Nintendo nunca se ha caracterizado por desarrollar fieles simuladores ni nada que se les pueda parecer. Entre sus juegos deportivos o de carreras se encuentra la saga Excite, con pocos (pero grandes) títulos a sus espaldas, siendo Excite Bike 64 la última entrega aparecida. Con la misma filosofía de carreras frenéticas y arcades -pero sobre todo divertidas- Nintendo nos ofrece Excite Truck, que haciendo uso del innovador mando de Wii sustituye las motos de Excite Bike por camiones. La versión que hemos jugado es la final americana, que poco o nada se diferenciará de la europea. Y nuestras primeras impresiones son bastante positivas.
Excite Truck es un juego de velocidad extremadamente arcade, aunque no por ello resulta simple, sino todo lo contrario. En nuestras primeras partidas sufriremos de lo lindo y hacernos al completo con el control nos llevará cerca de una hora, momento en el que estaremos medianamente preparados para ir superando las carreras.
Manejamos nuestro camión de la forma más intuitiva posible, esto es, colocando el mando de Wii en horizontal y girándolo de izquierda a derecha a modo de volante. El botón 2 hace las veces de acelerador y el 1 de freno, aunque este último apenas se utiliza. Esto resume el control básico del camión, pero Excite Truck va un poco más allá. Sin duda alguna el elemento más importante de la conducción es el turbo.
Con cualquier dirección de la cruceta activamos una poderosa propulsión que imprime a nuestro vehículo una velocidad extrema, siendo de gran importancia su utilización, ya que sin usarlo habitualmente es casi imposible salir victoriosos de una carrera. Ahora bien, no podemos activar el turbo en cualquier momento, ya que a los siete u ocho segundos de estar utilizándolo el motor del camión empieza a sobrecalentarse y volvemos a la velocidad habitual del vehículo hasta que finalice un proceso de enfriamiento. Por lo tanto, resulta muy conveniente no alcanzar nunca este estado e ir dejando al motor que se enfríe cada poco tiempo. No obstante hay algunas acciones que aceleran el enfriamiento, como conducir por el agua o volar por los aires, momentos que tenemos que aprovechar para poner nuestro motor al rojo vivo y escalar posiciones.
Aún así, el turbo es un elemento más de las caóticas carreras de Excite Truck. Desde la salida hasta que cruzamos la línea de meta están ocurriendo diversos eventos que modifican continuamente las posiciones de los participantes, de forma que hasta el final de la última vuelta no está decidido el ganador. Para empezar, y sobre todo en las primeras carreras, colisionaremos habitualmente contra los elementos del escenario, sobre todo árboles o rocas, hecho que puede llegar a desesperar, ya que al chocar se detiene nuestra carrera (mientras los demás siguen adelante, aunque la máquina también se estrella en múltiples ocasiones) y tenemos que pulsar repetidamente el botón 2 para reincorporarnos a la pista, perdiendo unos pocos segundos. En una carrera lo normal será chocarse unas dos o tres veces por vuelta, incluso aunque dominemos el control al cien por cien. Por diversos motivos resulta casi imposible mantenerse en el camino durante más de quince segundos, siendo la principal causa el sensible control que posee Excite Truck, del que hablaremos más tarde. Pero es importante dejar claro que esto no supone para nada un defecto, sino más bien una peculiaridad que nos obliga a jugar bastante concentrados.
Otro ingrediente principal de Excite Truck son los saltos y las elevaciones de terreno. A lo largo del circuito encontramos numerosas rampas de propulsión que nos lanzan a un vuelo descontrolado de varias decenas de metros. Los saltos encierran una cierta complejidad, ya que no resulta sencillo ni tomarlos bien ni aprovecharlos correctamente para avanzar posiciones. La única forma de lanzarse a un salto sin caer a tres kilómetros de la pista (y perder tiempo) es ir en línea recta por la rampa, cosa que a menudo no conseguimos (es difícil ir exactamente por donde queramos) y tenemos que modificar nuestra trayectoria mientras nos encontramos en el aire. Ahora bien, como muchos habréis imaginado, hay una notable combinación entre el turbo y los saltos.
Si nos lanzamos al vacío en pleno turbo llegaremos mucho más lejos y podremos esquivar posibles obstáculos que haya por el medio que de ir a velocidad normal no seríamos capaces de evitar. Aún así resulta posible ejecutar un turbo una vez en el aire, prologando nuestra estancia alejados de la tierra. Y es ahora cuando intervienen el resto de controles asignados al movimiento del mando. Si lo inclinamos hacia atrás nuestro camión imitará la oscilación y levantará su parte delantera, retardando aún más nuestra caída a la carretera. Si por el contrario lo desnivelamos hacia adelante nos precipitaremos más rápido al suelo. La caída también tiene su propia particularidad, ya que si logramos aterrizar con las cuatro ruedas a la vez recibimos una propulsión extra que resulta muy útil.
Los saltos están perfectamente integrados en el diseño de los circuitos, bien distribuidos y mezclando bien las distancias. Además muchas rampas están en principio ocultas y solo aparecen cuando conseguimos un objeto por la carretera que modifica el terreno y desvela algún atajo, rampa o zona oculta. Éste no es el único objeto que encontramos por el escenario, ya que también podemos coger unos extraños turbos con los que ser casi invencibles, destruyendo todos los árboles y rocas que hallemos a nuestro paso durante un breve periodo de tiempo.
