Es de sobra conocido que los gustos japoneses por cierto género de videojuegos no es compartido por el público occidental, al igual que el mismo caso ocurre también en el sentido contrario. Grandes éxitos de ventas como Monster Hunter en Japón, no llegan a formar una comunidad de jugadores tan importante en el viejo continente, o títulos super ventas en Europa que apenas tienen repercusión en las islas niponas.
En este dicotomía se mueven las sagas estrellas de Tecmo Koei, Samurai Warriors y Dynasty Warriors, (olvidando así al más que regular Ninja Gaiden 3) títulos cuyo lanzamiento en Japón pasan a la vitrina del top 10 de ventas de cualquier tienda casi de manera automática, pero con una repercusión bastante menor en Europa tanto en público como en crítica.
Por otro lado también hablamos de One Piece, posiblemente el manga y anime más popular del momento en Japón, record de ventas en la revista Shonen y cuyos videojuegos, ya sean buenos o no, cuentan con una compañía fiel de seguidores.
La utilización de una fórmula jugable popular y que goza de un longevo (y parece que inacabable) éxito, envuelta en el argumento y el universo de uno de los más famosos animes/mangas de todos los tiempos ha provocado que la colaboración de Tecmo y Koei haya salido como uno de los juegos mejor parados de este principio de año, teniendo en cuenta, que tampoco estamos ante una obra maestra en ningún sentido.
Y es que One Piece tiene mucho tirón, sino que se lo digan al más de medio millón de japoneses que se hicieron con el título en la primera semana desde su lanzamiento.
Esencia Musou, universo One Piece
En líneas generales el título sigue el patrón de otros Musou, es decir un buen número de enemigos carne de cañón, zonas diferenciadas en un mismo mapa, minibosses y pulsación de botones hasta hacernos llagas con el conocido método de "aporrear". Esta es la columna vertebral del juego, la base Musou, aunque hemos de decir que parece que se le ha mimado mucho más que las interminables entregas de Dynasty Warriors, añadiendo muchas novedades que le sientan bastante bien.
En primer lugar, el principal modo de juego se divide en diferentes capítulos, donde Luffy será el gran protagonista en cuanto jugabilidad nos referimos. En ocasiones tendremos que manejar a otros personajes como Roronoa, Nami o Sanji pero Luffy será el eje donde se mueve todo. Además, aunque en el modo historia tendremos que manejar al personaje que la CPU "nos ponga en las manos", existe otro modo en el que podremos disfrutar del título con el personaje que prefiramos.
Lo primero que destaca de One Piece es su enorme parecido con la serie de animación y el buen trabajo artístico que han parecido tomarse sus desarrolladores. Todo el universo está lleno de colorido, con unos diseños de los personajes muy acertados y con una ambientación que encandilará a los seguidores del manga con tan solo un primer vistazo.
Una vez con las manos en los controles, la cosa ya no cambia tanto. La sucesión de media docena de combos de manera continuada a través de los botones cuadrado y triángulo mientras vemos Luffy estira sus brazos para derribar a sus enemigos. Un botón círculo para efectuar ataques especiales una vez la barra oportuna se halla rellenado y un botón X para efectuar movimientos de evasión. Como decíamos un diseño muy característico pero una mecánica de combate típica. Sin embargo, en esta mecánica se han añadido ciertas variaciones para, al menos intentar, que no todo sea presionar cuadrado y triángulo durante horas. Luffy contará así también con una serie de movimientos especiales que le servirán para conseguir diferentes efectos. Podremos cambiar entre estos movimientos con el pad direccional y activarlos con el botón R1.
Así por ejemplo Luffy se puede inflar como un balón de aire para que las balas de cañón salgan rebotadas y dañen a los enemigos, puede utilizar sus brazos elásticos para arrebatar a ciertos enemigos sus escudos así como puede estirar su pierna para realizar un patada elástica que afectará a todos los enemigos en línea. En resumen, una serie de habilidades que nos pondrán las cosas más fáciles para acabar con ciertos enemigos, no obligatorias de usar pero que sí ofrecen un poco más heterogeneidad en el combate.
