Es abrumador pensar en la cantidad de licencias que las grandes editoras tienen guardadas en un cajón sin la menor intención de hacer nada con ellas. Es comprensible, en cierto modo; muchas de ellas son sagas a las que el público les tiene mucho cariño, y de recuperarlas hay que hacerlo con tiempo y cariño. Cada vez es más caro hacer un juego y los riesgos son mayores, por lo que entendemos que ciertas editoras sean reticentes a reinicios y remakes. Lo curioso es que con un juego que promete, en una época cuando los costes eran más bajos, y con el proyecto muy avanzado, se decide carpetazo sin razón aparente.
¿El retorno perfecto?
Lo que comentábamos justo sobre estas líneas es lo que le pasó al reinicio de Silent Scope, la saga de Konami que debutó en 1999 en recreativas y que llegó poco después a Dreamcast, PlayStation 2 y Xbox, con dos secuelas que se lanzarían en los dos años siguientes. Silent Scope era un juego que, a pesar de seguir la fórmula de shooter sobre raíles muy popular en las recreativas de la época, dejaba el frenetismo a un lado en favor de muertes más precisas, algo que le daba una personalidad única y lo diferenciaba de múltiples títulos similares.
Tras Silent Scope EX, lanzado en 2001, la saga cayó en el olvido durante casi una década. En el 2010, Konami y Day 1 Studios –los creadores de F.E.A.R. 3 y Fracture, que ahora son parte de Wargaming– llegaron a un acuerdo para reimaginar la saga, adaptándola a las aventuras de acción y disparos en tercera persona que funcionaban tan bien entonces.
Sin título final, este reinicio iba a cambiar la fórmula original, con poca más conexión con los clásicos que el título. Así, viajaríamos a un futuro no muy alejado pero muy castigado por una guerra, donde máquinas propias de la ciencia ficción –como un enemigo que parecía teletransportarse gracias a su equipo– chocaban con ciudades destrozadas y explosiones constantes. No ha transpirado nada más de la historia, pero os podéis imaginar por dónde irían los tiros.
En lo jugable, os podéis imaginar –o, si queréis, ver el vídeo que acompaña al texto, que contiene breve secuencias de la jugabilidad– una especie de mezcla entre Gears of War y Uncharted, con un notable enfoque en los disparos desde coberturas, pero con una puesta en escena más ágil que también fomentaba el combate cuerpo a cuerpo. Además, en el vídeo pueden apreciarse secuencias muy espectaculares, que bien podrían haberse integrado en la jugabilidad.
Konami y la crisis de los cuarenta
Como sabéis, hace unos cuantos años –en la generación de PlayStation 3 y Xbox 360– muchas compañías japonesas lucharon por encontrar su identidad, e incluso por «aprender» a hacer juegos cuando daba la sensación de que Occidente las había adelantado en su propio terreno. Konami no fue una excepción, y prueba de ello es que sus grandes sagas –Castlevania, Silent Hill...–pasaron a manos de desarrolladores occidentales.
El reinicio de Silent Scope progresaba perfectamente, y de acuerdo con uno de los desarrolladores, la división estadounidense de Konami afirmó que la demo de Silent Scope de Day 1 Studios era «el mejor juego que había pasado por las oficinas en años», pero en 2011, tras año y medio en desarrollo, Konami detuvo el desarrollo, causando una enorme cantidad de despidos en Day 1 Studios que casi acaban con el estudio. ¿Qué pasó para que se cancelara? Pues, aparentemente, cambios internos dentro de Konami Japón, que no sólo canceló el juego que hoy nos ocupa sin explicación ninguna, sino «otros muchos proyectos» de los que no sabemos nada.
Al menos hemos conseguido descubrir la existencia de este proyecto y poder verlo, gracias a imágenes que consiguió Siliconera y un vídeo del portafolio de un desarrollador, pero sabemos que hay otros juegos que Konami canceló sin llegar siquiera a anunciar, y que estaban todavía más avanzados que este. Seguiremos investigando y, quizás, sean una historia para otro día.