Así ayudan los videojuegos a reconstruir la historia
La recreación histórica a través de los videojuegos se ha convertido en un recurso valioso para la conservación y difusión del patrimonio cultural. Es aquí donde los juegos actúan como un puente entre el pasado y el presente. Un poderoso portal hacia el pasado que compañías como Ubisoft han aprovechado para centrar sus sagas. El último que han lanzado, Assassin’s Creed Mirage, ha logrado reconstruir la Bagdad del siglo IX, una ciudad de la que en la actualidad no queda nada más que algunos objetos, que se encuentran repartidos en distintos museos.
Como si fueran Carmen Sandiego, historiadores que forman parte de estos mismos estudios, centran su atención en distintos artefactos antiguos para construir entornos de otras épocas, desde los aspectos más arquitectónicos hasta las vestimentas, los peinados o los enseres de la casa. La meticulosa representación de escenarios, edificios y contextos históricos, a su vez ayuda a preservar y promover la comprensión del legado cultural y arquitectónico de diversas civilizaciones.
La documentación y recreación digital del patrimonio también puede contribuir a los esfuerzos de restauración física. La información detallada y los modelos 3D obtenidos de recreaciones de videojuegos pueden ser recursos invaluables para los arquitectos y conservacionistas que trabajan en proyectos de restauración.
Un ejemplo notable es la colaboración entre historiadores y diseñadores de videojuegos en la reconstrucción digital de la Catedral de Notre Dame tras el devastador incendio de 2019. El videojuego Assassin's Creed Unity, que representaba con gran detalle el monumento, se convirtió en una herramienta esencial para entender y visualizar la estructura original de la catedral, facilitando así los esfuerzos de restauración.
Recuperar ciudades perdidas
Además, los videojuegos se han utilizado para recrear y explorar entornos históricos perdidos o dañados. Por ejemplo, el proyecto Rome Reborn utiliza tecnología de videojuegos para ofrecer una experiencia inmersiva de la antigua Roma. A través de estas recreaciones, tanto el público general como los académicos tienen la oportunidad de explorar y comprender mejor las civilizaciones pasadas.
También en juegos como el recién salido Assassin's Creed Mirage, gracias a la labor del departamento de Humanidades e Inspiración de Ubisoft, comandado por el historiador Thierry Noël, un enamorado de la historia de Latinoamérica, se ha podido reconstruir la Bagdad del siglo IX. "Esta ciudad era única en su época, incluso hasta ahora no sé si hay una ciudad que tenga un peso tan fuerte en términos culturales, como lo tenía Bagdad en la época. Era el centro del mundo", señala Noël.
Este departamento se centra en supervisar la exactitud histórica más académica, aprovechando las zonas grises de la narrativa para introducir el lore propio de la saga Assassin's Creed. De cara a reconstruir ciudades como la Bagdad del siglo IX, de la que prácticamente no queda nada, al igual que en el caso de otros juegos como Assassin's Creed Valhalla, trataron con instituciones locales para conseguir fuentes de cara a la reconstrucción histórica. Entre las consultadas en el caso de Mirage están The David Collection, que en entre otro contenido aportó un cofre tallado en marfil con decoraciones de bronce dorado; el Institut du monde arabe (IMA), las Khalili Collections, que alberga más de 28.000 objetos de arte islámico; y el Museo Shangri La de Arte Islámica, Cultura y Diseño.
La colaboración interdisciplinaria es un elemento esencial para la creación de recreaciones históricas precisas en videojuegos. Muchas compañías desarrolladoras cuentan con equipos multidisciplinarios compuestos por historiadores, arqueólogos, artistas y programadores que trabajan juntos para crear experiencias que sean tanto históricamente precisas como visualmente impresionantes. Dejando hueco, claro, para la narrativa del propio título.
Ya en juegos como Indiana Jones and the Fate of Atlantis, los jugadores podían visitar yacimientos arqueológicos reales como Knossos en Creta. Indiana Jones no es el único arqueólogo de ficción que se ha paseado por los mundos virtuales. Lara Croft de la saga Tomb Raider y Nathan Drake de Uncharted, han inspirado a miles de actuales historiadores y han llevado a los jugadores de paseo por los vestigios de distintas civilizaciones antiguas.
De hecho, Lara Croft es un ejemplo perfecto de como los videojuegos cada vez dan más importancia a la credibilidad histórica. Con el reinicio de la saga en 2013, el trasfondo de Lara cambia radicalmente, pasando de ser una cazatesoros a una estudiante que decidió cursar arqueología en la University College London influenciada por las expediciones arqueológicas de sus padres.
