuario con la ROG Ally. Sobre todo, si quiere conseguir una integración tan buena como Linux en la Steam Deck y así liderar con holgura este incipiente y reñido segmento de los mini PC consolizados.

Otros cambios internos y externos

Déjanos antes repasar muy rápidamente un par de elementos clave que se mantiene igual: la pantalla de 7" con la misma resolución y demás (ver tabla de características) junto con la APU, formada por el procesador Ryzen Z1 Extreme.

Sin embargo, así como tenemos una batería con el doble de capacidad, también tenemos en la ROG Ally X un SSD que ha pasado a tener 1 TB de almacenamiento. No sólo se modifica el tamaño, sino también su factor forma que cambia de 2230, que lleva la primera Ally, al 2280 de esta segunda versión. Una de las ventajas que tiene este tipo de memoria es su precio, ligeramente más bajo que el otro, y las opciones de capacidad en TB que puedes encontrar hoy en día (hasta 8 TB).

En otro orden de cosas, el lector de huellas ahora lo encontramos más rápido al detectar nuestro dedo y los dos altavoces frontales de la ROG Ally X han sido revisados y perfeccionados. Si algo nos gustó de la primera Ally fue, sin lugar a duda, su gran sonido. Más aún cuando después han pasado por nuestras manos otros mini PC consolizados, como la Lenovo Legion Go, cuyos altavoces tienen un rendimiento bastante mejorable. En la X, se han aumentado el tamaño de estos altavoces y se ha incrementado el desempeño del amplificador inteligente con Dolby Atmos. Dicho de otro modo, según nuestras pruebas, ahora el sonido del nuevo modelo suena más alto sin distorsión y tiene más separación estéreo (espacial). Queremos destacar cómo disfrutamos en alta resolución de la banda sonora y los efectos del Prince Of Persia The Lost Crown a través de estos remodelados altavoces. En el apartado sonoro, nuestro veredicto es que la ROG Ally X ofrece -de lejos- la mejor experiencia de audio envolvente nada estrenarla, sin tener que recurrir a unos auriculares.

Conclusiones

Podríamos referirnos a esta nueva versión de la Ally como un modelo avanzado o Pro (como PlayStation), donde ASUS ha querido corregir aquellos apartados técnicos que no cumplían al 100 % en el dispositivo que salió en 2023. Bien sea en rendimiento, ergonomía, autonomía, capacidad para almacenar juegos o en potencia sonora, Ally X está unos peldaños por encima de la fórmula original taiwanesa. Con la introducción de este nueva versión, podemos vislumbrar un escenario no demasiado lejano e ideal para gozar de juegos muy ambiciosos en formato portátil o conectados a un dock en la TV del comedor o un hotel. Estaremos muy pendientes de lo que traigan las próximas generaciones de APU en AMD y/o el resto de los fabricantes.

Tengamos en cuenta que, aparte de jugar, la ROG Ally X también sirve para realizar otras tareas informáticas que nada tienen que envidiar a un PC moderno de potencia media. Sin embargo, el principal escollo de esta nueva iteración de Ally es su precio, que alcanza los casi 900€. Mientras, comprar la Ally del pasado año más básica empieza en los 599€ (con procesador AMD Ryzen Z1).

Eso sí, si quisieras el mismo procesador de la Ally X te costaría 100€ menos que ésta ¿Merece la pena desembolsar ese dinero por todo lo que te hemos desvelado hasta ahora? Eso es algo que deberás valorar detenidamente según tus necesidades. Lo mismo pasaría si ya tuvieras la anterior ROG Ally y quisieras disfrutar de todos esos cambios en los apartados descritos. A nosotros, después de pasar muchas horas con el nuevo modelo, nos queda un gran sabor de boca por todo lo que este segmento de PC está consiguiendo en un tiempo relativamente corto y cómo los diversos fabricantes se están volcando en hacer que este tipo de dispositivos funcionen más y mejor. Así todo, que un árbol no te impida ver el bosque. Hoy por hoy, la ASUS ROG Ally X se erige como el mejor mini PC consolizado del mercado por su completa y avanzada oferta. Pero, ¿cuánto tiempo le durará este reinado?

*Hemos realizado este análisis con una unidad de la ROG Ally X cedida por Asus.

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