Por otro lado, en este título parece que la corriente más táctica de Dynasty Warriors deja paso a otras vertientes jugables más habituales en los títulos de plataformas, incluso añadiendo variedad de puzles de fácil solución. Así pues, en ocasiones para llegar a una zona determinada deberemos utilizar algunas de las habilidades de nuestros personajes para saltar, agarrarnos a ciertos salientes, balancearnos, mover objetos etc. Nos gustaría resaltar que no se trata de un sistema de plataformas al uso (ya que no hay botón de salto) sino que todas las acciones se llevarán a cabo a través de pulsaciones de botones en el momento preciso, similar a los quick time event.
Con respecto a esta técnica de QTE, se nota también que actualmente este tipo de títulos basados en anime están intentando seguir una estela marcada por los chicos de CyberConnect, mostrando muchas secuencias animadas acompañadas de estos famosos QTE y que le añaden la espectacularidad que muchos piden. En One Piece Kaizoku Musou, los grandes eventos animados no son tan vistosos o habituales como en Asura’s Wrath, y suelen concentrarse una vez hemos derrotado al jefe final, a modo de vídeo conclusión y fatality por decirlo de alguna manera. Aun así hemos de reconocer que para los amantes de la serie estas secuencias son una parte esencial del videojuego, algo que le aporta la identidad que le escapa mientras pegamos saltos entre plataformas y destrozamos a un ejército con nuestras manos.
En resumen, en el apartado jugable nos encontramos con una combinación de estilos que forman un título con la esencia jugable de los reconocidos títulos de Tecmo, pero añadiendo un toque de puzles y, como va siendo habitual en los últimos tiempos, una buena cantidad de QTE para mostrar el clímax de las batallas con los enemigos de renombre.
Tras haber jugado unas cuantas fases, nos quedamos principalmente con el agradecido diseño gráfico, con las secuencias de video con QTE que nos llevan a revivir momentos inolvidables, así como las fases con ciertos puzles. También destacar la posibilidad de utilizar el modo online para utilizar un modo cooperativo, que nunca está de más. Por otro lado la gran base jugable es como estos beat´m up a los que Tecmo nos tiene acostumbrados, nada especialmente novedoso.
Parecido más que razonable
Desde el punto de vista del apartado gráfico, debemos afirmar que el título es más que notable. Se percibe claramente que los diseñadores se han tomado su tiempo para intentar recrear a los personajes con la mayor fidelidad posible y hemos de decir que lo han conseguido de muy buenas maneras. El estilo no es especialmente novedoso, pero sí que tiene un toque muy característico que lo hace diferenciarse del resto de cel shading a los que estamos acostumbrados, y es que últimamente esta técnica parece superarse a sí misma.
Además, a pesar de que muchos otros títulos optan por secuencias de diálogos interminables, aunque One Piece Kaizoku Musou también incluye unas cuantas, su presentación es más que agradable y se incluyen también un buen número de secuencias de video animadas, que le proporcionan un mayor peso argumental, más esencia de One Piece.
Cabe destacar también que, al contrario que ocurre en otros títulos afines, el videojuego se comporta muy bien aún con decenas de enemigos en pantalla, sin que hayamos sufrido ni una sola ralentización en ningún momento.
En cuanto al apartado sonoro, tenemos melodías que encajan muy bien con el género shonen, y por supuesto contamos con diálogos y voces con sus dobladores originales (japoneses) , una combinación que proporciona el efecto necesario sin llegar a desentonar en ningún momento, incluso destacando en algunas fases.
Conclusiones
A la hora de extraer las conclusiones nos encontramos con la clásica dualidad que ocurre con este tipo de títulos. Como videojuego no ofrece nada nuevo, la inteligencia artificial de los enemigos es casi nula, pocos combos y presionar botones sin casi conciencia. Si bien es cierto que se incluye algunas fases y áreas más centradas en los puzles, tampoco supone un reto mayor, aunque sirve para alivianar un poco tantas patadas y puñetazos.
Por otro lado, para aquellos jugadores que les gusta este género, a pesar de perder parte de su componente táctico, el título está envuelto en el universo de One Piece de una manera bastante acertada. Las escenas finales, los QTE y en general el mayor peso del argumento le proporcionan más identidad y la posibilidad del cooperativo por internet le añade muchos puntos. Un fan puede disfrutar bastante del título siempre que no caiga en el puritanismo. Ahora sólo queda esperar a la localización, esperemos que todo la acertada que sea posible.