Arqueogaming
A medida que los videojuegos se convierten en una plataforma para la exploración histórica, también se están creando nuevas formas de archivar y acceder a la información histórica. De esta forma, pueden actuar como archivos digitales interactivos, ofreciendo una forma novedosa y accesible de explorar y aprender sobre el pasado, en forma de contenido extra como diseños conceptuales o incluso modos de juego.
Las recreaciones históricas en videojuegos también pueden servir como una herramienta educativa eficaz. Permiten vivir y aprender sobre eventos históricos de una manera interactiva y atractiva. De hecho, incluso se está desarrollando un campo interdisciplinario llamado arqueogaming, que explora la intersección entre la arqueología y los videojuegos que facilita aprender sobre eventos históricos reales y batallas a través de libros virtuales y escenas dentro de los propios juegos.
Un término que fue acuñado por el director de publicaciones de la Sociedad Americana de Numismática, Andrew Reinhard, que formó parte del equipo que excavó el enterramiento de Atari en Alamogordo, Nuevo México (donde yacían cajas de Star Raiders, Pac-Man, Space Invaders, Defender y E.T. entre otros juegos), cuando se doctoró en el Centro de Patrimonio Digital de la Universidad de York.
Un ejemplo de ello es el modo de juego sin combate Discovery Tour de Assassin's Creed. Estos funcionan como juegos independientes en los que se puede recorrer libremente la antigua Grecia, el antiguo Egipto o la era vikinga, pero en vez de desde el punto de vista de un oculto, como un ciudadano de a pie. Para imbuirse de la cotidianidad de estos periodos y también, de paso, conocer a personajes históricos como Sócrates o Cleopatra.
Este modo lleva años sirviendo como herramienta didáctica para profesores desde hace años, ya que les permite mostrar gráficamente las descripciones que leen los alumnos en los libros de historia. "He comprobado como a los chicos lees entra mejor la historia así. No es lo mismo imaginar las pirámides o el Partenón cuando estaba pintado y no desnudo, como lo vemos ahora, que andar por él en una representación virtual.", explica Beatriz García, profesora de Educación Secundaria Obligatoria en un colegio de la Comunidad de Madrid.
Otros ejemplos son los videojuegos Valiant Hearts: The Great War y Age of Empires, que ofrecen una perspectiva única y educativa sobre las Guerras Mundiales y la evolución de las civilizaciones. Algunos títulos tienen la capacidad de guiar a los jugadores a través de diferentes temas históricos, como los juegos de estrategia de las franquicias Total War y Europa Universalis.
El juego Clash of Kings introdujo una nueva episodio llamado Dunhuang Civilisation que permitía a los jugadores explorar una recreación de la ciudad de Dunhuang y sus famosas pinturas murales budistas. Incluso juegos como la saga Battlefield 1942 ha buscado cierto rigor en el pasado. Mientras que proyectos como Roma Nova y Ancient Pompeii, han trabajado en la digitalización de la Antigua Roma y Pompeya respectivamente, proporcionando una inmersión educativa en estos importantes sitios históricos.
Un proyecto muy interesante que podría formar parte del arqueogaming es Evolving Planet, un proyecto diseñado para aumentar la visibilidad de las ciencias arqueológicas. En el juego, que plantea un escenario de ciencia ficción en el que la humanidad ha conseguido colonizar casi toda la galaxia, el protagonista es un arqueólogo que ha encontrado -en un planeta remoto- evidencia de una especie alienígena autoconsciente humanoide ya extinta. El objetivo del título es reconstruir la historia de esta especie descubrir las causas de su extinción.
Un segundo videojuego, esta vez sí centrado en el mundo que conocemos, Ancestors: stories of Atapuerca, se centra en las similitudes entre nuestra especie y el resto de humanos encontrados en el yacimiento arqueológico de Atapuerca (Homo Antecessor, Heidelbergensis y Neanderthalensis). El título hace uso de la narración ambiental, gestión del inventario o exposición mediante personajes para romper tópicos relacionados con los antepasados de nuestra especie.
A la hora de abordar la recreación histórica de un videojuego también hay responsabilidad social. Al recrear periodos y sobre todo incluir a personajes históricos reales, los estudios tienen la responsabilidad de hacerlo de manera precisa y respetuosa, contribuyendo así a una representación fiel de la historia y la cultura. Algo que cada vez más juegos se toman en serio. Por ejemplo Pentiment recrea el Ducado de Baviera en el siglo XVI. A pesar de transcurrir en una ciudad ficticia, el resto, desde las costumbres de la época hasta el arte, la religión, el avance de la imprenta y la relación entre los distintos estratos sociales.