Los circuitos tienen en su gran mayoría un excelente diseño, combinando de forma magnífica los distintos elementos como atajos, curvas peligrosas, obstáculos, puentes, saltos, objetos, zonas de agua (al igual que en Mario Kart, llega un nivel de agua en el que nos hundimos y tenemos que volver a la carrera pulsando el botón 2 repetidamente) y demás. Tal vez el mayor defecto que se les pueda achacar sea su poca variedad, ya que están ambientados en distintos lugares típicos con diferentes recorridos (bosque, desierto, montaña nevada, playa...). No obstante los circuitos no llegan a cansar gracias a que cuentan con distintas rutas por las que ir y numerosos atajos y trucos, siguiendo los conceptos básicos de los juegos arcade y adquiriendo así una gran rejugabilidad.
Pero sin duda alguna estamos omitiendo un aspecto muy importante de Excite Truck. A pesar de ser un juego de carreras, quedar primero no es nuestra máxima prioridad, sino conseguir estrellas. Las estrellas son una especie de puntuación que vamos recibiendo por conducir de la manera más alocada y peligrosa posible. Así, obtenemos estrellas al colisionar con otros vehículos, al realizar un salto y volar por los aires (cuanto más mejor), al aterrizar correctamente, al pasar entre dos árboles sin tocarlos, al derrapar bien en una curva... ¡incluso al chocarnos con un árbol! Algunos objetos también provocan la aparición de elementos en el escenario que nos adjudican estrellas, como unos anillos que atravesar en medio de un salto. Naturalmente también logramos puntos según la posición en la que quedemos (y son muchos más de los que es posible conseguir en carrera), por lo que tampoco podemos descuidar nuestra posición en carrera limitándonos a buscar estrellas.
Mucho se ha hablado sobre el control de Excite Truck, en especial sobre su exagerada sensibilidad. Lo cierto es que sí resulta un tanto complicado ser competitivos en nuestras primeras partidas, pero en cuanto disputamos un par de torneos las dificultades desaparecen y empezamos a perfeccionar nuestra habilidad al volante. Sigue siendo difícil permanecer en el camino marcado durante mucho tiempo, pero movimientos básicos como girar, orientar nuestro camión en el aire, adelantar a otros vehículos o esquivar obstáculos empezamos a dominarlos bastante pronto. Esto se podría traducir en que Excite Truck cuenta con una adecuada curva de aprendizaje, un poco pronunciada al principio pero que luego te permite mejorar fácilmente. En cuanto a la dificultad, únicamente pudimos probar el primer nivel (había otro pero no estaba disponible) y nos encontramos en condiciones de decir que está bastante bien ajustada, ya que desbloquear nuevos circuitos resulta dificilillo pero no imposible, de manera que es fácil que "nos piquemos" y sigamos jugando. Resulta bastante adictivo.
Por otro lado, inicialmente los modos de juego no son demasiados y habrá que esperar a tenerlo definitivamente en nuestras manos para juzgar si resultan insuficientes o por el contrario aparece algún modo de juego secreto, lo cual no sería sorprendente. Probamos los tres modos que aparecían en el menú principal: modo Copa, modo Reto y el Tutorial. El modo Copa, el principal del juego, alberga distintos conjuntos de circuitos al más puro estilo Mario Kart, con la salvedad de que no superamos los recorridos quedando únicamente entre los tres primeros, sino que debemos conseguir un mínimo de estrellas en la prueba para desbloquear el siguiente circuito de la Copa. Cuando tengamos todos podemos participar en la siguiente Copa y así hasta cuatro de ellas, con unos seis circuitos cada una.
El modo Reto nos propone una serie de pruebas divertidas, como atravesar una serie de anillos en un salto o alcanzar la mayor distancia posible sin tocar tierra. Resulta una buena alternativa al modo principal pero tal vez un poco escasa de opciones. El tutorial nos enseña mediante pruebas sencillas todo lo que podemos hacer con nuestro camión. Para concluir, cuenta un modo multijugador que no pudimos probar por falta de contrincantes, pero es de suponer que será un modo muy importante y sobre todo divertido, ya que estas alocadas carreras han nacido para disputarlas con los amigos. Desgraciadamente y siguiendo la línea de los primeros juegos de Wii carece de modo online.
En cuanto al apartado técnico hay poco relevante que decir. El juego es vistoso, cuenta con un buen número de elementos en pantalla y lo que es más importante: no tiene caídas en el número de cuadros por segundo, manteniéndose siempre a una buena velocidad. Aunque no mueve demasiados polígonos ni tiene excelentes texturas o efectos, gráficamente Excite Truck cumple con lo que se le puede pedir a Wii estos primeros meses: algo decente aunque lejos de poder compararse con lo que ofrecen Xbox 360 o PlayStation 3.
Musicalmente no destaca en absoluto, sus composiciones son muy pobres y repetitivas, aunque los efectos de sonido en carrera son algo superiores. No obstante cuenta con un extra que resulta de lo más interesante para paliar este defecto, y es que podemos cargar nuestra propia música en MP3 desde la tarjeta SD insertada en la consola, de manera que somos nosotros los que ambientamos nuestras carreras.
Para resumir estas extensas primeras impresiones podemos decir que Excite Truck apunta a ser un divertido juego de velocidad, muy adictivo y excelente para el multijugador. Si los poseedores de una Wii deciden darle una oportunidad y superan sus dificultades iniciales de control encontrarán un juego divertido, aunque tal vez algo limitado en cuanto a modos de juego, aunque mejor esperemos a tenerlo en nuestras manos para determinar todos estos aspectos de una manera más precisa.