Se habla mucho de la falta de títulos exclusivos para PlayStation 4 en los próximos meses, pero seguro que los amantes de los videojuegos japoneses no tienen muchos motivos para quejarse, ya que en octubre van a poder disfrutar de juegos como Disgaea 5: Alliance of Vengeance, Tales of Zestiria o Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la raíz del mal, del que ya hemos podido jugar sus primeras horas y que nos ha sorprendido muy gratamente.
Históricamente, aunque este tipo de juegos tengan una buena base de aficionados, el género de los musou causa ciertos rechazo entre muchos jugadores occidentales, no solo por su jugabilidad, sino también por su estética, con batallas medievales chinas que causan poco interés por estos lares. Si algo nos demostró el año pasado Koei Tecmo con Hyrule Warriors es que basta cambiar la ambientación para que un musou se vea con otros ojos por Occidente, y algo parecido va a ocurrir con Dragon Quest Heroes, con los siempre atractivos diseños de Akira Toriyama, el conocido creador de Dragon Ball.
Lo primero que llama la atención en el nuevo trabajo de Omega Force es que por momentos no parece ni un musou, más bien un RPG de acción, con el que han sabido traspasar perfectamente todo los elementos de los juegos de rol por turnos de Dragon Quest a un entretenido juego de acción, manteniendo intacto el carisma y personalidad de la saga de Square Enix, que como demuestra este juego es muchísimo.
La música, el diseño artístico, los personajes y enemigos, el envoltorio es excelente, pero no le va a la zaga el contenido jugable, que también está a la altura.
El control en los combates es sencillo, pero tenemos bastantes posibilidades. Hay dos tipos de ataques, los normales y los que consumen puntos de magia -PM-, y podemos elegir por los controles rápidos, con combos automatizados, o los controles avanzados, la opción más recomendable, ya que no se trata de un complejo hack and slash, y no vemos necesario este automatismo en los combos. Con L1 bloqueamos ataques, con R2 esquivamos, y con R1 más uno de los cuatro botones principales realizamos los conjuros y habilidades, que también consumen PM.
Cada vez que atacamos a un enemigo acumulamos tensión, más rápido si realizamos elaborados combos, y cuando hemos llenado el medidor podemos activar el modo Alta tensión, unos segundos durante los cuales aumentan nuestros ataques y defensa, y los conjuros y habilidades no consumen PM. También ganamos la destreza de realizar dobles saltos e incluso esquivar en el aire, pudiendo desatar en cualquier momento el llamado golpe de gracia, el ataque más poderoso de cada personaje, capaz de barrer la pantalla de enemigos.
Con estos conceptos básicos ya sabemos lo suficiente para empezar a divertirnos en los combates, aunque hay que tener en cuenta que cada personaje tiene armas y habilidades diferentes, y cambian bastante entre sí. Siempre llevamos un equipo de cuatro personajes, y podemos controlar a cualquiera de ellos en todo momento, haciendo que las batallas sean muy entretenidas si vamos alternando el control de los diferentes miembros del equipo, ya que están muy bien diferenciados. La aventura comienza con la pareja protagonista de la aventura, Luceus y Aurora, a los que podemos bautizar, y poco a poco se van uniendo nuevos personajes, como Doric y Aila -creados para la ocasión-, Alena, Kiryl y Maya de Dragon Quest IV, Norris de DQVI, Jessica y Yangus de DQVIII, y Bianca y Nera de DQV.
La historia está bastante elaborada, al menos más de lo que esperábamos en un juego de estas características, contándose mediante unas escenas de vídeo bastante espectaculares, y han un motivo argumental para que los personajes de diferentes entregas unan fuerzas en esta aventura. Durante las dos primeras horas tenemos un desarrollo muy lineal y guiado, que sirve de tutorial, explicándonos los diferentes conceptos, y después nos sueltan de la mano, con un mapamundi en el que podemos elegir nuestro destino, realizando misiones principales o secundarias.
Los escenarios, al menos en las primeras horas de la aventura, no son muy amplios salvo alguna excepción, son más bien pasilleros, y los tipos de misiones se pueden dividir en tres: batallas contra hordas de monstruos, en las que nuestro objetivo es barrer el escenario de enemigos, batallas para proteger a un personaje u objeto, en las que tenemos que evitar a toda costa que los enemigos destruyan el objeto o persona que tenemos que proteger, y batallas contra un monstruo jefe, enfrentamientos muy espectaculares contra enemigos gigantescos.