La importancia de los modelos 3D
En el contexto de la conservación, los juegos se han convertido en un recurso esencial para documentar y preservar el patrimonio arquitectónico. Proyectos como Open Heritage 3D permiten a los usuarios explorar y descargar modelos 3D de sitios patrimoniales a partir de recreaciones de videojuegos. Este proyecto, conjunto entre CyArk, Google Arts, Historic Environment Scotland, las Bibliotecas de la Universidad del Sur de Florida, reúne a expertos y líderes organizacionales de las instituciones mencionadas, quienes tienen repositorios significativos de proyectos de investigación y documentación 3D tanto legados como en curso.
Estos grupos ofrecen una visión única no solo sobre las mejores prácticas para la captura y compartición de datos 3D, sino también sobre estándares, formatos, enfoques, ética y compromisos de archivo. No se necesita una cuenta para acceder a los conjuntos de datos; después de seleccionar la opción de descarga en la página del proyecto relevante, se pedirá el nombre, la organización y la dirección de correo electrónico del usuario, y luego se enviarán por correo electrónico los enlaces para descargar los conjuntos de datos.
Incluso algunos investigadores han utilizado tecnologías de videojuegos para recrear sitios históricos. Por ejemplo, el antropólogo David Hixson utilizó el software Unreal Engine para construir una reconstrucción tridimensional de la antigua ciudad maya de Chunchucmil, permitiendo así visitas virtuales interactivas. Para Hixson, uno de los principales beneficios de trabajar con la plataforma Unreal fue su conectividad en línea. "Dos (o incluso 32) personas, a kilómetros de distancia, pueden cargar el mapa de Chunchucmil, estado de Yucatán, México, al mismo tiempo y encontrarse allí para tomar un recorrido a pie juntos", escribió en un documento sobre el proyecto.
Los videojuegos como patrimonio
En cuanto a la preservación, en el caso de los videojuegos también funciona a la inversa. De hecho, España ha sido un país pionero en reconocer los videojuegos como parte de su patrimonio cultural. La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó en 2022 una reforma que incluye estas creaciones digitales y obliga a la Biblioteca Nacional a conservar al menos una copia digital de cada videojuego, y otra física si la hubiera. Se han establecido leyes que obligan a la preservación de los videojuegos, reconociendo así su valor histórico y cultural. Esta legislación refleja una creciente apreciación global del papel de los videojuegos en la conservación del patrimonio.
Los museos y las instituciones culturales también han reconocido el valor de los videojuegos para la conservación del patrimonio. Exposiciones como Game On en el Museo de Ciencias de Londres, y The Art of Video Games en el Smithsonian American Art Museum de EEUU, han destacado la importancia de los videojuegos como una forma de expresión cultural y artística.
Además, los videojuegos proporcionan una plataforma para que las comunidades marginadas y subrepresentadas compartan y celebren su historia y cultura, como el caso de Never Alone, que explora la cultura indígena de Alaska. La preservación digital, impulsada por las recreaciones en videojuegos, es especialmente crucial en un mundo donde el patrimonio cultural está constantemente en riesgo debido a conflictos, desastres naturales y el paso del tiempo. Los videojuegos ofrecen una forma de "congelar" el patrimonio cultural en el tiempo, proporcionando una ventana al pasado que permanece accesible para las futuras generaciones.
Mientras que el cine tiende más a idealizar o fantasear con periodos históricos, mostrando realidades inventadas e imprecisas que, según muchos historiadores, provoca confusión sobre los hechos reales; muchos juegos adoptan la parte más académica de la representación histórica, convirtiéndose así en herramientas transversales con las que además de jugar, poder divulgar y a su vez, trascender la propia pantalla y poder contribuir con la restauración real del patrimonio.
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Más sobre Assassin's Creed Mirage
Assassin's Creed Mirage es un videojuego de acción y aventura en mundo abierto con dosis de sigilo desarrollado por Ubisoft para Xbox Series, Xbox One, PlayStation 4, PlayStation 5 y PC, en el que se nos invitará a encarnar a Basim, un ladrón que deberá sobrevivir en Bagdad, recorriendo la ciudad con nuevas habilidades y herramientas para cometer los distintos asesinatos.