Las misiones en las que tenemos que proteger un objetivo son las más elaboradas, ya que hay cierto componente estratégico, con enemigos que pueden venir desde diferentes puntos del escenario, por lo que no te puedes despistar. Siempre hay que intentar cerrar las Bocas de la noche, unos portales que no dejan de expulsar monstruos, y la manera de hacerlo es derrotando a los guardianes que los custodian. Para proteger la retaguardia podemos utilizar las medallas de monstruo, que nos permiten invocar monstruos aliados. Al derrotar a ciertos enemigos a veces sueltan estas medallas, que podemos usar para invocar a monstruos aliados, que nos echarán una mano durante los combates, y que tenemos que saber colocar estratégicamente.
Las batallas contra los jefes finales también tienen cierto componente estratégico, y por ejemplo conviene utilizar los inventos de Aila, mecanismos especiales como balistas o máquinas lanzaconjuros que encontramos en los escenarios y que vienen muy bien para golpear con toda la fuerza contra los puntos débiles de los jefes. También hay estados perjudiciales durante los combates, como veneno, sueño, sello, etcétera, y podemos resucitar a los aliados si caen luchando. Como veis no falta ninguno de los elementos habituales de un Dragon Quest, tanto dentro como fuera del campo de batalla.
Antes de emprender una misión nos movemos por un campamento en el que podemos hablar con distintos personajes y encontrar tiendas donde comprar armas y orbes, la capilla donde podemos guardar partida, redistribuir los puntos de destreza o imbuir a las curapiedras de conjuros curativos, o el alquimista, que nos permite crear accesorios a cambio de ingredientes que obtenemos al derrotar enemigos. También tenemos la oficina de correos, la oficiala de trabajos, el rey Maximino que canjea las minimedallas por objetos, la cantina, en definitiva estamos ante un juego muy completo en su faceta rolera.
Los personajes suben de nivel como en cualquier RPG, y obtienen puntos de destreza, con los que podemos desbloquear nuevas habilidades y conjuros, mejorar los atributos como el ataque, la defensa, etcétera, y obtener efectos y habilidades especiales, diferentes en cada personaje. Por lo que hemos probado hasta el momento parece que hay juego para rato, además de que las misiones principales por ahora nos parecen muy interesantes, con elaboradas cinemáticas antes y después de cada combate, y alguna que otra sorpresa.
Todavía no queremos lanzar las campanas al vuelo ya que tenemos que ver cómo evoluciona el juego con el paso de las horas, y si su sencilla estructura de misiones y sus mapas tan reducidos no se acaban volviendo en contra y se vuelve un poco repetitivo o falto de posibilidades. De momento estamos encantados y nos parece un juego muy entretenido.
Gráficamente luce genial, tanto por la dirección artística como por el sólido apartado técnico, a pesar de notarse en distintos detalles, como las texturas, que es un juego intergeneracional, mostrándose a 1080p y 60fps. Es cierto que el framerate no es totalmente estable, hay situaciones de mucho estrés con decenas de enemigos y ataques especiales en pantalla, pero nada demasiado grave, y se le perdona. La banda sonora de Koichi Sugiyama es deliciosa, con nuevas composiciones y antiguos temas de la saga sonando mejor que nunca. Y podemos elegir entre las voces en inglés y japonés -muchísimo mejores las segundas-, acompañadas unos muy correctos subtítulos en español.
Por último comentar un detalle que nos parece más que interesante, y es el hecho que la versión occidental de Dragon Quest Heroes va a incluir gratuitamente todo el contenido descargable que se lanzó en Japón, algo que suena tan bien que cuesta casi creer, incluyendo nuevas misiones muy interesantes.
Acertado cambio de género
Nos hemos llevado una sorpresa muy agradable con Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la raíz del mal, personalmente porque el que firma estas líneas no es muy fan del género de los musou, y se ha encontrado un juego de acción muy disfrutable, especialmente si te produce simpatía y agradado el universo Dragon Quest, que se ha plasmado a la perfección en esta aventura de acción. No se le ha tenido en cuenta como uno de los grandes exclusivos para PS4 de los próximos meses, pero lo que hemos jugado hasta el momento nos ha encantado.